Un joven estudiante de diseño en Seúl llamado Kim Ha-neul recolectó más de 10 mil mascarillas usadas o defectuosas para fabricar bancos y otros muebles. El alumno de Corea del Sur creó banquillos como su proyecto de graduación. Para lograr su objetivo reunió cubrebocas usados o en mal estado y los derritió a altas temperaturas para prevenir así cualquier infección y con ese material hizo los bancos, que son, dice, los primeros de una colección entera de muebles. El estudiante asegura que nuestra salud puede ser compatible con la salud del planeta.
MIRA TAMBIÉN: ALERTA AMBIENTAL: ENCUENTRAN DECENAS DE MASCARILLAS EN LAS PLAYAS DE CANCÚN
La preocupación del estudiante de diseño es genuina pues, de acuerdo a una investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “las estadísticas muestran que en un día, una sola persona trabajando en áreas COVID-19 puede requerir hasta 16 cambios de guantes, cuatro batas, cuatro cubrebocas desechables, unas mascarilla N-95 y cubrebotas. Si estas cifras se extrapolan a cada hospital del país, a nuestra región y a nivel global, podemos tener otro ángulo para visibilizar la magnitud de generación de estos residuos”.
RELACIONADOS:
CREAN NUEVA MASCARILLA QUE PROMETE AYUDARTE A COMBATIR LA CONTAMINACIÓN
STELLA MCCARTNEY TOMA ACCIÓN CONTRA LA CONTAMINACIÓN EN SUS PIEZAS DE ROPA