El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una mega redada contra los inmigrantes indocumentados para deportarlos a sus países de origen.
“La próxima semana Ice comenzará el proceso de remover a los millones de extranjeros ilegales que lícitamente han encontrado su camino hacia los Estados Unidos. Serán eliminados tan pronto como entren”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, no dio más detalles sobre cómo serán ubicados, detenidos y deportados los millones de inmigrantes indocumentados que se encuentra en la nación.
Con esta noticia no se puede perder de vista que los centros de detención se encuentran a su capacidad máxima. Y hay otra crisis humanitaria, debido a los miles de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos que intentan solicitar una visa de asilo político.
“México, usando sus fuertes leyes de inmigración, está haciendo un muy buen trabajo al detener a las personas... mucho antes de que lleguen a nuestra frontera sur. Guatemala se está preparando para firmar un acuerdo de [tercer país seguro]. Los únicos que no harán nada son los demócratas en el Congreso. ¡Deben votar para deshacerse de las lagunas y arreglar el asilo! Si es así, ¡la crisis fronteriza terminará rápidamente!”, sostuvo Trump el lunes.
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Irónicamente, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador redujo la cantidad de efectivos de la guardia nacional que estarán en la frontera sur con Guatemala de 6,000 a menos de 3,000. Aunque dice estar concentrado en evitar el cruce de inmigrantes en esa zona.
El anuncio de la mega redada llega luego de que Estados Unidos firmara un acuerdo con México que evitó la imposición de sanciones arancelarias.
“Me complace informar que Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo firmado con México. Los aranceles programados para ser implementados por Estados Unidos el lunes, en contra de México, quedan suspendidos indefinidamente”, tuiteó Trump el 7 de junio, dejando atrás las tensiones entre ambos países.
Trump había sostenido que impondría un arancel del 5% a las importaciones de México a partir del 10 de junio (que aumentaría progresivamente) si México no hacía algo para detener el flujo migratorio de inmediato.
El gobierno mexicano cedió a la presión de bloquear el paso de las decenas de miles de migrantes indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos.
Antes de que se llegara al acuerdo, Trump, también había responsabilizado a los países de la región entre los que se encuentran Guatemala, Honduras y El Salvador del aumento de la inmigración ilegal por la caravana de inmigrantes.
Con este argumento mantuvo sus amenazas sobre la imposición de sanciones, pero finalmente se llegó a un acuerdo. Asimismo dijo que le quitaría fondos a la Administración de Seguridad de Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) para proteger la frontera de México.
Al momento, el gobierno de Guatemala no dicho si se está preparando para acoger a los inmigrantes que llegan de Honduras y El Salvador en su camino a Estados Unidos, lo que pasaría si firmara un tratado de tercer país seguro.
Y México también ha evitado firmar un acuerdo de esta naturaleza, pues supondría que los migrantes que quieran llegar a pedir asilo a Estados Unidos no podrían hacerlo, viéndose en cambio obligados a pedirlo en México: en teoría el primer país seguro a su paso desde el país que huyeron, según The New York Times.
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