Alex Smith, de 22 años, no es cualquier soldado, debido a que también es bailarín de ballet y fue esta disciplina en las artes, la que lo llevó a tener el cuerpo atlético y la condición que se necesita en el Ejército.
Alex también podía levantar mucho peso, debido a que estaba acostumbrado a cargar chicas en sus coreografías. Además era muy veloz corriendo. “Hacia una carrera de una milla y media en tiempo récord”, le dijo a la BBC.
Definitivamente, esto lo ayudó a destacarse en sus entrenamientos militares.
Aunque el ballet le dio ventajas frente a sus compañeros, inicialmente, le avergonzaba decirles la verdad.
Por dos años ocultó que era bailarín profesional frente a los demás soldados de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, pero actualmente está orgulloso de poder compartir su pasión con todos los que lo rodean. Según explicó en una entrevista la razón por la que calló durante un tiempo fue porque no quería ser víctima de los estereotipos sociales.
Sin embargo cuando le confesó todo a sus colegas, la reacción de ellos fue maravillosa. Despúes de todo, hasta siente que están celosos de no tener un talento como el suyo.
"Para ser honesto nada cambió porque ya me había ganado el respeto de todos, estaba en buena forma y era un buen soldado y mantuve la cabeza agachada e hice lo que tenía que hacer".
Además cree que el ejército ha cambiado en los últimos años. Aún así confiesa que sigue nervioso por el hecho de que alguno de sus compañeros vaya a verlo, pero sabe que no hay nada que temer.
Su decisión de callar por un tiempo vino tras su experiencias de la infancia, pues Alex había sido víctima de “bullying” en la escuela, pero ahora la madurez le ha enseñado que todas las personas tienen sus opiniones, pero eso no debe afectarte ni hacer que dejes atrás tu pasión en la vida. Por esa razón, hoy quiere servir de ejemplo para otros.
Actualmente, el joven británico se está presentando en la producción “5 Soldiers”, un espectáculo creado por la coreógrafa Rosie Kay, que recoge todos los aspectos de la vida militar que van desde los rigurosos entrenamientos y la guerra, hasta la gran amistad que une al batallón.
Según explicó el soldado, lo interesante de esta propuesta teatral es que, “no se trata de muchachos que saltan en tutús con zapatos de punta, sino que son hombres siendo hombres en el escenario".
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El Ejército le ha permitido prepararse para “5 Soldiers”, pues le ha dado tiempo libre para participar en los ensayos y la producción. Cuando termine la gira, en julio de 2019, volverá a tiempo completo a su regimiento y cumplirá con todos sus deberes como soldado.
Alex comenzó a prepararse en el baile cuando apenas tenía 6 años, según le contó a BBC News. Ha estudiado tap, jazz y danza moderna.
“Todas las semanas íbamos a dejar a mi hermana en las clases de baile y después de un tiempo sentándome allí sin hacer nada, me aburrí. Así fue como dije: déjame hacer algo, y viendo una de las clases pensé, ‘Yo puedo hacer eso, parece fácil, y fue cuando me uní a las niñas’”.
Mientras Alex crecía en Cornwall, Torfaen, una ciudad donde el rugby es muy popular, fue el único niño que asistía a clases de baile. “Mi escuela quedaba en el sur de Wales casi no había muchachos que quisieran bailar, así que mi gran objetivo era ser más flexible que las chicas de la clase. Eso era lo que más quería.”, recordó. Y para esto se necesita un alto nivel de entrenamiento. Por tanto, decidió que sería el mejor.
En el 2015, después de un curso en la escuela de artes de Cornwall, recibió el prestigioso premio de la Northern Ballet School. Su crecimiento en el rubro era palpable, pero había algo que no lo dejaba tranquilo y era la inestabilidad económica. Y es que la vida de los bailarines es muy inestable, debido a que algunas veces hay mucho trabajo y en otras ocasiones pasan largos períodos sin un solo contrato.
Un día Alex caminaba de la casa a la escuela de baile cuando se le ocurrió cómo lograr mayor seguridad laboral. Fue entonces cuando decidió hacer una carrera militar.
“Caminé hacia el centro de admisión del ejército y miré la ventana por dos o tres minutos, y pensé que quizás ese era el paso que yo debía dar”, recordó. Después de firmar se dio cuenta de que entre los soldados y los bailarines hay más similitudes de las que imaginaba.
“A los artistas les motiva lograr el producto final, quieren lucir perfectos en el escenario, y cuando te encuentras con un soldado dedicado, te darás cuenta de que también quiere alcanzar el nivel más alto”, explicó Alex, quien vive entre estos dos mundos.
El joven también recuerda que no fue sencillo decirle a su novia y a su madre que se iba a matricular en el Ejército. Hasta ese momento estaba 100 por ciento dedicado al baile y a su mamá no le agradó nada su decisión. Ella pensaba que el joven iba a tirar a la basura todo lo que había logrado en los últimos 18 años. Sin embargo, Alex, no le hizo caso a esto y siguió adelante con sus planes. Hoy piensa que es “una mejor persona”.
Él sabe que todo padre que tiene un hijo en las fuerzas armadas teme por su vida, pero ahora su madre acepta su nueva carrera y está orgullosa de que la haya combinado con el baile.
"Trabajo mucho por lo que quiero y si sueño con algo, haré todo lo posible por conseguirlo. Creo que las Fuerzas Armadas me han inculcado ese pensamiento desde el entrenamiento".
Alex entendió que los límites solo están en la mente, y aunque no está seguro de lo que le deparará el futuro en el baile, seguirá esforzándose por dar lo mejor de él en cada faceta de su vida.
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