La adolescencia es una de las etapas que pueden provocar más conflictos en una dinámica familiar si no se cuentan con las herramientas adecuadas para manejar situaciones estresantes y difíciles como la mentira. Sin embargo, entender los motivos por los que nuestros hijos mienten y hallar una solución amorosa puede ser la clave para que se conviertan en los adultos que deseamos que sean.
Existen muchas maneras de mentir y cada una de ellas se puede medir según la consecuencia que haya desencadenado, no todas son mentiras catastróficas o graves, sin embargo, no deseamos que nuestros hijos no sientan la confianza de decirnos la verdad.
La adolescencia marca una etapa de búsqueda de identidad y de mayor independencia, por lo que en muchas ocasiones los jóvenes recurren a la mentira para eludir responsabilidades, evitar castigos, porque no quieren avergonzarse o porque no se siente valorados.
También existen otras razones por las que los hijos adolescentes mienten, tales como llamar la atención, cumplir altas expectativas de los padres, escasa comunicación y pocas habilidades para afrontar los conflictos.
La periodista experta en psicología familiar Marta Santín ofrece 10 consejos para que los padres puedan actuar ante la mentira, y evitar que ocurra con una frecuencia indeseada.
1. Explícales a tus hijos por qué sus planes no te parecen convenientes para ellos, que conozca tus miedos y reservas, pero que no sea una negativa rotunda e implacable, pues eso los llevará a mentir para salirse con la suya.
2. Cuida el ejemplo que les das, pues cuando te ven mentir, comprenderán que está bien hacerlo en ocasiones.
3. Trabaja con ellos en su autoestima, pues muchas veces recurren a la mentira para sentirse más seguros y aparentar cosas que no son realidad.
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4. Muéstrales que la veracidad es un valor que les servirá en la vida, pues los hace confiables.
5. Hazles saber que muchas relaciones personales, como la amistad o el amor, no pueden basarse en mentiras.
6. No los llames mentirosos. Muestra que tienes confianza en que fue un incidente pasajero y que esa no es su verdadera forma de ser.
7. Considera las mentiras como un error que se puede rectificar y no lo maximices. Siempre que descubras una mentira y tus hijos la reconozcan, valora ese hecho.
8. Bríndale confianza, para que pueda ganar más libertades sin necesidad de mentir.
9. Muéstrales ejemplos en series y películas de cómo una mentira puede afectar negativamente una relación.
10. Trata de entablar un diálogo con tus hijos cuando descubras una mentira en lugar de castigarlos. Hazles ver que al haberlos descubierto, existe una posibilidad de renovar la confianza.
El abuso de la mentira es peligroso no solo porque se pierde la confianza y credibilidad en su entorno, sino porque también se puede perder la referencia de la verdad, la capacidad de ser honestos y sinceros, trayendo problemas más graves como la mitomanía y consecuencias psicóticas.
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