Cuando empezamos el año uno de los propósitos más socorridos es bajar de peso, y la ruta de trabajo que a menudo se traza es el hacer ejercicio o someterse a un régimen dietético. ¿Qué es más importante, la actividad física o lo que se come? Sabemos que ambas influyen, pero los científicos se han dado a la tarea de despejar la verdad sobre cuál es más relevante.
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Lara R. Dugas, profesora e investigadora de la Loyola University Chicago, junto con otros colegas, publicó una investigación en la revista peerj.com donde se muestra evidencia concreta de que el ejercicio por sí solo no lo ayuda a perder peso y, contrariamente a la opinión popular, sólo ejercitarse no es la solución para los kilitos de más.
Otro estudio publicado en el portal cell.com, donde participó también Lara R. Dugas, sugiere que el cuerpo se ajusta a niveles de actividad más altos, por lo que si bien puede quemar calorías adicionales inicialmente, eventualmente esa tasa se estabilizará.
Incluso, una investigación publicada por el National Center for Biotechnology Information se indica que el uso exclusivo del ejercicio como método de pérdida de peso puede llevar incluso al aumento de peso.
Ajustándose a esas evidencias, muchos especialistas en nutrición, como Heather Mangieri, RDN y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, menciona que para bajar de peso es crucial cambiar la dieta, que en lo que comemos está el punto clave de la pérdida de peso, así lo declaró para el blog fitbit.
Según los cálculos hechos en la Escuela de Medicina de Harvard en una tabla que se actualiza año con año llamada Calories burned in 30 minutes for people of three different weights , una persona de 185 libras (84 kg aprox.) quema 200 calorías en 30 minutos de caminata a 4 millas por hora (6.5 km por hora). Este trabajo podría significar nada si la persona que se ejercitó se come cuatro galletas con chispas de chocolate, 1½ cucharadas de helado o menos de dos copas de vino.
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Incluso una clase de spinning, que puede quemar más de 700 calorías, se puede cancelar por completo con solo unos cocteles o una rebanada de pastel.
Hay un dicho popular que menciona: “Los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio”, y estos estudios lo demuestran. Así que si alguien busca inscribirse a un gimnasio para perder peso, le conviene, y mucho, visitar a un especialista en alimentación para que el resultado sea verdadero.
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