Si fue lo suficientemente bueno para el niño Jesús, ¿no debería ser lo suficientemente bueno para tus hijos? Si esa montaña de regalos en la sala está bloqueando tu vista del árbol de Navidad, forzando tu presupuesto y perturbando tu alma, existen otras opciones.
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Inspirados por la idea de que Jesús recibió tres regalos de los Reyes Magos el 25 de diciembre: oro, incienso y mirra, muchos padres han decidido que también quieren una Navidad de tres regalos para sus hijos. Algunos lo hacen por razones religiosas, otros lo intentan para ahorrar dinero, aliviar el estrés de las vacaciones o alejarse del consumismo que impregna la temporada.
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Stacy Myers, una madre de dos hijos que vive en Marion, Virginia, contó a Today que todos esos factores jugaron un papel importante cuando ella y su esposo adoptaron la regla, después de que nació su primer hijo.
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"Decidimos que queríamos simplificar la Navidad aquí en nuestra casa, utilizando la regla de los tres regalos para poder enfocarnos en la verdadera razón de la temporada, que es el nacimiento de Jesús, en lugar de 'Dame, dame, dame' y '¿Qué puedo poner en mi lista?", relata Myers. "Todo se reduce a tratar de cambiar su forma de pensar sobre esta época del año: tomar en cuenta a la familia y a la fe en lugar de a los objetos, porque las cosas siempre se acumulan en la casa", detalló.
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Myers, que se describe a sí misma como una "ama de casa frugal y libre de deudas" y comparte consejos sobre presupuestos en su blog: Stacy Makes Cents, dice que la regla de los tres regalos también es una excelente manera de ahorrar dinero durante las vacaciones. Ella se quedó sin aliento al saber que una encuesta de Gallup reveló que el estadounidense promedio espera gastar 786 dólares en regalos de Navidad este año. "Oh, Dios mío, no", dijo, señalando que su familia obsequia muchos regalos hechos en casa. "Eso es impactante”, expresó.
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Glennon Doyle adoptó la regla de los tres regalos cuando se dio cuenta de que pasaba tanto tiempo luchando para comprar regalos y decoraciones que no tuvo suficientes momentos para disfrutar la temporada navideña. Así que, la madre de tres hijos y autora del libro Love Warrior se sentó con sus hijos hace unos años para hacerles saber las cosas que necesitaban cambiar.
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"Mis hijos ni siquiera pedían las cosas que querían. Pedían lo que sea que los comerciales les decían, les hacían sentir que necesitaban esas cosas", comentó Doyle. "Todos esos regalos simplemente terminan en la pila de donaciones o en la basura de todos modos. Ese regalo en la mañana es como una subida de azúcar. Es increíble durante cinco minutos y luego se termina", agregó.
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Glennon ahora le pide a sus hijos que elaboren una lista que incluya algo que ellos quieran, algo que necesiten y algo para leer. También hay una ventaja en su versión de la Navidad de tres regalos: ella le pide a cada niño que piense en una idea para regalar a alguien necesitado.
Muchas familias personalizan la regla con su enfoque
Myers modela su lista según los Reyes Magos y les da a sus hijos un regalo "dorado", o algo que un niño querría y atesoraría, como un juguete favorito; un regalo de "incienso", o un regalo que se usará en la adoración o en la vida espiritual, como una Biblia; y algo de "mirra", que es un regalo para el cuerpo, como ropa o zapatos.
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"Cuando veo a otras personas y luego veo cómo hacemos las cosas aquí, puedo decir que parece que nuestra Navidad no es tan estresante", comenta Myers. "Cuando pienso en cuando era niña, no recuerdo lo que recibí para Navidad. Pero recuerdo las cosas que solíamos hacer juntos, cuando salíamos a mirar las luces de Navidad o cuando hacía galletas con mi mamá", agregó.
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Si planeas limitar los regalos o no, realiza una reunión familiar sobre lo que tus hijos realmente quieren para que su lista de deseos sea reflexiva y generada por sus propios deseos, en lugar de anuncios en la televisión, aconseja Doyle. "Necesitas hacer aquello que haga que tu Navidad sea feliz y tranquila", finalizó.
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