Jamie Poole, un hombre de 29 años de edad, sufre de una condición cardiaca que hace que su corazón se detenga con cierta regularidad y esto le ha provocado la muerte en nueve ocasiones, cuatro de ellas en un periodo de tres semanas.
El hombre padece miocardiopatía hipertrófica, que es un engrosamiento anormal del músculo del corazón, y a pesar de haber sobrevivido varias veces a los paros cardiacos, los doctores le advirtieron que podrían quedarle solamente cinco años más de vida.
De acuerdo con el Daily Mail, los médicos le han pedido a Poole que se abstenga de practicar cualquier deporte, pero a él le gusta viajar por el mundo y en una ocasión realizó snowboarding en los Alpes.
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“La primera vez que tuve un paro cardiaco, tenía 20 años. Les tomó 45 minutos revivirme con una maniobra de reanimación cardiopulmonar. Desperté una semana después de haber estado en coma y me dijeron todo lo que había pasado”, señaló Jamie al medio inglés.
En mayo de 2013, Poole se mudó a Londres, Inglaterra, y de camino a su trabajo tuvo su tercer paro cardiaco. Una semana después, tuvo dos seguidos, uno que lo tiró de las escaleras y el otro cuando despertó. El sexto paro ocurrió varios días después, nuevamente de camino al trabajo.
Para controlar los efectos de su enfermedad, Jamie tiene un dispositivo llamado desfibrilador cardioversor implantable que le permite restablecer su corazón cada que sufre un paro cardiaco.
“He tenido todas las experiencias cercanas a la muerte posibles. Estuve ‘fuera de mi cuerpo’, he visto una luz blanca, una luz dorada. Es interesante, yo no creo en la vida después de la muerte, pero después de experimentar esto de primera mano, definitivamente puedo entender por qué mucha gente lo cree”, reveló Poole.
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