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Cinco razones por las que ser mamá de un adolescente es tan estresante

Cada etapa de la paternidad nos acerca cada vez más a la difícil verdad: esto no se hace más fácil con el tiempo. Simplemente, se pone diferente.

Mientras mecía a mi bebé que lloraba, me quejaba con un amigo: "¡Ser madre es muy difícil!”. Después, llegaron los largos días de tiempos muertos y los niños corriendo al tráfico, preguntándome cuándo me sentiría hermosa otra vez, y cuándo mi esposo volvería a casa del trabajo.

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Pero ahora, tal como lo experimento a través de mis viejas lecciones de manejo, veo que esto es realmente difícil. Cada etapa de la paternidad nos acerca cada vez más a la complicada verdad, esto no se hace más fácil. Simplemente, se pone diferente.

Foto: Shutterstock

Una nueva investigación, recientemente publicada en el Journal of Developmental Psychology, revela que el momento más estresante en la vida de toda madre es: criar a un hijo en los años de escuela media.

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Puedo verlo  en las caras de las madres con las que trabajo todo el tiempo, es una emoción difícil de ocultar. Es como un juego de póker para padres, las madres de la escuela secundaria toman sus cartas: "Veo a tu niño berrinchudo y a tu adolescente malhumorado, y aumento la apuesta con un estudiante de secundaria". Fin del juego. Pero, ¿por qué es más estresante que cualquier otro momento de la vida de una madre?

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1. Imprevisibilidad. Los preadolescentes están entre los niños pequeños y los grandes y, desafortunadamente, su desarrollo no es lineal. Eso significa que una madre nunca sabe quién se le presentará. A veces, es el dulce niño que quiere que le cepilles el cabello. A veces, es la adolescente gruñón que azota la puerta cuando le preguntas por qué usa delineador de ojos. La imprevisibilidad puede incrementar el nivel de estrés de una madre.

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2. Separación. Comenzando la escuela secundaria, los niños deben empezar el crucial proceso de desarrollo de construir una identidad propia, independiente de sus padres. Para mamá, afirmar la independencia puede sentirse como una rebelión, desafío y rechazo. Es difícil reconocer que este proceso sirve a un propósito mayor. (Alerta de spoiler: los niños que no desarrollan identidades independientes a las de sus padres tienen dificultades para mantener saludables relaciones íntimas con otras personas en su vida adulta).

Foto: Getty Images

3. Confusión. Los cerebros de los preadolescentes comienzan a someterse a cambios estructurales y funcionales masivos en la escuela media. Así como los niños pequeños necesitan aprender a caminar con las piernas temblorosas, los preadolescentes necesitan aprender a pensar con cerebros frescos. A medida que el pensamiento concreto da paso al pensamiento hipotético, notarás que los estudiantes de secundaria comienzan a actuar como abogados muy malos

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En lugar de llegar a una conclusión después de examinar la evidencia, ellos inician los argumentos al decidirse sobre su resultado deseado y luego avanzan hacia atrás para generar pruebas. "Pero no debería tener que limpiar mi habitación porque John no tiene que hacerlo/ Pienso mejor en una habitación desordenada/no está desordenada/ya la limpié el mes pasado..." y así sucesivamente.

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4. Influencias externas. Cambiar las amistades, las redes sociales, la curiosidad sexual, la toma de riesgos... el mundo social de los preadolescentes explota en la escuela secundaria. Algunas mamás recuerdan cuán dolorosos e incómodos fueron los años de la escuela media para ellas, y eso les remueve recuerdos dolorosos. Esto puede ocasionar que lleven ese equipaje a la experiencia de sus hijos, creando estrés para ambos, padres e hijos.

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5. La escuela secundaria se encuentra en la mitad de la vida. Mientras los preadolescentes están en la escuela secundaria construyendo nuevas identidades, cerebros y cuerpos, sus madres están reflejando esos mismos cambios en sus propias vidas. Las hormonas, los cambios corporales y los problemas de identidad son una parte tan importante de la vida de mamá como la de sus hijos durante este tiempo.

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Tan solo saber por qué esta fase es tan difícil, y tratar de entender de dónde parte tu hijo de escuela secundaria, puede ayudar mucho a aliviar tu mente y tu nivel de estrés.

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Michelle Icard es madre de dos adolescentes y autora de Middle school makeover: improving the way you y your child experience middle school years. Aprenda más sobre su trabajo para ayudar a los estudiantes de escuela intermedia y sus padres en MichelleintheMiddle.com.

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