Debido a los constantes abrazos y a que lavó el uniforme de su marido por años cuando él regresaba de trabajar en una planta de calderas, Adrienne Sweeney desarrolló cáncer y murió a los 75 años.
Durante una audiencia frente a la corte en contra de la compañía Babcock International, se determinó que la mujer fue expuesta continuamente a asbesto, por lo que contrajo mesotelioma, y su familia recibió una compensación de 324,000 dólares.
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“Ella apoyó a su familia cuidando a los niños y lavando la ropa de su esposo cuando regresaba de un duro día de trabajo, en donde había restos mortales de asbesto”, dijo Kay Gibson, la hija de Sweeney.
Por su parte, la jueza Carmichael escribió en su sentencia: “Este es, hasta donde sé, el primer caso de esta jurisdicción en el que la evidencia fue de segunda exposición, es decir, la exposición de una persona en casa de uno de los empleados, que contrajo mesotelioma como una víctima secundaria”.
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La defensa de la compañía señaló que la evidencia que presentó la familia de Adrienne era insuficiente para probar que su esposo William hubiera estado en contacto con el asbesto en su fábrica durante la década de 1960 y principios de los años 70.
“Infiero que la defensa sabía o debería saber que los trabajadores lavaban su ropa en casa, ya que la empresa no les proveía más ropa limpia”, expresó la jueza.
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