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Dos adolescentes hicieron un pacto suicida pero antes querían sentir qué se sentía matar a alguien

Cuatro días después, uno de los jóvenes confesó a la policía lo que él y su amigo hicieron. ¡Aquí la macabra historia!

Sam Poss, un adolescente de 18 años de edad, fue asesinado por dos compañeros de su escuela, en uno de los casos de homicidio que más ha llamado la atención en Macon, Georgia, y cuyos detalles se dieron a conocer recientemente, durante el juicio de los acusados.

Los hechos ocurrieron en 2016, cuando Poss accedió a ayudar a un compañero con el código de un juego de computadora, pero nunca regresó a casa.

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Dakota White y Brandon Warren, que en ese entonces tenían 17 y 18 años, citaron a Sam en la casa de los abuelos de White, donde lo estrangularon y apuñalaron, para después arrojar su cadáver en un bosque cercano.

Cuatro días después, Dakota confesó a la policía lo que él y su amigo hicieron, asegurando que habían hecho un pacto suicida, pero antes de morir querían saber qué se sentía matar a alguien más.

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“Todo se reducía a ver cómo se sentía matar a alguien antes de matarnos. No vimos ninguna razón para no hacerlo, estábamos a punto de morir, ¿qué nos importaba?”, dijo a la policía en ese momento.

Durante su juicio esta semana en el Condado de Houston, el abogado de White dijo en su defensa que el chico estaba luchando con una depresión severa, pero el jurado lo encontró culpable de todos los cargos.

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