Ana Julia Quezada, de 35 años, fue detenida por agentes de la Guardia Civil el domingo pasado tras encontrar en el maletero de su auto el cadáver del pequeño Gabriel cruz, de 8 años, reportado como desaparecido por sus padres hace 12 días, según un artículo publicado en el sitio de la cadena BBC de Londres.
Gabriel se encontraba de vacaciones en la casa de su abuela en la pequeña población de Hortichuelas, en el Parque Natural del Cabo de Gata, una zona de playas al sur de España.
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Las autoridades pusieron en marcha un operativo de búsqueda y los medios de comunicación cubrieron el caso desde un principio.
La madrastra de Gabriel se convirtió en sospechosa desde que el pasado 3 marzo entregó una camiseta del niño alegando que la había encontrado en una zona donde la policía ya había buscado.
Sus evasivas para entregar su teléfono móvil cuando las autoridades se lo pidieron también la hacían sospechosa. Lo único que faltaba era que Quezada cometiera un error.
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Así fue como las autoridades le hicieron creer que estaban cerca de dar con el lugar donde se hallaba el cuerpo del niño. De inmediato ella se dirigió a recoger los restos, los envolvió en una manta y los cargó a su carro, sin darse cuenta que era vigilada a cada instante.
Quezada fue detenida y ahora los agentes están investigando si actuó con ayuda de alguien.