Según un artículo publicado en el diario Mirror, Yvonne Adkins de 32 años, dejó morir a su hija de tres meses por estar de fiesta y tener sexo con un hombre que apenas conocía. El hecho ocurrió en Mair, Stoke on Trent, Inglaterra.
Adkins dejó a su hija sola en el primer piso de su casa durante nueve horas sin ninguna atención, mientras ella tenía sexo y se embriagaba con un hombre que había conocido 15 días antes en una parada de autobús.
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El tribunal ,de “Stoke on Trent Crown Court”, dio a conocer que la mujer se despertó a las 7:30 de la mañana y encontró a su hija fría y sin respirar, por lo que decidió dar parte a la policía. Los paramédicos llegaron y trataron de revivir a la menor, pero el esfuerzo fue inútil. A las 8:30 de la mañana fue declarada muerta.
Yvonne se declaró culpable ante los cargos de crueldad infantil, por lo que recibió una sentencia de cárcel suspendida de 18 meses, en los que estará bajo supervisión.
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