Según un artículo publicado en el diario Mirror, un madre mató a su hija, de nueve meses, después de que se le negó ayuda para tratar su depresión posparto en Edimburgo (Escocia).
“He puesto a mi hija a dormir”, fue lo que dijo Erin Sutherland cuando llamo a los operadores del 999, después de haber ahogado a la pequeña Chloe.
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Semanas antes, los médicos de salud mental de Edimburgo le dijeron a Erin que no podían ayudarla porque sólo ofrecían ayuda a madres con bebés de seis meses o menos.
Sutherland, de 36 anos, fue arrestada por asesinato, pero se declaro culpable por delito menor de homicidio culposo.
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El tribunal Superior de Edimburgo afirmó que un sistema diferente en sus procesos de salud pudo haber evitado la tragedia.
Los fiscales aceptaron su petición, después de aceptar que la mujer tenía un trastorno mental en el momento de la matanza. Erin se encuentra detenida en un hospital psiquiátrico y espera su sentencia en agosto.
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