Según un artículo publicado por el diario el Clarín, los vecinos de un barrio en Valparaíso (Chile) arruinaron el carro de un vecino porque la alarma de su auto sonó por casi siete horas sin parar.
Sin saber nada del dueño del coche y desesperados con el sonido de la alarma, los residentes manifestaron su descontento escribiendo letreros y dejando notas pegadas en el vehículo; también pintaron líneas de color negro.
El escándalo llamó tanto la atención que los turistas que pasaban por la zona le tomaron fotos al auto marcado por todos lados.