Simón es el padre de Celia y el esposo de Ollita. Trabaja como carbonero de los trenes de Cuba y vive una doble vida que justifica por ser hombre y cabeza de familia. En su casa pretende pasar por justo y generoso, pero fuera de ella, es un hombre divertido que goza la vida. Le gusta tener todo bajo control y por ello usa su autoridad y su figura de padre para dar un ejemplo que él mismo no pone en práctica. No concibe que una mujer pueda tener poder, fama y éxito. Como hombre machista y de prejuicios, intentará someter a Celia y negar su talento a toda costa. Las confrontaciones familiares se volverán cotidianas cuando su hija rete sus mandatos e instrucciones.