Celia Cruz, joven
Celia durante su juventud era una chica dulce, criada en un hogar machista y con un sueño difícil de alcanzar. Rodeada de pobreza y austeridad, Celia se preparaba para ser maestra pero jamás dejó a un lado su deseo de convertirse en la cantante de la Sonora Matancera. Desde muy joven Celia tuvo claro que no era una mujer agraciada, pero sabía que su voz y su carisma la destacarían. En el amor Celia era ingenua e inocente lo que contrastaba con la personalidad de su primer y único amor, Pedro Knight.