El programa utilizará el rompehielos Almirante Irízar para que los científicos puedan tomar las muestras que serán analizadas en la base argentina Carlini.
Expertos advierten sobre las condiciones del río Drina, que pasa por Serbia, Bosnia Herzegovina y Montenegro, sobre cuyas aguas flotan residuos plásticos, neumáticos y hasta electrodomésticos, lo que afecta al medio ambiente y al turismo.
Los científicos que viajan en él verificarán la teoría de que el derretimiento de las plataformas de hielo flotantes de esa zona está contribuyendo al aumento del nivel del mar en el planeta.
Son 50 millas que conectan a dos océanos y con ellos a 180 rutas marítimas que conducen a 1920 puertos del mundo. La importancia del Canal de Panamá para el comercio es clara y su operatividad está seriamente afectada por la reducción de las lluvias.
Residentes de San Pedro de Casta, a más de 13,000 pies de altitud, recuperaron estos acuíferos ancestrales con años de abandono para canalizar el agua y conducirla a Lima, la tercera ciudad desértica más poblada del mundo, tras El Cairo y Karachi.
Medioambientalistas y otros críticos del proyecto estiman que esta vía pudiera afectar a la selva tropical y rechazaron que sean utilizados fondos destinados para su conservación.
Este fenómeno no solo ha impactado a la distribución de agua potable en varias zonas urbanas y rurales del país sudamericano, sino también a su diversidad biológica.
Los expertos detectaron microplásticos en el sistema digestivo del tradicional cangrejo que se le venden a la población. Esta peligrosa contaminación podría ser posible en peces, corales y crustáceos, con el correspondiente daño a los seres humanos.
La iniciativa forma parte de un plan para crear una población permanente de esa especie en peligro de extinción a nivel estatal. La meta es liberar entre 30 y 50 ejemplares en los próximos cinco años.
Estos submarinistas voluntarios trabajan eliminando uno por uno los erizos morados, que son los responsables de la destrucción del 96% de las algas en esa región entre 2014 y 2020.
Docenas de organizaciones se valen de esta tecnología para recoger desechos y evitar que vayan a parar a ríos o terminen en vertederos, en un país que genera cada año 1.7 millones de toneladas de residuos.