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Visados humanitarios de trabajo por un año para los 12.000 inmigrantes de la nueva caravana

La nueva caravana de inmigrantes centroamericanos bate récords. Le explicamos cómo pretenden detenerlos con estos visados especiales.
Un emigrante hondureño muestra su visado humanitario en la frontera de México y Guatemala.
Un emigrante hondureño muestra su visado humanitario en la frontera de México y Guatemala. AP / AP

La caravana de migrantes de centroamericanos que ha llegado a México en las últimas horas es aún mayor que la que el pasado otoño llevó a Estados Unidos a desplegar al Ejército en la frontera. Son 11.686 personas, entre ellas 2.198 menores de edad, que han solicitado un visado humanitario al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de ellos hondureños, según el Instituto Nacional de Migración.

México ha concedido estos permisos en el estado de Chiapas para que los centroamericanos puedan cruzar el país y establecerse allí durante un año, aunque el objetivo final de la caravana vuelve a ser de nuevo la frontera estadounidense. Sin embargo, en esta ocasión viajan de forma menos organizada, según informa el diario The Washington Post, y al tener visados podrían dispersarse en México en vez de concentrarse en Tijuana, adonde el pasado noviembre llegaron 5.000 personas para pedir asilo en Estados Unidos.

El presidente, Donald Trump, se quejó el sábado de que “México no está haciendo NADA para frenar la Caravana que ahora está totalmente formada y se dirige a Estados Unidos”. El miércoles, amenazó de nuevo con cortar la ayuda económica a El Salvador, Guatemala y Honduras, que “no están haciendo nada por nosotros”.

México, sin embargo, está cerrando su frontera sur con Guatemala para evitar la llegada sin control de inmigrantes; ha impulsado un plan de ayuda al desarrollo de hasta 35.000 millones de dólares financiados en colaboración con Estados Unidos; y ha prometido visados humanitarios a los inmigrantes para que puedan quedarse en ese país en vez de cruzar ilegalmente la frontera, lo que supone “un cambio de 180 grados”, según Stephanie Leutert, experta de la Universidad de Texas.

Entre enero y noviembre de 2018 (las últimas cifras oficiales disponibles), México detuvo a 132.000 inmigrantes indocumentados con vistas a deportarlos. La Patrulla Fronteriza, por su parte, capturó a casi 400.000 personas que trataban de entrar en Estados Unidos ilegalmente entre octubre de 2017 y septiembre de 2018, de las que 50.000 eran menores de edad viajando solos.