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“A veces el sueño americano se convierte en una pesadilla”: un familiar confirma que había migrantes entre las víctimas del choque en California

Yesenia Cardona, de 23 años, originaria de Guatemala, es una de las 13 víctimas mortales del accidente de tráfico ocurrido cerca de la frontera con México. Su madre, Berlin Cardona, se recupera en el hospital de una hemorragia cerebral.
/ Source: Telemundo

Por Luis Antonio Hernández Ojesto, Marta Planells, Julio Vaqueiro y Gabriela Martínez

“Solo le puedo decir que estaban buscando el sueño americano”, respondió Rudi Domínguez cuando se le preguntó si sabía por qué iban montadas su hermana y su sobrina en una camioneta con otras 23 personas que sufrieron un trágico accidente de tránsito en el sur de California la mañana de este martes.

“A veces el sueño americano se convierte en una pesadilla”, lamentó Rudi en entrevista con Noticias Telemundo.

Al menos 13 personas murieron tras el violento choque, entre ellas la sobrina de Domínguez, Yesenia Cardona. El rango de edades de las víctimas es de entre 15 y 55 años. Ninguna de ellas resultó ilesa, aunque las heridas variaron mucho en gravedad. Diez de los fallecidos eran nacionales mexicanos, informó el consulado de ese país en Calexico, California.

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A Domínguez le llamaron del hospital Pioneers de Calexico para avisarle que su hermana, Berlin Cardona, había sufrido un grave accidente de tránsito en un camino rural de Holtville, California, una zona a solo 10 millas de la frontera donde abunda el trabajo agrícola y suele haber tráfico de inmigrantes indocumentados.

Yesenia Cardona.
Yesenia Cardona, de 23 años, una de las 13 víctimas mortales del devastador choque ocurrido en California este martes.Cortesía Rudi Domínguez.

Berlin Cardona sufrió un golpe en la cabeza que le produjo una hemorragia cerebral, pero se encontraba consciente y Domínguez pudo hablar con ella.

“Hoy en la noche viajaremos al hospital de San Diego con mi otra hermana que viene de Texas. Queremos ver qué solucionamos porque al parecer mi hermana ya se encuentra en custodia de migración”, dijo Domínguez en entrevista con Noticias Telemundo.

Su sobrina, sin embargo, no sobrevivió el accidente. Yesenia Cardona, de 23 años, viajaba junto a su madre, Berlin Cardona. Las dos mujeres de Guatemala habían hecho el viaje desde la capital hasta la frontera norte de México. Allí, esperaron alrededor de 20 días para poder cruzar hacia Estados Unidos, aseguró Domínguez.

Pero ignoraban las condiciones en las que serían llevadas a través de la frontera. La camioneta en la que viajaron, una Ford Expedition para ocho pasajeros, llevaba a 25 personas en total.

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“Estamos impactados toda mi familia, estamos que no podemos creerlo todavía. Ella era una muchacha muy carismática, muy querida en nuestro pueblo”, dijo Domínguez a Noticias Telemundo, refiriéndose a su sobrina, quien era estudiante de la Universidad de San Carlos en Guatemala.

Las autoridades no han confirmado si la camioneta en cuestión transportaba inmigrantes indocumentados, explicaron en una rueda de prensa el martes por la tarde que todavía era muy pronto en la investigación para conocer esos detalles.

Sin embargo, sí dijeron que el vehículo no tenía los asientos traseros. La remoción de asientos en camionetas es una práctica común de los traficantes de personas para poder transportar a más personas. Los trabajadores agrícolas con frecuencia también son transportados de este modo, a pesar de que las autoridades insisten en la importancia de viajar en los asientos y de usar el cinturón de seguridad.

Yesenia Cardona.
Yesenia Cardona, 23 años, una de las 13 víctimas mortales del accidente de tránsito ocurrido este martes en California.Cortesía Rudi Domínguez.

También aclararon que la Patrulla Fronteriza no persiguió a la camioneta SUV. Los agentes federales de Protección Fronteriza y Aduanas acudieron a la escena más tarde para prestar auxilio, tras la llamada de emergencia que alertó sobre el choque.

La Patrulla de Caminos de California todavía continúa investigando las causas del accidente. El martes informó que la mayoría de las víctimas hablaba español y que muchas de ellas no llevaban documentos de identidad.