Una senadora canadiense, Ratna Omidvar, ha apostado por recibir en su país a los soñadores que el Gobierno estadounidense quiere expulsar.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha cancelado la Condición de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en sus siglas en inglés), dando seis meses al Congreso para encontrar una solución. En caso contrario, 800.000 jóvenes llegados al país de mano de sus padres cuando aún eran niños podrán empezar a ser deportados a medida que expiren sus permisos a partir del 5 de marzo.
Omidvar ha instado a las autoridades canadienses que los acojan, de forma que no tengan que regresar a sus países de origen.
“Es probable que muchos [de los soñadores] centren su atención en Canadá”, ha asegurado Omidvar en una tribuna periodística. “La respuesta de Canadá no puede ser ingenuamente idealista, ni tampoco alimentada por el cinismo. No podemos dar la bienvenida a todos los soñadores, pero tampoco podemos negarles la entrada a todos”, ha añadido la senadora. Omidvar ha concretado después la cifra: entre 10.000 y 30.000, aseguró a la página de noticias Buzzfeed.
La senadora considera que los soñadores están “bien preparados”, puesto que “su inglés es impecable” (aunque en algunas zonas de Canadá se habla francés), muchos son graduados universitarios precisamente gracias a DACA, son relativamente jóvenes y tiene experiencia laboral en Norteamérica en campos en los que su país requiere.
Por todo ello, Omidvar ha apostado porque el Gobierno modifique algunos criterios de admisión para abrir la puerta a los soñadores; de igual forma, ha animado a las universidades canadienses a atraerlos, ofreciéndoles ayudas económicas, y a los ciudadanos de a pie, de los que dice haber recibido correos electrónicos para crear una organización de “amigos canadienses de los soñadores” para ayudarles a lidiar con el sistema de inmigración local (que el propio Trump considera su modelo para modificar el estadounidense).