Por Nicole Acevedo y David K. Li - NBC News
Un pescador de langostas se salvó de morir después de que una ballena jorobada casi se lo tragara el viernes por la mañana frente a la costa de Cape Cod, Massachusetts.
Michael Packard sobrevivió a un angustioso medio minuto dentro de la boca de la ballena antes de que el poderoso mamífero marino lo "escupiera", escribió el hombre en Facebook.
"Una ballena jorobada trató de comerme", relató Packard, de 56 años. "Estuve en su boca cerrada durante unos 30 a 40 segundos antes de que saliera a la superficie y me escupiera. Estoy muy magullado, pero no tengo huesos rotos".
En su publicación, también agradeció a los socorristas por sacarlo del agua.
Packard, quien es padre de dos niños, de 12 y 16 años, regresó a casa con su familia el viernes por la tarde después de ser dado de alta del Hospital Cape Cod con una rodilla dislocada y daño en los tejidos blandos, dijo.
El pescador contó a la cadena afiliada de NBC en Boston que estaba sumergido buscando langostas a una profundidad de 45 pies (14 metros) cuando sintió "como si un camión" lo hubiera golpeado y "todo se oscureció".
Inicialmente pensó que había sido atacado por un tiburón, lo cual es común en las aguas de la zona, pero luego se dio cuenta de que no sentía los dientes del animal ni tampoco dolor.
"Y luego dije, 'Dios mío, estoy en la boca cerrada de una ballena'", dijo Packard a NBC Boston, y agregó que trató de encontrar su equipo de respiración mientras estaba dentro de la boca del animal.
"¿Me voy a quedar sin aire y me voy a asfixiar? ¿Me va a tragar? Así es como vas a morir, Michael. Así es como vas a morir, en la boca de una ballena", Packard pensó.
Pero el cetáceo finalmente salió a la superficie, sacudió la cabeza y lo escupió.
"Simplemente me arrojó hacia el agua. Había un agua blanca por todas partes", dijo Packard, quien inicialmente fue rescatado por su compañero de tripulación en el bote en el que habían llegado al lugar.
Charles Mayo, un experto en ballenas del Centro de Estudios Costeros en Provincetown, dijo al periódico local Cape Cod Times que los encuentros entre humanos y ballenas son raros.
Las ballenas jorobadas no son agresivas, y Mayo cree que se trató de algo accidental en un momento en que la ballena se alimentaba de peces, probablemente ammodítidos.