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¿Se mueve Cliton a izquierdas para aniquilar a Sanders?

Precandidata demócrata se estaría moviendo fuera del centro para aniquilar a su único rival. Carlos Rajo explica el supuesto cambio de posiciones de la ex Sec. de Estado

Hillary Clinton y su rival en la nominación demócrata para la presidencia, Bernie Sanders, se enfrascaron en otro intenso debate en el que quedó claro que aun siendo los dos del mismo partido tienen serias diferencias sobre temas fundamentales de la economía y sociedad estadounidense.

El debate igualmente, dedicó buena parte de la discusión al tema de la contaminación del agua en Flint, la ciudad en el estado de Michigan donde se celebró el encuentro.


“Ha sido tan grave ésta crisis que por momentos parecía que se escuchaba hablar de un país del Tercer Mundo y no de la nación más poderosa en términos militares del mundo entero y quizá también la de más recursos económicos“, dijo el precandidato demócrata Sanders.

En este tema del agua no hubo mayor diferencia entre los candidatos. Lo más destacable el hecho ese de que se habló a fondo de lo penoso que en su momento fue la respuesta del estado (federal y local) ante la crisis del agua contaminada. Un tema que va más allá incluso de la disputa demócrata: un tema que avergüenza a la nación.

Como en algún momento sugirió Sanders, cómo es posible que se tenga tanto dinero para gastar en guerras como la de Iraq y no lo necesario para resolver -o impedir que se den- crisis como la del agua y en general de la pobre infraestructura de la nación (carreteras, escuelas, hospitales, etc.).

Del agua se pasó al tema económico, en particular a los trabajos. La posición de Sanders es que Clinton apoyó el Tratado de Libre Comercio con México -y Canada- que es el que ha permitido que miles de fábricas e industrias se fueran al país vecino y con ellos se perdieron muchísimos trabajos en Estados Unidos. En este punto Sanders logró poner a la defensiva a Clinton. Pero el tema es mucho más complejo.

Por momentos cuando se escucha a Sanders cuestionar el Tratado de Libre Comercio y lo que este ha significado en términos de éxodo de fabricas hacia México pareciera que se está escuchando a Donald Trump. Y el punto es que es cierto, los trabajos se han ido hacia México -donde pagan veinticinco centavos de dólar la hora, detalló Sanders-. Clinton no condena estas políticas, lo que hace es sugerir que habrá que mejorar los tratados o penalizar a estas compañías que se van del país.

Básicamente la posiciones de Clinton y Sanders difieren en este tema -y en varios otros similares- en que la ex secretaria de estado busca siempre como refinar, arreglar o modificar esas instituciones o mecanismos del sistema capitalista. Sanders en cambio va a la yugular. Para el senador simple y sencillamente no hay que firmar estos tratados de libre comercio.

Alguien podrá cuestionar si es correcto o no que se vayan estas fábricas, pero lo complicado es evitar en estos tiempos modernos que existan tales acuerdos. Son parte integral del sistema capitalista internacional y no queda claro si el país se beneficiará simplemente no teniendo acuerdos de libre comercio. Es claro que Clinton está más al centro en este debate y Sanders más a la izquierda.

Clinton sin embargo, encontró un punto para golpear a Sanders en esto de los trabajos. Sucede que en su momento Sanders se opuso al programa que pasó el Presidente Obama cuando recién llegaba a la presidencia para salvar de la bancarrota a los fabricantes de automóviles. Clinton estuvo en favor de tal programa y con eso martillo una y otra vez a Sanders, en especial porque en Michigan es precisamente donde esa industria automotriz tiene su base.

La defensa de Sanders fue que él se opuso al programa que se dio para salvar a los financieros de Wall Street (ambos programas fueron parte en algún momento del mismo paquete de leyes). Y que por supuesto, Clinton estuvo en favor de ese programa para Wall Street.

De nuevo, las mismas posiciones de los otros temas: Clinton por salvar a Wall Street en el entendido de que los bancos son necesarios para el sistema capitalista. Sanders más dispuesto a penalizar a estos bancos en particular a las grandes instituciones financieras.

Y aun más, cada vez que se habla de los bancos y demás actores de Wall Street, Sanders golpea a Clinton con lo de que la ex secretaria de estado ha recibido donaciones de esos banqueros y demás. Y aun peor, de que dio discursos ante ellos y por lo que fue pagada cientos de miles de dólares.

Más tarde se habló del tema del control de armas, tema complicado para Sanders ya que en algún momento el senador se opuso a una ley que haría responsables a los fabricantes de armas de lo que hicieran los compradores de esas armas.

Según Sanders no es posible castigar a un fabricante por la masacre o lo que haga el comprador si el arma fue comprada legalmente. De aceptarse tal ley literalmente se estaría terminado con la industria de armas en Estados Unidos, señaló el senador. “No hay solución mágica a este problema” de las armas, dijo Sanders.

Como no podía faltar, el nombre de Trump apareció en el debate. Ambos candidatos aseguran que derrotarían al magnate en una elección general, Sanders en particular señaló que sólo en Michigan las encuestas le dan a él una ventaja de más de veinte puntos sobre Trump. Clinton por su parte, reveló que ella ha ganado hasta este momento más votos que Trump y que todos (contando las primarias de los dos partidos).

La secretaria de estado evitó responder la pregunta de cómo trataría el tema del escándalo de sus correos electrónicos, el cual Trump ha dicho que martillará una y mil veces para golpear a Clinton cuando se de la elección general. La respuesta de Clinton fue de que le ganaría a Trump.

“Pienso que el fanatismo de Donald Trump, su matonería, su fanfarronería no caerán bien con el pueblo estadounidense”, dijo Clinton. “Estaré esperando para enfrentarme a él”.

En algún momento ambos candidatos tocaron el tema de como se ha relacionado con otros grupos étnicos, o cómo es que han experimentado ese mundo de otros estadounidenses -afro americanos, latinos, etc.

Sanders habló de su tiempo en la universidad de cuando incluso fue detenido por pelear por que terminara la discriminación en la vivienda contra los afro americanos. Clinton por su parte, explicó como desde joven trabajo de voluntaria con grupos que ayudaban a estas minorías o también de “nanny” con familias de trabajadores migrantes (latinos). Es un tema relevante, en particular en la primaria ya que Clinton basa mucho de su éxito electoral en el apoyo de esas minorías de afro americanos y latinos.

Lo que más sorprende de estos debates demócratas es la diferencia que hay con los de los republicanos. Pareciera que se habla de dos países diferentes. Aun Sanders con su llamado para implementar sustanciales reformas al sistema económico nunca habla con el pesimismo de los republicanos sobre como marcha la nación. Es claro que demócratas y republicanos tienen dos visiones de país y que la elección presidencial ha dado oportunidad de compararlas. Pero también al interior de los demócratas hay importantes diferencias.

Hoy quizá sea puro ejercicio académico hablar sobre estas diferencias. Clinton casi ha amarrado la candidatura y no pareciera que vaya cometer un tremendo error en alguno de estos debates que la haga perder su posición de privilegio. Lo que sí está sucediendo es que estos debates obligan a Clinton ha moverse cada día más -aunque sea a regañadientes y centímetro por centímetro- hacia posiciones más de centro izquierda.