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Las hospitalizaciones por COVID-19 alcanzan niveles récord y golpean en especial a los adolescentes y las embarazadas

"Su deterioro es más rápido", explica un doctor sobre las embarazadas, "pasan más rápido de necesitar un poco de oxígeno a... maldita sea". En Florida, el colapso de los hospitales está trasladándose ya a una crisis en las funerarias.
/ Source: Telemundo

Más de 100,000 personas están hospitalizadas por COVID-19 en Estados Unidos, un número que no se registraba desde enero, con una oleada además sin precedentes de embarazadas con graves complicaciones, mientras el país lucha con la variante delta y la resistencia de parte de la población a vacunarse. 

Los nuevos casos crecen precisamente entre los jóvenes de 16 y 17 años, el grupo menos proclive a vacunarse pese a poder hacerlo como los adultos. 

Los estados del sur son los más golpeados: más de 17,000 personas están hospitalizadas en Florida, que lidera el ranking nacional con la cifra más alta de enfermos graves y muertes desde el inicio de la pandemia en este estado; seguida por Texas con 14,000, según una base de datos del diario The Washington Post.

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Entre los casos graves, el número de embarazadas se ha triplicado en las últimas semanas, han indicado especialistas a la cadena NBC News. 

"Ninguno de nosotros ha visto nunca esta magnitud de mujeres gravemente enfermas al mismo tiempo", dijo Akila Subramaniam, especialista en medicina materno fetal de la Universidad de Alabama. 

 

 

Algunas embarazadas necesitan respiradores; otras, equipos conocidos como ECMO para asistir su corazón y pulmones extensamente dañados. Hasta ahora, 131 embarazadas han muerto y más de 200 han perdido sus bebés, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). 

La enorme mayoría de estas mujeres no estaban vacunadas, según los expertos.

En Florida, donde muere más gente que nunca antes en la pandemia, 227 personas por día, el colapso en algunos centros de salud ha llevado a que tengan que rechazar pacientes con otras dolencias. "Simplemente no tenemos camas”, contó a la cadena CNN Nitesh Paryani, un oncólogo de Tampa, que se vio obligado a rechazar a un paciente con cáncer.

Chirag Patel, subdirector médico de UF Health Jacksonville, un sistema hospitalario en el noreste de Florida, dijo al diario The New York Times que los pacientes hospitalizados tienden ahora a ser más jóvenes y con menos problemas previos de salud, y casi ninguno de ellos está vacunado.

Una de las partes más difíciles, dijo Patel, es tener que informar a las familias sobre la pérdida de un ser querido no vacunado. “Es una forma tan insensata y evitable de morir en última instancia”, indicó.

En todo el país, no sólo los jóvenes presentan más casos, sino también los niños y con graves consecuencias: las hospitalizaciones pediátricas han llegado a 2,100, superando las 2,000 por primera vez desde agosto de 2020.

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La situación ha llevado al personal médico al borde del colapso, con enfermeras renunciando a sus labores: Mississippi tiene ahora al menos 2.000 enfermeras menos que a principios de este año, según el Centro de Calidad y Fuerza Laboral de la Asociación de Hospitales estatal. 

"Parece heroico", dijo a CNN Nichole Atherton, enfermera del Hospital Singing River Ocean Springs. "Pero eso no es lo que es. Es sudor, trabajo duro, caos y sangre. Y es difícil vivir en esto todos los días y luego volver a casa y vivir una vida normal", agregó Atherton, que renunció este mes. 

Embarazadas sufren “un rápido deterioro”

En total se han reportado 109,773 casos de coronavirus entre mujeres embarazadas durante la pandemia, con 18,000 hospitalizaciones, según los CDC. Pero los casos se han agravado en las últimas semanas. 

En el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, en Tennessee, las unidades de cuidados intensivos han tratado a más de una docena de embarazadas con COVID-19 en las últimas semanas, cuando por lo general sólo eran una o dos al mes. 

"Su deterioro es más rápido", dijo Todd Rice, director de cuidados intensivos, a NBC News. "Pasan más rápido de necesitar un poco de oxígeno a, maldita sea, a precisar mucho apoyo", explicó. 

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Sólo el 23% de las mujeres embarazadas están completamente vacunadas contra COVID-19, según las cifras oficiales de los CDC.

"Mucha gente no se da cuenta de lo fácil que es contraer este virus y cómo, si está embarazada, cuán gravemente puede enfermarse", dijo a NBC News Brenna Hughes, jefa de Medicina Materno Fetal en la Universidad de Duke en Carolina del Norte. 

Los adolescentes de 16 y 17 años, los más vulnerables

En enero, antes de la vacunación masiva, había 151,000 casos nuevos por día en promedio; este miércoles, la cifra es de 148,000.

Los adolescentes de 16 y 17 años tienen las tasas más altas de contagio, 160 casos nuevos por semana cada 100,000 habitantes, entre todos los grupos de edad, según un análisis de CNN de los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). 

Entre los distintos factores que vuelven más vulnerables está el hecho de que son los que más interactúan, en especial en el verano, y el alto nivel de contagio de delta. "Y las personas más jóvenes tienen menos probabilidades de vacunarse", agrega Georges Benjamin, director ejecutivo de American Public Health Association en una entrevista con CNN.

Sólo el 32% de los jóvenes de 12 a 17 años están completamente inmunizados.

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El regreso a clases este mes aumenta aún más el riesgo. "La triste realidad es que tenemos una solución que protege adecuadamente a los adolescentes mayores de 16 años: la vacuna Pfizer aprobada para ese grupo de edad", destacó Lori Tremmel Freeman, directora de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud Municipales. 

 

 

El desacuerdo en torno al uso de la mascarilla ha generado sin embargo problemas en las escuelas, como uno registrado este miércoles en una secundaria de Fort Lauderdale donde un padre se negó a usar mascarilla y reaccionó agresivamente cuando una estudiante lo cuestionó. 

[Siga nuestra cobertura de la pandemia del coronavirus] 

El incidente es la última de una serie de confrontaciones sobre los mandatos de máscaras escolares. La semana pasada, un padre de un distrito escolar de Austin le arrancó una máscara a la cara de un maestro. Una semana antes, un padre en California supuestamente le gritó al director de una escuela sobre el requisito y luego golpeó a un maestro.

Con información de The Washington Post, CNN, NBC News y The New York Times