IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Una vacuna experimental contra el VRS para embarazadas protege a los bebés y ofrece esperanza tras décadas de fracasos

Una vacuna de Pfizer probada ya con éxito entre personas mayores protege además a recién nacidos contra los síntomas más graves del peligroso virus común, según la farmacéutica.

Por Lauran Neergaard - The Associated Press

Una nueva investigación demuestra que vacunar a las embarazadas ayuda a proteger a sus bebés del común pero temible virus respiratorio sincitial (VRS), que ha llenado los hospitales infantiles de todo el país este otoño, y causa más de 100,000 muertes anuales de menores de 5 años, la mayoría en países en desarrollo.

La farmacéutica Pfizer anunció este martes que una vacuna experimental contra el VRS para embarazadas es eficaz en proteger a los recién nacidos durante al menos seis meses. En la fase 3 de pruebas, la vacuna mostró una efectividad del 82% para evitar los síntomas más graves en los 90 primeros días de vida del bebé, según la compañía, y del 70% durante los primeros seis meses.

La protección para evitar no sólo los síntomas graves sino directamente para no enfermar es menor: del 57% en los primeros 90 días y del 51% durante los primeros seis meses. Estos resultados, que aún no han sido publicados en ninguna revista científica revisada por otros investigadores, alientan la esperanza de que, tras décadas de fracasos y frustraciones, las vacunas contra el VRS puedan por fin acercarse a ser una realidad.

“Las madres siempre están dando sus anticuerpos a su bebé”, dijo la viróloga Kena Swanson, vicepresidenta de vacunas virales de Pfizer. “La vacuna las coloca en una posición mucho mejor” para formar y transmitir los anticuerpos que combaten el VRS, agregó.

[Las latinas son las más afectadas entre las mujeres de color por las prohibiciones y restricciones del aborto en EE.UU.]

La búsqueda de la vacuna no es sólo para proteger a los bebés. El VRS también es peligroso para los adultos; Pfizer y su rival GSK han anunciado recientemente que sus vacunas también han demostrado proteger a las personas mayores.

Ninguno de los hallazgos servirá de ayuda este año, en el que una oleada temprana de VRS ya está llenando los hospitales infantiles. Pero aumentan la posibilidad de que una o más vacunas estén disponibles antes de la temporada del próximo otoño. “Cruzo los dedos”, dijo el doctor William Schaffner, especialista de la Universidad de Vanderbilt, “estamos avanzando” por ese camino.

¿Qué es el VRS?

Para la mayoría de las personas sanas, el VRS es una molestia similar a un resfriado. Pero para los más pequeños, los ancianos y las personas con ciertos problemas de salud, puede ser grave, incluso mortal. El virus puede infectar lo más profundo de los pulmones, causando neumonía, y en los bebés puede impedir la respiración al inflamar las diminutas vías respiratorias.

En Estados Unidos, unos 58,000 niños menores de 5 años son hospitalizados por VRS cada año y varios cientos mueren. Entre los mayores de 65 años, 177,000 son hospitalizados y 14,000 mueren.

¿Por qué no hay vacuna?

Una revés en la década de 1960 hizo retroceder todo el campo. Utilizando el enfoque que condujo a la primera vacuna contra la poliomielitis, los científicos fabricaron una vacuna experimental contra el VRS cultivando el virus en un laboratorio y matándolo.

Pero las pruebas realizadas en niños no sólo demostraron que la vacuna no protegía, sino que los que se contagiaron después de la inmunización sufrieron peores síntomas y dos de ellos murieron.

“Durante un periodo de 20 años, aunque la ciencia avanzaba, nadie quería acercarse al desarrollo de una vacuna contra el VRS”, afirmó Schaffner. Incluso las vacunas modernas contra el VRS se probaron primero en adultos mayores, no en niños, agregó.

¿Qué empujó su desarrollo otra vez?

Las vacunas modernas tienden a dirigirse a la superficie exterior de un virus, lo que el sistema inmunitario ve cuando un germen lo invade. En el caso del VRS, ese objetivo es la denominada proteína F, que ayuda al virus a adherirse a las células humanas. De nuevo, había un obstáculo: esa proteína cambia de forma, modificando su forma antes y después de “fusionarse” con las células.

Resulta que el sistema inmunitario sólo forma anticuerpos eficaces contra el VRS cuando detecta lo que se llama la versión de prefusión de esa proteína, explicó el biólogo estructural Jason McLellan, de la Universidad de Texas en Austin.

En 2013, McLellan y el virólogo Barney Graham trabajaban en los Institutos Nacionales de Salud cuando dieron con la forma correcta y descubrieron cómo congelarla en esa forma. Ese hallazgo abrió la vía al desarrollo actual de una variedad de vacunas experimentales.

Ese mismo descubrimiento fue clave además para las vacunas COVID-19, de enorme éxito, ya que el coronavirus también está envuelto en una proteína de superficie que cambia de forma.

¿Qué se está preparando?

Varias empresas están creando vacunas contra el VRS, pero Pfizer y su rival GSK son las que están más avanzadas. Ambas empresas han informado recientemente de la fase final de las pruebas en adultos mayores. Las vacunas de la competencia se fabrican de forma algo diferente, pero cada una de ellas ha demostrado una gran eficacia, especialmente contra la enfermedad grave. Ambas empresas tienen previsto solicitar la aprobación reglamentaria en Estados Unidos a finales de año, así como en otros países.

Los datos de los adultos mayores “son fantásticos”, dijo McLellan, que ha seguido de cerca el desarrollo de la vacuna. “Creo que vamos por el buen camino”, agregó. Y si la vacunación de las mujeres embarazadas da resultado, podría ser “una victoria para dos individuos en lugar de uno solo”, al ofrecer protección tanto a la futura madre como al bebé, celebró el doctor Wilbur Chen, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.

La vacuna materna de Pfizer es la misma receta que probó con éxito en adultos mayores, y también tiene previsto solicitar la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para esas vacunas a finales de año.

El nuevo estudio incluyó a 7,400 mujeres embarazadas de 18 países, incluido EE.UU., y abarcó varias temporadas del VRS. Los resultados preliminares comunicados el martes muestran que la vacuna fue más eficaz contra la enfermedad grave. En el caso de la enfermedad más leve, la eficacia fue del 51% al 57%, lo que no cumple los requisitos estadísticos del estudio, pero es un resultado que Pfizer considera clínicamente significativo porque podría significar menos visitas a la consulta del médico.