Por Kaitlin Sullivan y Judy Silverman - NBC News
Jaxtyn, el bebé de Dorina Bryant, tenía casi dos semanas de vida cuando contrajo un virus por el que tuvo que ser hospitalizado el verano pasado.
Sus niveles de oxígeno en la sangre eran peligrosamente bajos y su pequeño pecho se agitaba al respirar. Jaxtyn dio positivo en la prueba del virus respiratorio sincitial o VRS.
El bebé fue enviado a casa a pesar de que sus niveles de oxígeno cayeron al 84%, un nivel considerado por debajo de lo normal que es de 95% o más.
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Su madre, que vive en Broken Bow, Oklahoma, lo llevó en auto durante más de dos horas a otro hospital. El bebé fue sometido a un alto flujo de oxígeno mientras su familia esperaba dos días a que fuera trasladado por aire a una unidad de cuidados intensivos pediátricos en un hospital infantil.
Los pulmones de Jaxtyn tardaron dos meses en recuperarse.
"Cada vez que tosía, se notaba que necesitaba más tiempo para recuperarse", dijo Bryant.
Unos meses después, en noviembre de 2021, Hollie Poore se encontró en una situación similar. Al otro lado del país, en South Jordan, Utah, un resfriado había afectado a su familia de seis integrantes. Los síntomas persistían en su hija de tres meses, Susie.
La niña dio positivo en la prueba del VRS y, tal como Jaxtyn, fue enviada a casa. Poore la llevó a urgencias horas después de que le dieran de alta y notó que los labios de su hija se pusieron azules en la sala de espera.
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"Inmediatamente después, había varios médicos en la sala poniéndole una máscara de oxígeno e ingresándola en la unidad de cuidados intensivos”, dijo Poore.
Casi todos los niños se han infectado de RSV al cumplir los 2 años. Para la mayoría de los bebés, los síntomas se asemejan a los de un resfriado fuerte, pero el virus respiratorio puede ser peligroso para los bebés muy pequeños que pueden ser vulnerables a complicaciones como la neumonía.
Jaxtyn y Susie se encuentran entre los casi 60,000 niños hospitalizados con RSV cada año, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Ambos sobrevivieron, pero el virus mata hasta 200 niños menores de 5 años cada año. En comparación, poco más de 300 niños de 4 años o menos han muerto a causa de COVID-19.
“Las infecciones del tracto respiratorio inferior matan a más niños menores de 5 años que cualquier otra cosa y el RSV es la causa número 1 de esas infecciones”, dijo la Dra. Anne Moscona, viróloga y médica de enfermedades infecciosas de la Universidad de Columbia.
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Los investigadores han tratado de descubrir una inmunización contra el RSV segura y eficaz durante décadas. Una nueva investigación publicada el miércoles en el New England Journal of Medicine muestra que una inyección de una sola dosis puede proteger contra las complicaciones que causa el RSV. El fármaco, llamado nirsevimab, fue casi un 75% efectivo en la prevención de infecciones del tracto respiratorio inferior relacionadas con el RSV, la razón más común de hospitalización por RSV en bebés, según investigadores de AstraZeneca.
Después de que los ensayos anteriores demostraran la seguridad del fármaco, el ensayo de última etapa evaluó qué tan bien funciona este. El estudio incluyó a casi 1,500 bebés de varias partes del mundo a los que se les asignó de manera aleatoria un placebo o nirsevimab: 994 recibieron el nuevo fármaco y 496 recibieron una sustancia inócua. Todos los bebés que participaron habían nacido a término o de manera prematura; es decir, que tenían al menos 35 semanas. Se informaron menos eventos adversos en el grupo de nirsevimab que en el grupo de placebo.
El medicamento, desarrollado por AstraZeneca, no es una vacuna ya que requiere que el huésped produzca anticuerpos contra un virus, un proceso llamado inmunización activa. En cambio, nirsevimab inocula a los bebés con anticuerpos, un proceso llamado inmunización pasiva. Con nirsevimab, los anticuerpos permanecen en el torrente sanguíneo y brindan protección contra infecciones graves y complicaciones durante meses, en lugar de disminuir rápidamente.
Para los bebés que no se consideran de alto riesgo, la inmunización se administraría solo una vez, al comienzo de su primera temporada de RSV. Los bebés de alto riesgo podrían recibir otra dosis antes de su segunda temporada de RSV.
“Esto protege a los bebés pequeños en ese período más vulnerable antes de que su sistema inmunológico haya madurado”, dijo Tonya Villafana, directora global de franquicias de infección de AstraZeneca y autora principal de la investigación. “Cuando se exponen más adelante en la vida, pueden hacer frente a la enfermedad mucho mejor”.
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La compañía espera enviar los datos del ensayo a la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés) dentro de unos meses.
Existe un anticuerpo monoclonal que puede prevenir el RSV llamado palivizumab, pero requiere una serie de cinco inyecciones mensuales y solo está aprobado para su uso en bebés y niños pequeños de alto riesgo.
Se necesita urgentemente una inoculación como nirsevimab, que estaría disponible para todos los bebés, dijo Moscona, quien no participó en la investigación.
Llamó a los estudios de seguridad y eficacia “rigurosos”. Debido a que los anticuerpos en nirsevimab han sido alterados para permanecer en el cuerpo por más tiempo y brindar una protección más duradera, la inoculación es una “mejora significativa” con respecto a otras terapias con anticuerpos, dijo.
“Tendemos a pensar que estos virus respiratorios en los niños solo afectan a aquellos con enfermedades subyacentes, pero globalmente ese no es el caso”, dijo Moscona. sin problemas subyacentes”.
Cómo la propagación de COVID puede haber cambiado el RSV
RSV normalmente circula con otros virus durante el otoño hasta el invierno. Eso cambió con el pico de la variante delta del coronavirus, cuando el RSV comenzó a propagarse el verano pasado, lo que llevó a los CDC a emitir una advertencia a padres y médicos. Algunos expertos creen que los casos de RSV podrían aumentar nuevamente a medida que se levanten las restricciones de Covid.
“El problema es que en realidad no sabemos qué es una temporada de RSV en este momento”, dijo la Dra. Michele Kong, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama en Birmingham.
RSV también puede afectar a los niños nacidos durante la pandemia de manera diferente que a los bebés de antes de la pandemia, lo que significa que la necesidad de prevención puede ser aún mayor.
“Los bebés de hoy en día no están expuestos en gran medida al RSV como lo estaban sus hermanos mayores hace unos años”, dijo Kong. “Se desconoce si pueden enfermarse más porque no han tenido esta exposición que genera una respuesta inmune”.