IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Un hospital de Boston niega un trasplante de corazón a un hombre no vacunado contra el COVID-19

El Brigham and Women’s Hospital alega que la vacuna es una de las varias inmunizaciones exigidas por la mayoría de los programas de trasplante de Estados Unidos.

Por Philip Marcelo y Rodrique Ngowi - The Associated Press

Un hospital de Boston se defendió luego de que la familia de un hombre afirmó que le negaron un corazón nuevo por rechazar la vacuna contra el COVID-19, señalando que la mayoría de los programas de trasplantes del país establecen requisitos similares para mejorar las posibilidades de supervivencia de los pacientes.

La familia de D.J. Ferguson señaló en una petición de financiamiento colectivo esta semana que los directivos del Brigham and Women’s Hospital le dijeron al hombre de 31 años de edad, padre de dos hijos, que no era elegible para el procedimiento debido a que no está vacunado contra el coronavirus.

[La OMS alerta sobre una nueva versión de la variante ómicron del COVID-19]

“Estamos contra la pared. Es un momento sumamente delicado”, señaló la familia en su petición, que ha recaudado decenas de miles de dólares. “No es una cuestión política. ¡La gente necesita tener una opción!”, reclaman.

La madre del hombre, Tracey Ferguson, insiste en que su hijo no se opone a la vacuna, señalando que ha recibido otras inyecciones en el pasado. Pero afirmó el miércoles que ha sido diagnosticado con fibrilación auricular —un ritmo cardíaco irregular y a menudo rápido— y que le preocupan los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19.

“D.J. es un paciente informado”, dijo Tracey Ferguson en una breve entrevista en su casa ubicada en Mendon, a unos 48 kilómetros (30 millas) al suroeste de Boston. “Quiere que los doctores le aseguren que su condición no será peor o letal con esta vacuna contra el COVID-19”.

Esta fotografía del 27 de noviembre de 2021 proporcionada por Tracey Ferguson muestra a su hijo D.J. Ferguson mientras es atendido en el Centro Médico Regional de Milford, Massachusetts.
Esta fotografía del 27 de noviembre de 2021 proporcionada por Tracey Ferguson muestra a su hijo D.J. Ferguson mientras es atendido en el Centro Médico Regional de Milford, Massachusetts.Tracey Ferguson / AP

El hospital rechazó comentar sobre el caso de D.J. Ferguson, argumentando las leyes de privacidad del paciente. Pero señaló una respuesta que publicó en su sitio web en la que decía que la vacuna contra el COVID-19 es una de las varias inmunizaciones exigidas por la mayoría de los programas de trasplantes de Estados Unidos, incluyendo una vacuna contra la gripe y las vacunas contra la hepatitis B.

El hospital dijo que las investigaciones han demostrado que los receptores de trasplantes corren un mayor riesgo de morir de COVID-19 que otros pacientes, y que sus políticas están en consonancia con las recomendaciones de la Sociedad Estadounidense de Trasplantes y otras organizaciones sanitarias.

[Las mascarillas N95 gratuitas ofrecidas por el Gobierno comienzan a llegar a las farmacias y tiendas del país]

Los pacientes también deben cumplir otros criterios de salud y estilo de vida para recibir órganos donados, y se desconoce si D.J. Ferguson los cumplía o los habría cumplido. Hay escasez de órganos de donantes, por lo que los centros de trasplantes sólo colocan en la lista de espera a los pacientes que consideran que tienen más probabilidades de sobrevivir con un nuevo órgano.

Hospitales de otros estados han enfrentado a críticas similares por negar trasplantes a pacientes que no estaban vacunados contra el COVID-19.

En Colorado el año pasado, una mujer que padecía una enfermedad renal en fase avanzada dijo que el hospital le negó el trasplante porque no estaba vacunada. Leilani Lutali, una cristiana, dijo que se oponía a la inmunización por el papel que desempeñan las líneas celulares fetales en el desarrollo de algunas vacunas.

[Por qué el plan de Biden para entregar pruebas de COVID-19 gratis no llega fácilmente a los más vulnerables]

Hay escasez de órganos de donantes, por lo que los centros de trasplante sólo colocan en la lista de espera a los pacientes que consideran que tienen más posibilidades de sobrevivir con un nuevo órgano.

“El corazón de un donante es un regalo precioso y escaso que debe cuidarse bien”, afirma el doctor Howard Eisen, director médico del programa de insuficiencia cardíaca avanzada de la Universidad Estatal de Pennsylvania en Hershey. “Nuestro objetivo es preservar la supervivencia del paciente y los buenos resultados tras el trasplante”.

La Red Unida para la Compartición de Órganos, la organización sin ánimo de lucro que gestiona el sistema de trasplantes de órganos del país, no hace un seguimiento de cuántos pacientes que se niegan a recibir la vacuna COVID-19 se les ha negado el trasplante, dijo Anne Paschke, portavoz de la organización.

Dijo que los pacientes a los que se les deniega el trasplante de órganos siguen teniendo derecho a ir a otro sitio, aunque los hospitales individuales deciden en última instancia qué pacientes se añaden a la lista de espera nacional.

[California extiende la licencia por enfermedad remunerada para los trabajadores contagiados de COVID-19]

Según la recaudación de fondos en línea, D.J. Ferguson fue hospitalizado a finales de noviembre por una dolencia cardíaca que hizo que sus pulmones se llenaran de sangre y líquido. Entonces fue trasladado al Brigham and Women’s, donde los médicos le insertaron una bomba cardíaca de emergencia que, según la familia, sólo pretende ser un parche temporal.

“Es devastador”, dijo Tracey Ferguson. “Nadie quiere ver a su hijo pasar por algo así”.