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Un estudio asocia los embriones congelados a mayor riesgo de hipertensión materna en el embarazo

Un estudio realizado sobre 4.5 millones de mujeres descubrió que el riesgo aumentaba cuando se utilizaban embriones congelados para la fecundación in vitro.

Por Kaitlin Sullivan - NBC News

Someterse a una fecundación in vitro con embriones congelados está relacionado con un mayor riesgo de trastornos de hipertensión, incluida la preeclampsia, durante el embarazo, según una investigación publicada el lunes en la revista Hypertension. 

Aunque la relación entre las transferencias de embriones congelados y la presión arterial elevada no es nueva, la investigación, que incluyó datos de millones de mujeres en Noruega, proporciona una comprensión más clara del riesgo. El estudio es el mayor hasta la fecha que incluye datos de mujeres con embarazos múltiples.

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En general, el riesgo de trastornos de hipertensión fue bajo: alrededor del 7.4% en las mujeres que utilizaron embriones congelados, frente al 5.6% en las que utilizaron embriones frescos y el 4.3% en las que concibieron de forma natural. 

Pero cuando los investigadores ajustaron otros factores que podrían causar trastornos de hipertensión durante el embarazo, como la edad, la hipertensión existente y la obesidad, descubrieron que el riesgo era aproximadamente un 74% mayor cuando se utilizaban embriones congelados, en comparación con la fecundación in vitro con embriones frescos o un embarazo concebido de forma natural.

Además, descubrieron que no había diferencias significativas en el riesgo entre las mujeres que concibieron de forma natural y las que se sometieron a fecundación in vitro con embriones frescos. 

Alrededor del 75% de las mujeres que desarrollaron trastornos de hipertensión en el estudio, desarrollaron preeclampsia, caracterizada por una presión arterial gravemente elevada junto con signos de daño hepático o renal después de la semana 20 de embarazo. Puede ser mortal si no se trata.

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“Si nuestro estudio sólo descubriera que hay una asociación sólo para los trastornos de hipertensión gestacionales aislados, no estaríamos tan preocupados, pero en nuestro análisis adicional descubrimos que había una fuerte asociación entre la fecundación in vitro congelada y la preeclampsia”, explicó el autor principal del estudio, el doctor Sindre Petersen, becario de doctorado de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.

Desarrollar una presión arterial alta durante el embarazo no siempre conlleva complicaciones, pero es importante que los médicos vigilen de cerca a estas mujeres para detectar signos de preeclampsia. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), aproximadamente 1 de cada 12 mujeres en EE.UU. tiene la presión arterial alta durante el embarazo, y aproximadamente 1 de cada 25 mujeres embarazadas desarrolla preeclampsia, según la Asociación Americana del Corazón.

Ruth Gómez, especialista en medicina reproductiva y jefa del Centro de Fertilidad y EPI de Mainz, junto a un criotanque con esperma y embriones congelados en el Hospital Universitario de Mainz, Alemania, el 28 de enero de 2020.
Ruth Gómez, especialista en medicina reproductiva y jefa del Centro de Fertilidad y EPI de Mainz, junto a un criotanque con esperma y embriones congelados en el Hospital Universitario de Mainz, Alemania, el 28 de enero de 2020.Andreas Arnold / Picture Alliance via Getty Images

El nuevo estudio analizó los datos de 4.5 millones de embarazos en Noruega desde 1988 hasta 2015. El grupo incluyó 4.4 millones de embarazos concebidos de forma natural y los comparó con algo más de 78,000 embarazos de fecundación in vitro concebidos con un embrión fresco y unos 18,000 con un embrión congelado. Unos 33,000 de los embarazos correspondieron a mujeres que tuvieron más de un embarazo. 

Según los datos preliminares de los CDC, casi 80,000 bebés nacidos en Estados Unidos en 2020 fueron el resultado de la tecnología de reproducción asistida, que incluye la fecundación in vitro. 

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“La realidad es que las mujeres ahora son mayores cuando tienen su primer embarazo, por lo que son más propensas a necesitar potencialmente tratamientos como la fecundación in vitro, que podrían ser más comunes en el futuro”, señaló el doctor Anum Minhas, cardio-obstetra de Johns Hopkins Medicine, que tampoco participó en la nueva investigación.

Todavía no está claro por qué el uso de un embrión congelado aumenta el riesgo de que una mujer sufra un trastorno de hipertensión, pero una hipótesis es la ausencia de un órgano temporal llamado cuerpo lúteo. 

Cuando una mujer ovula, un folículo de su ovario libera un óvulo. Poco después, ese folículo desarrolla un cuerpo lúteo, que segrega las hormonas necesarias al principio del embarazo. Entre ellas están la progesterona y la relaxina, que actúan conjuntamente para engrosar las paredes del útero y convertirlo en un entorno ideal para el embrión en desarrollo. 

“En las transferencias congeladas artificiales, el cuerpo lúteo se omite. Pero en las transferencias en fresco, sigue estando presente”, afirma Petersen.

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Un estudio anterior publicado en Hypertension en 2019 encontró que las mujeres que conciben sin un cuerpo lúteo tienen un mayor riesgo de preeclampsia. También encontró que el riesgo de preeclampsia era elevado en las mujeres que tenían una transferencia congelada, pero no en las que recibieron un embrión fresco durante la fecundación in vitro. 

La forma en que se desarrolla un embrión también puede influir en los trastornos de hipertensión, explicó la doctora Elizabeth Langen, codirectora del programa de cardio-obstetricia de la Universidad de Michigan, que no participó en la nueva investigación. La congelación de embriones podría influir en el proceso de desarrollo, dijo.

Una de las limitaciones del estudio es que incluyó a participantes de raza blanca en su mayoría.

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“No está claro hasta qué punto se aplica a otros países, especialmente a los que tienen mucha diversidad étnica racial”, dijo Minha, y añadió que el mayor riesgo para las mujeres negras en EE.UU. y las mujeres del sur de Asia en todo el mundo podría ser incluso mayor. 

Petersen subrayó que el riesgo general de preeclampsia sigue siendo bajo y que los resultados del nuevo estudio no deben asustar a las mujeres para que no utilicen embriones congelados.