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Estos son los riesgos para la salud de las mujeres si se anula el caso Roe v. Wade

EE.UU. tiene la mayor tasa de mortalidad materna de los países desarrollados y los expertos advierten que puede empeorar si la Corte Suprema anula la sentencia: “Habrá mujeres que morirán por el embarazo debido a esta decisión”, advierte una ginecóloga.

Por Aria Bendix y Dana Varinsky - NBC News

En caso de que la Corte Suprema anule el caso Roe v. Wade, el cambio supondría una profunda amenaza para la salud materna en Estados Unidos, según los expertos.

Un borrador de opinión filtrado y publicado el lunes por Politico sugiere que es probable que el tribunal revoque la sentencia seminal que consagró el derecho constitucional al aborto hace casi 50 años. El tribunal confirmó la autenticidad del borrador, aunque la decisión final no se espera hasta finales de junio o principios de julio.

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Si se anula, es probable que casi dos docenas de estados prohíban el aborto o restrinjan gravemente su acceso. Trece tienen “leyes de activación” que prohibirían el aborto casi inmediatamente, según un análisis de nuestra cadena hermana NBC News de los datos del Centro de Derechos Reproductivos.

Las investigaciones sugieren que las prohibiciones y restricciones tendrían múltiples efectos en la salud materna. En primer lugar, si más mujeres embarazadas no pueden abortar, correrán el riesgo de sufrir la relativamente alta -y creciente- tasa de mortalidad por causas relacionadas con el embarazo en Estados Unidos, que es especialmente elevada entre las personas de color.

“Habrá mujeres que morirán a causa del embarazo por esta decisión. Punto”, afirmó la doctora Amy Addante, ginecóloga de Illinois y miembro de Physicians for Reproductive Health.

Además, las embarazadas se enfrentarían al riesgo de ser procesadas por intentar interrumpir el embarazo en los estados en los que el aborto está prohibido, y las investigaciones han demostrado que los embarazos no deseados tienen muchas consecuencias perjudiciales a largo plazo para las madres, como una mayor probabilidad de sufrir dificultades económicas y un grave perjuicio para la salud mental.

Los expertos están preocupados por el aumento de las muertes maternas.

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Estados Unidos tiene la mayor tasa de mortalidad materna de todos los países desarrollados. En total, unas 700 mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas con el embarazo en EE.UU., y aproximadamente 3 de cada 5 de esas muertes son evitables, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

“Una de las cosas que más me preocupan es que vamos a ver un aumento de las muertes maternas en este país” si se anula Roe v. Wade, según Lauren Ralph, epidemióloga de la Universidad de California en San Francisco.

Una máquina de ultrasonido se sienta junto a una mesa de examen en una sala de examen en Whole Woman's Health of South Bend el 19 de junio de 2019 en South Bend, Indiana.
Una máquina de ultrasonido se sienta junto a una mesa de examen en una sala de examen en Whole Woman's Health of South Bend el 19 de junio de 2019 en South Bend, Indiana.Scott Olson / Getty Images

La tasa de mortalidad materna en Estados Unidos en 2020 fue de 23.8 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, la más alta desde antes de la anulación de Roe v. Wade, según el Fondo de la Commonwealth, que promueve una mejor atención sanitaria para las comunidades desatendidas. La tasa era mucho más alta entre la población negra: 55.3 muertes, lo que supone casi el triple de la tasa de la población blanca.

Por tanto, un aumento de las muertes maternas “se concentraría en las personas que viven por debajo del umbral federal de pobreza, las personas de color”, indicó Ralph.

La tasa de mortalidad materna en Estados Unidos se duplicó con creces entre 1987 y 2017, según datos de los CDC. Por el contrario, la mortalidad materna en los países de altos ingresos disminuyó ligeramente cada año en promedio durante aproximadamente el mismo período, según un estudio de 2016.

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Algunas investigaciones sugieren que las mujeres a las que se les niega el aborto se enfrentan a un riesgo especialmente alto de problemas de salud relacionados con el embarazo, debido en parte a una mayor probabilidad de retrasar la atención prenatal.

Un estudio publicado el año pasado reveló que aunque la mayoría de los estados de Estados Unidos tenían tasas similares de mortalidad materna en 1995, los que restringieron el acceso al aborto tenían cifras significativamente más altas en 2017 que aquellos con políticas más protectoras.

“Los embarazos no deseados tienen un mayor riesgo de complicaciones médicas, que pueden extenderse más allá una vez que el bebé nace”, recordó Addante.

Ese fue también el hallazgo de un proyecto de investigación de cinco años en el Centro Bixby para la Salud Reproductiva Global de la Universidad de California en San Francisco, llamado The Turnaway Study, que analizó a 1,000 mujeres que buscaron abortos a través de 30 instalaciones en EE.UU.

De ese grupo, las mujeres a las que se les negó el aborto tuvieron más problemas de salud graves, como presión arterial alta o convulsiones, que las que abortaron. Dos mujeres a las que se les negó el aborto murieron a causa de afecciones relacionadas con sus embarazos.

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“Podemos afirmar sin lugar a dudas que si estas personas hubieran podido recibir la atención que deseaban, esas muertes maternas se habrían evitado”, señaló Ralph, uno de los investigadores del estudio.

Abortar de manera segura podría ser de difícil

Los expertos señalan que es poco probable que la anulación de Roe v. Wade provoque más abortos inseguros en Estados Unidos, aunque existe la posibilidad.

“En cuanto a los abortos inseguros, espero que el escenario no sea el de mujeres que mueren por abortar con proveedores de abortos no cualificados. Es un riesgo, pero espero que no”, señaló Susan Wood, directora del Instituto Jacobs de Salud de la Mujer de la Universidad George Washington.

Una diferencia importante para las mujeres que buscan abortar ahora, en comparación con la época anterior a Roe v. Wade, son las píldoras abortivas que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó en el año 2000.

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El régimen consiste en mifepristona, que bloquea la progesterona, y misoprostol, que induce las contracciones. La combinación puede tomarse hasta 10 semanas después de la última menstruación de la paciente. La normativa de la FDA exige que las píldoras sean dispensadas únicamente por proveedores registrados.

En 2020, la combinación de fármacos se utilizó en la mitad de los abortos en Estados Unidos, según el Instituto Guttmacher, un grupo de defensa del derecho al aborto.

En diciembre, la FDA decidió permitir de forma permanente que las pacientes reciban las píldoras por correo después de las citas de telesalud. Pero seis estados -Arizona, Indiana, Montana, Ohio, Oklahoma y Texas- lo han declarado ilegal. 

El aborto con medicamentos es muy seguro: un informe de las Academias Nacionales de Ciencias de 2018 reveló en 2018 que las complicaciones surgen en sólo una fracción de una fración del 1% de las pacientes.

Un estudio más reciente, publicado en febrero, encontró que alrededor del 1% de las personas que se sometieron a abortos con medicamentos autogestionados experimentaron efectos adversos, ninguna de las cuales murió.

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Aun así, no es la opción adecuada para todas las personas que quieren abortar, según Addante.

“No sustituye la necesidad de que el aborto procedimental esté disponible, porque habrá algunas personas para las que sea la opción más segura o que, por razones personales, sea la más adecuada”, opinó.

Si se anula Roe v. Wade, algunas embarazadas no tendrían acceso a ninguna de las dos opciones. A los expertos les preocupan las repercusiones legales.

“La gente tiene más probabilidades de ser criminalizada, encarcelada, procesada y encarcelada por gestionar su propio aborto que de experimentar cualquier complicación médica”, lamentó la doctora Jamila Perritt, presidenta y directora general de Physicians for Reproductive Health.

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Las comunidades de color, los inmigrantes y las personas LGBTQ se encuentran entre los principales objetivos de la criminalización, añadió.

“Mi mayor preocupación es ver cómo una población ya muy marginada se ve empujada aún más al borde de su capacidad para acceder a la atención de la salud reproductiva”, afirmó Addante.

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Consecuencias a largo plazo de los embarazos no deseados

En un análisis realizado en 2020 de los datos del Estudio Turnaway, los investigadores descubrieron que algo más de la mitad de las participantes dijeron que la decisión de abortar era difícil.

Esas mujeres eran más propensas a decir que sentían tristeza, culpa y rabia poco después. Sin embargo, a los cinco años, el 84% manifestó tener sentimientos positivos o neutros.

Los expertos caracterizaron los efectos negativos de negar a alguien un aborto deseado como duraderos e intergeneracionales.

Un estudio del Reino Unido de 2017 analizó específicamente los impactos de la salud mental de la maternidad no planificada en las mujeres con pareja y reveló que nueve meses después del nacimiento, tenían casi el doble de probabilidades de experimentar angustia psicológica que las mujeres con embarazos planificados.

“Vamos a ver potencialmente un aumento de los resultados adversos para la salud mental si las personas se ven obligadas a continuar con el embarazo y, o bien no quieren, o bien no es seguro que lo hagan”, lamentó Addante.

En el estudio Turnaway, se descubrió que las mujeres a las que se les negó el aborto tenían más probabilidades de seguir en contacto con parejas violentas y de tener problemas para afrontar los gastos básicos de la vida que las mujeres que habían abortado.

Sus hijos tenían más probabilidades de vivir por debajo del umbral de pobreza federal que los hijos de las mujeres que habían abortado previamente.

“La mayoría de las personas que solicitan un aborto ya son padres, por lo que saben lo que significa tener hijos”, señaló Perritt. “Están tomando decisiones sobre el acceso a la atención del aborto de forma que les permita seguir cuidando de los hijos que ya tienen”, agregó.