El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió este martes una orden ejecutiva que prohíbe a las entidades públicas imponer el uso obligatorio de mascarillas. La medida entra en vigor este viernes 21 de mayo, a excepción de las escuelas públicas, donde comenzará a estar vigente el 4 de junio.
“Texas, y no el Gobierno federal, debe decidir cuáles son las mejores prácticas de sanidad, por eso no será obligatorio usar mascarillas en los distritos escolares públicos ni en las entidades estatales”, señaló Abbott en un comunicado de prensa. “Podemos seguir mitigando al COVID-19 mientras defendemos la libertad de los texanos que deciden entre usar o no las mascarillas”.
El decreto ejecutivo de Abbott, que impone multas de hasta 1,000 dólares a quien intente obligar a que alguien se ponga mascarilla en contra de su voluntad, excluye a algunas agencias de salud administradas por el Gobierno federal y a los centros penitenciarios del estado y los centros de detención municipales.
Al menos otros dos estados, Florida, y Carolina del Sur, liderados por gobernadores republicanos, han anunciado medidas similares.
La Asociación de Maestros de Texas, el sindicato de docentes más grande de Texas, criticó el anuncio de Abbott al calificarlo de “prematuro”.
Ovidia Molina, la presidente de ese sindicato, dijo que Abbott debería esperar a que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades actualicen sus directrices con respecto al periodo escolar 2021-22.
“La salud y seguridad de nuestros estudiantes, educadores y comunidades deben ser nuestra prioridad mientras tratamos de salir airosos de esta pandemia”, enfatizó Molina en un comunicado.
El anuncio de prohibir el uso obligatorio de mascarillas se produce un día después de la decisión de Texas de poner fin a los beneficios federales de 300 dólares mensuales adicionales por desempleo debido a la crisis sanitaria. El gobernador argumentó que “la ayuda desanima a los trabajadores a reincorporarse a la fuerza laboral”.
De acuerdo al Departamento de Servicios de Salud de Texas, un 41% de la población ha recibido al menos una dosis, y un 32% la vacunación completa contra el coronavirus.
Abbott ya había anunciado en marzo la suspensión del uso obligatorio de mascarillas, como parte de su decisión de levantar las restricciones contra el COVID-19. Entonces, también anunció la eliminación de los límites de capacidad de los establecimientos comerciales, entre ellos los restaurantes.
Con información de AP y The Texas Tribune