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Los hospitales de EE.UU. se preparan para un invierno de virus sin precedentes

Los casos de gripe ya están aumentando en algunas partes de Estados Unidos mientras se siguen diagnosticando miles de infecciones diarias de COVID-19.

Por Erika Edwards y Akshay Syal, M.D. - NBC News

Los hospitales de todo el país se preparan para otro invierno con COVID-19, el primero que se espera que incluya también altos niveles de gripe y otras enfermedades respiratorias que se han mantenido a fuego lento en el fondo durante los dos últimos años.

Los casos de gripe ya están aumentando en algunas partes de Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Los pediatras también están viendo un número creciente de niños enfermos con el virus respiratorio sincitial (RSV, por su sigla en inglés) y enterovirus.

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Y a pesar de la tendencia a la baja de coronavirus, cada día se diagnostican decenas de miles de nuevos casos.

La convergencia de los virus está afectando a los sistemas sanitarios, que se ven obligados a hacer frente a la escasez de personal que se agravó durante la pandemia.

“Si vas por todo el país y preguntas a los hospitales cómo están de ocupados, todos y cada uno de ellos te lo dirán: están ocupados”, explicó el doctor Carlos del Río, decano ejecutivo asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory y del Sistema de Salud Grady de Atlanta.

Los trabajadores de la salud están renunciando en un 23% más que cuando comenzó la pandemia, lo que refleja una tendencia más amplia a nivel nacional de los trabajadores que abandonan sus puestos de trabajo, según Health System Tracker, un esfuerzo conjunto entre las organizaciones sin fines de lucro Peterson Center on Healthcare y Kaiser Family Foundation para supervisar el rendimiento del sistema de salud de Estados Unidos.

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“Las enfermeras estaban en primera línea, y algunas de ellas se agotaron y renunciaron”, explicó el doctor James McDeavitt, vicepresidente ejecutivo y decano de asuntos clínicos del Colegio de Medicina Baylor de Houston. “Otros que tenían entre 50 y 60 años y que quizá pensaban que iban a trabajar otros cinco años se jubilaron anticipadamente”, agregó.

El doctor Bernard Camins, director médico de prevención de infecciones en el Sistema de Salud Mount Sinai de Nueva York, ha observado un “éxodo masivo” similar de trabajadores sanitarios que se jubilaron anticipadamente o se cambiaron de profesión.

Un trabajador sanitario junto al Brooklyn Hospital Center en Nueva York, el 1 de abril de 2020.
Un trabajador sanitario junto al Brooklyn Hospital Center en Nueva York, el 1 de abril de 2020.Tayfun Coskun / Anadolu Agency via Getty Images

Ahora “hay una lucha constante por contratar a gente nueva”.

El déficit de personal significa que hay poco margen de maniobra para acomodar cualquier oleada adicional de pacientes, ya sean enfermos de COVID-19, gripe u otra enfermedad.

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“No hay exceso de capacidad en los hospitales. Cualquier cosa que aumente el número de pacientes va a inclinar la balanza”, aseguró del Río.

A pesar de la escasez, los responsables de los hospitales aplauden a los trabajadores sanitarios que han sabido mantener el rumbo y están preparados para esta nueva fase de las enfermedades infecciosas.

La moral es “bastante buena”, dijo McDeavitt. “Hemos pasado de la fase inicial de la pandemia, en la que nos preguntábamos si íbamos a enfermar y a morir potencialmente”, añadió.

“Creo que esas preocupaciones se han aliviado. Ahora sabemos cómo manejarlo”, apuntó.

¿Dónde estamos ahora?

Las notificaciones de casos de COVID-19 han ido disminuyendo de forma constante desde principios de agosto. Hasta el 6 de octubre, la media de nuevos casos por día, basada en una media de siete días, era de 44,743, la más baja desde abril.

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Las hospitalizaciones relacionadas con el COVID-19 también siguen bajando. El 5 de octubre, el número medio diario de camas de hospital utilizadas por un paciente de coronavirus era el más bajo desde junio, con 27,161.

Sin embargo, a medida que llega el frío y la gente se reúne cada vez más en el interior, se espera que los casos de coronavirus aumenten.

Un análisis reciente de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, predice que el promedio de casos de COVID-19 por día en todo el país aumentará en más de un 10% en las próximas semanas.

“Veremos un aumento de los casos de coronavirus -probablemente no en la medida en que lo vimos en el invierno de 2020 y el invierno de 2021-, pero veremos un aumento”, pronosticó Matthew Binnicker, director de virología clínica de la Clínica Mayo. “La mayor parte de ellas serán infecciones que provocan una enfermedad de leve a moderada”, apuntó.

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Esta predicción refleja lo que se sabe hasta ahora sobre el funcionamiento de las últimas vacunas contra el COVID-19. Aunque las vacunas no evitan que una persona enferme después de una infección, han demostrado a lo largo de la pandemia que mantienen a las personas infectadas fuera del hospital y sin morir.

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“El aumento de las hospitalizaciones y las muertes que veamos va a depender realmente de la medida en que la gente se ponga al día con sus vacunas”, especialmente los que corren mayor riesgo de padecer enfermedades graves, como los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios débiles, dijo Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown.

Es muy probable que este invierno volvamos a ver la gripe rugir con fuerza"

DR. DAN USLAN

La gran mayoría de los casos de coronavirus que circulan ahora son una subvariante omicrónica, BA.5. La última versión de la vacuna COVID-19 está dirigida a la subvariante BA.5, pero desde su debut en septiembre, menos del 4% de las personas con derecho a recibir la vacuna adicional la han recibido.

El Fondo de la Commonwealth predijo recientemente que podrían evitarse más de 745,000 hospitalizaciones relacionadas con el COVID-19 y más de 75,000 muertes de este tipo, si más personas se pusieran la vacuna bivalente.

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Los Estados Unidos también están viendo el comienzo de lo que se espera que sea la primera temporada de gripe dura en años. Aunque las cifras globales siguen siendo bajas, los CDC informaron de un aumento de las pruebas positivas de gripe la semana pasada.

“Es muy probable que este invierno la gripe vuelva a rugir con fuerza”, según el doctor Dan Uslan, codirector de prevención de infecciones de UCLA Health en Los Ángeles.

Lo que está ocurriendo en Australia podría ser un anticipo: el país está saliendo de su peor temporada de gripe en al menos cinco años, según el Departamento de Salud y Atención a la Tercera Edad del país. 

“Los datos del hemisferio sur no son buenos”, afirmó Binnicker, de la Clínica Mayo. “Tenemos que redoblar las medidas de prevención”, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social. 

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Ya hay indicios de que los virus están circulando más que en los últimos años.

Los pediatras han empezado a ver “un gran número de pacientes gravemente enfermos con enfermedades respiratorias”, indicó l a doctora Sarah Combs, médico de urgencias del Children’s National de Washington D.C. Las enfermedades no están necesariamente relacionadas con el coronavirus o la gripe.

“Vemos a un niño tras otro que viene con problemas respiratorios relacionados con lo que comúnmente se llamaría simplemente un resfriado”, señaló Combs. Se trata de niños que no tienen asma ni otras enfermedades pulmonares crónicas que les hagan más susceptibles de sufrir problemas respiratorios. 

“Llegan con un resfriado y en 24 horas les cuesta respirar”, explicó.

Los CDC recomiendan una vacuna anual contra la gripe para todas las personas de 6 meses o más. Los niños menores de 9 años que nunca se hayan vacunado contra la gripe deberían recibir dos este año, con un intervalo de al menos cuatro semanas, según los CDC.