Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron este viernes su primer informe sobre la variante ómicron del coronavirus en Estados Unidos, que, a partir de apenas unas decenas de contagios detectados hasta el momento, indica que los casos han sido leves, con síntomas como tos o secreción nasal, aunque enfatizan que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre cómo se propagará en el país.
La llegada de ómicron, que ya ha sido detectada ya en al menos 22 estados, preocupa porque ya se está registrando un fuerte aumento de las hospitalizaciones y muertes por COVID-19, en especial entre las personas no vacunadas, debido a la variante delta, más contagiosa y letal y que lleva meses extendiéndose por el país.
Este repunte de casos aumenta la presión sobre el personal de la salud y está saturando los hospitales del país, hasta el punto de que algunos estados (como Maine, Nueva York y New Hampshire) han movilizado incluso a la Guardia Nacional.
En Nueva York, además, la gobernadora, la demócrata Kathy Hochul, anunció este viernes un mandato de mascarillas que regirá hasta el 15 de enero en todos los espacios públicos cerrados para quienes no presenten una prueba de vacunación. Los infractores pueden enfrentar multas de hasta 1,000 dólares.
“Estamos entrando en una época de incertidumbre y podríamos estancarnos o nuestros casos podrían salirse de control”, explicó.
[No, las mascarillas no afectan el desarrollo y aprendizaje de los niños]
El informe de los CDC publicado este viernes ofrece sin embargo algo de esperanza a partir de la evolución de 43 pacientes con la nueva variante ómicron, de los cuales sólo uno fue hospitalizado.
Más de la mitad de las personas infectadas eran jóvenes, de entre 18 y 39 años, y presentaron en su mayoría síntomas como tos, fatiga y congestión o secreción nasal. Pero los expertos piden ser cautelosos con estos datos: más del 75% de los pacientes ya estaban completamente vacunados y algunos habían tenido coronavirus con anterioridad.
Los CDC señalaron además que pueden pasar varios días o semanas antes de que aparezcan síntomas graves en algunas personas.
"Todavía no estamos fuera de peligro", dijo John Moore, profesor de microbiología e inmunología en el Weill Cornell Medical College a NBC News, aunque remarcó que el informe era "alentador".
Muertes y hospitalizaciones de no vacunados
Las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado un 40% a nivel nacional en comparación con el mes pasado, según datos del Departamento de Salud. En promedio, unas 1,300 personas mueren por día en Estados Unidos debido al coronavirus.
La mejor protección es la vacunación, pero hasta el jueves solo el 64,3% de las personas elegibles se habían inmunizado por completo en el país, y menos de un tercio habían recibido el refuerzo, según datos de los CDC.
Danielle Williams, enfermera del Hospital Sparrow en Michigan, relató el impacto del virus en los pacientes. “Antes de entrar por la puerta, tenían una vida normal. Eran personas sanas. Estaban celebrando el Día de Acción de Gracias”, dijo Williams. “Y ahora están aquí, con una máscara en la cara, los ojos llorosos, mirándome, preguntándome si van a vivir o no”, relató a CNN.
En Michigan, los hospitales del estado han visto un aumento del 88% de los pacientes con coronavirus en el último mes. Las cifras están en aumento en particular por los que no se han inmunizado.
[EE.UU. anuncia nuevas restricciones para los viajeros ante la variante ómicron]
“Desde enero, hemos tenido alrededor de 289 muertes: el 75% son personas que no estaban completamente vacunadas”, dijo a CNN Jim Dover, presidente de Sparrow Health System. “No hemos tenido ni una sola persona que haya recibido una vacuna de refuerzo que haya muerto a causa del coronavirus”, agregó Dover.
Si continúa el nivel de muertes por el virus actual, Estados Unidos tendrá antes de la Navidad más de 800,000 muertes por coronavirus, aproximadamente el equivalente a la población del área metropolitana de Charleston, Carolina del Sur, según Axios.