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Los bebés reaccionan desde el útero a lo que come su madre: sonríen con las zanahorias y tuercen el gesto con la col

La expresión de la cara de un grupo de bebés captada a través de ecografías en 4D, constituye la primera evidencia directa de que el feto reacciona a los sabores de los alimentos ingeridos por la madre.

Por Aria Bendix - NBC News

Los fetos en el vientre materno fruncen el ceño cuando sus madres comen col rizada, pero sonríen cuando comen zanahorias, según un nuevo estudio realizado en Inglaterra sobre un centenar de mujeres embarazadas y sus fetos.

El estudio ofrece una visión poco frecuente de cómo responden los fetos a los sabores en tiempo real.

Los investigadores dieron a las mujeres participantes cápsulas que contenían versiones en polvo de los dos alimentos. Treinta y cinco mujeres consumieron el equivalente a una zanahoria mediana, y 34 mujeres consumieron el equivalente a 100 gramos de col rizada picada. Las 30 mujeres restantes no consumieron ninguno de los dos.

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Veinte minutos después, las ecografías mostraron que la mayoría de los fetos expuestos al sabor de la col rizada parecían hacer una mueca, mientras que la mayoría de los expuestos a la zanahoria parecían reír. El grupo de control, por su parte, no tuvo las mismas respuestas.

“Somos los primeros que hemos podido mostrar realmente en una ecografía las expresiones faciales en relación con el alimento que la madre acaba de consumir”, afirma Nadja Reissland, coautora del estudio y directora del Laboratorio de Investigación Fetal y Neonatal de la Universidad de Durham.

Investigaciones anteriores han demostrado que el líquido amniótico que rodea al feto puede tener olores o sabores diferentes según la dieta de la embarazada.

Un estudio de 2001 también descubrió que los bebés expuestos al sabor de la zanahoria a través del líquido amniótico o de la leche materna mostraban menos expresiones faciales negativas en reacción a los cereales con sabor a zanahoria que los bebés que no habían tenido esas exposiciones previas. Pero el estudio examinó las respuestas de los bebés sólo fuera del útero.

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Los fetos de la nueva investigación tenían entre 32 y 36 semanas de gestación. (Un embarazo medio dura 40 semanas desde la última menstruación).

Una imagen del estudio FETAP (Fetal Taste Preferences) que muestra la reacción de una mueca al sabor de la col rizada.
Una imagen del estudio FETAP (Fetal Taste Preferences) que muestra la reacción de una mueca al sabor de la col rizada.Laboratorio de investigación fetal y neonatal, Universidad de Durham

Las imágenes de las ecografías sugieren reacciones similares a las de los niños o los adultos que prueban algo amargo, dijo Reissland, pero no se sabe si los fetos realmente experimentan emociones o disgustos de manera similar.

Las muecas en las ecografías “podrían ser sólo los movimientos musculares que reaccionan a un sabor amargo”, señaló Reissland.

Sin embargo, añadió que se sabe que los fetos hacen expresiones faciales.

“Si se observa a partir de las 24 a 36 semanas de gestación, sus expresiones se vuelven cada vez más complejas”, indicó Reissland.

El doctor Daniel Robinson, profesor asociado de neonatología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, que no participó en la nueva investigación, advirtió igualmente que la gente no debería interpretar las imágenes de la ecografía como si mostraran la felicidad o el desagrado de los fetos.

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Sin embargo, señaló que “existe la idea de que los recién nacidos y los bebés tendrán preferencia por los sabores más dulces, y hay ideas evolutivas detrás de eso”.

Al diseñar el nuevo estudio, Reissland y su equipo eligieron col rizada y zanahorias en polvo en lugar de zumos o verduras crudas por varias razones. En primer lugar, el polvo facilitó que cada participante consumiera el mismo número de calorías. (También se pidió a las mujeres que no consumieran nada que contuviera zanahorias o col rizada el día de la exploración).

Reissland dijo que también se utilizaron las cápsulas porque algunas mujeres embarazadas no soportaban el sabor de la col rizada, y a los investigadores les preocupaba que sus reacciones negativas influyeran en las respuestas de los fetos.

“Tuve a varias personas en el laboratorio y traté de darles a beber un zumo de col rizada, y deberías haber visto las expresiones”, señaló Reissland.

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En tercer lugar, las cápsulas ayudaron a evitar que el sabor se diluyera demasiado mientras se procesaba en el cuerpo.

“El sabor amargo llega al intestino delgado y luego a la sangre de la madre y después a la placenta y al líquido amniótico”, dijo Reissland. “Este proceso parece durar unos 20 minutos, y lo que se obtiene entonces es una reacción específica de los fetos a ese sabor”.

Las imágenes del estudio FETAP (Fetal Taste Preferences) muestran una reacción a las zanahorias a la izquierda, en comparación con una cara neutral a la derecha.
Las imágenes del estudio FETAP (Fetal Taste Preferences) muestran una reacción a las zanahorias a la izquierda, en comparación con una cara neutral a la derecha.Laboratorio de investigación fetal y neonatal, Universidad de Durham

Reissland cree que su estudio podría mejorar nuestra comprensión de cómo la exposición a los sabores en el útero afecta a los hábitos alimentarios más adelante en la vida. Si un feto prueba repetidamente la col rizada en el útero, por ejemplo, es más probable que ese bebé tolere -o incluso disfrute- el sabor cuando empiece a comer alimentos sólidos.

Robinson dijo que los científicos ya han descubierto que la exposición a diferentes tipos de alimentos en los primeros meses de vida “puede ayudar a la disposición o aceptación de los alimentos más adelante en la infancia".

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“La dieta durante el embarazo es realmente importante e influye en la salud no sólo del feto en desarrollo, sino del futuro de ese niño”, dijo.

Las madres que tienen una dieta saludable durante el embarazo también pueden descubrir que sus bebés son menos quisquillosos al comer, dijo Reissland.

“Si conseguimos que a los niños les gusten las verduras y que no les gusten tanto los dulces, eso podría ayudarles a ganar peso y a equilibrarlo”.