Por Erika Edwards – NBC
Las autoridades sanitarias están instando a la población a vacunarse contra la gripe, en un intento de evitar una mayor carga en los hospitales ya desbordados por el COVID-19 y otros virus. La insistencia en inmunizarse lo antes posible se debe a que dos estudios advierten de que esta temporada de gripe podría ser miserable.
"Hay algunos factores que no podemos controlar en cuanto a la gravedad de la temporada de gripe", dijo Xiaoyan Song, jefe de control de infecciones del Hospital Nacional Infantil de Washington D.C. "Pero hay algunos sobre los que tenemos un control absoluto", agregó.
“Vacúnense”, señaló.
Es claramente difícil predecir qué pasará en cualquier temporada de gripe. Pero una combinación de factores podría hacer que este invierno sea especialmente duro, según expertos.
Los niños están volviendo a las escuelas, en muchas ocasiones en comunidades que han relajado los mandatos de uso de mascarilla y las medidas de distanciamiento físico. Y como la gripe fue mínima o inexistente el año pasado, la gente no estuvo expuesta al virus, lo que podría socavar la protección que normalmente tendrían.

"Gran parte de la inmunidad que tenemos como población se debe a que hay personas tuvieron gripe el año anterior y si está circulando una cepa similar, no contraerán la gripe de nuevo", dijo recientemente el doctor Mark Roberts, director de Public Health Dynamics Laboratory de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, durante una sesión informativa para los medios de comunicación.
En otras palabras, dijo, el drástico descenso de los casos de gripe del año pasado tiene el potencial de aumentar drásticamente los de este año.
Utilizando modelos matemáticos, Roberts y su equipo realizaron dos estudios destinados a predecir las hospitalizaciones durante esta temporada de gripe. Ambos estudios se publicaron en un servidor de preimpresión llamado medRxiv y no han sido revisados por otros expertos.
En promedio, unas 200,000 personas son hospitalizadas durante la temporada de gripe cada año, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El equipo de Roberts calculó que la temporada de gripe 2021-22 podría provocar hasta 600,000 hospitalizaciones de este tipo.
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Ese es el peor escenario posible, indican los expertos, si hay una cepa de gripe extremadamente contagiosa, junto con bajas tasas de vacunación. Afortunadamente, en este momento, no hay variantes de gripe nuevas o preocupantes en el horizonte, según William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
Pero en ese caso, los modelos sugieren que el 75% de las personas deberían vacunarse contra la gripe para evitar las hospitalizaciones adicionales en el país. En general, sólo la mitad de la población se vacuna anualmente contra la gripe.
El llamado a la población a inmunizarse se produce en un momento en que muchos hospitales tienen una avalancha de pacientes –especialmente niños– enfermos de virus que normalmente sólo se ven durante el invierno, como el virus respiratorio sincitial, o VRS.
Estos virus, entre los que se encuentran los que causan el crup (laringotraqueobronquitis aguda) y la enfermedad de manos, pies y boca, "aparecieron con mucha fuerza en el transcurso de la primavera y el verano, ya que la gente se relajó en términos de usar máscaras y mantener la distancia social", dijo David Kimberlin, codirector de la división de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Alabama en Birmingham. Ahora, señaló, "todo es variante delta del COVID. Estamos desbordados de casos de COVID-19. Nuestro hospital está lleno".
Si añadimos la gripe a la mezcla, dijo, "tiene el potencial de ser catastrófico".
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Schaffner, del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, estuvo de acuerdo.
"Es muy posible que tengamos tres virus principales" circulando este invierno, dijo.
Más allá de los cálculos matemáticos, lo que usualmente predice cómo será la temporada de gripe en el hemisferio norte es lo que haya ocurrido en el hemisferio sur, donde está terminando el invierno. La actividad de la gripe allí ha sido baja, en gran medida porque muchos países siguen centrados en mitigar el contagio del virus, según Song. Los datos muestran una "fuerte correlación" entre el aumento de las medidas de salud pública y la disminución de la propagación del virus, dijo.
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Las vacunas antigripales son clave en esas medidas, aunque no son tan efectivas como han demostrado ser las que se aplican contra el COVID-19. Durante la temporada 2018-19, las vacunas antigripales tuvieron una efectividad general de apenas el 29%. Kimberlin dijo que, en promedio, las vacunas contra la gripe tienen una efectividad de alrededor del 50%.
Cuando se producen infecciones gripales, suelen ser leves y no requieren hospitalización, dijo el martes la Academia Estadounidense de Pediatría en su recomendación oficial de que los niños a partir de 6 meses se vacunen contra la gripe.
Mantener a los pacientes con gripe, especialmente a los niños, fuera de los hospitales este invierno es fundamental, dado que hay otros virus en juego.
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"Las vacunas contra la gripe no son extraordinarias, pero son buenas", dijo Kimberlin. "Si voy a la batalla y alguien me dice: '¿Quieres ponerte una armadura en el 50% de tu cuerpo o no llevar nada?' ¿Qué crees que voy a hacer?", agregó.
"Aprovechar lo que tenemos", destacó.