Una jueza federal de distrito en Washington, D.C., levantó este miércoles la prohibición de que los mexicanos entren a Estados Unidos para vender plasma sanguíneo.
La jueza Tanya Chutkan concedió una orden judicial preliminar que anula la política anunciada el año pasado por los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés), que prohibía a los mexicanos —muchos de ellos con visas de turismo B1 y B2— participar en lo que se había convertido en un negocio multimillonario a lo largo de la frontera, como reporta el portal investigativo ProPublica.
Chutkan, que fue nombrada para su cargo por el expresidente Barack Obama, dictaminó que los funcionarios de la CBP "no habían tenido en cuenta" hasta qué punto las empresas de plasma sanguíneo dependían de los donantes mexicanos y dijo que no habían justificado adecuadamente la política, que entró en vigencia en julio de 2021.
Al dictar la orden judicial preliminar, Chutkan consideró que las empresas dedicadas a esta actividad tenían "probabilidades de éxito" para anular la prohibición si el caso llegaba a juicio.
Un portavoz de la CBP declinó contestar a ProPublica si la agencia planea apelar el fallo. "Este asunto todavía está en litigio", dijo.
Empresas como la farmacéutica Grifols, con sede en España, que se había asociado con su rival CSL Plasma, con sede en Australia, para demandar a la CBP por la prohibición, ya están invitando de nuevo a los mexicanos para que se acerquen a vender su plasma en Estados Unidos.
"La decisión es una buena noticia para los pacientes de Estados Unidos, y de todo el mundo, que dependen de los medicamentos hechos con plasma que salvan vidas ", dijo un representante de Grifols al medio citado.
Hasta el 10% del plasma sanguíneo recogido en EE.UU. —millones de litros al año—, según ProPublica, proviene de mexicanos que cruzan la frontera con visados que permiten visitas breves por negocios y turismo.
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Estados Unidos representa aproximadamente el 60% del plasma recogido en todo el mundo.
Los riesgos de la donación frecuente
Antes de la prohibición, para Raúl (nombre protegido) la venta de plasma era su principal ingreso. Él lo donaba hasta ocho veces al mes, dos veces por semana, según reporta el periódico local mexicano El Diario.
"Para mí esta práctica me representaba un trabajo, en el cual lograba obtener hasta 18,000 pesos mensuales (alrededor de 898 dólares)", dijo Raúl.
Manuel, quien también dio su testimonio sin apellido a El Diario, llegó en agosto de 2021 a Estados Unidos para donar su plasma, cuando la prohibición aún estaba vigente.
"Venía [a Estados Unidos] dos veces por semana y me pagaban hasta 150 dólares por semana. Con ese dinero sobreviví varios meses", dijo y aclaró que nunca le pidieron visa.
Gamaliel, un residente de Ciudad Juárez, México, que habló con ProPublica, dijo que el levantamiento de la prohibición le da, sobre todo, tranquilidad.
"Finalmente podemos cruzar [la frontera] sin miedo", dijo Gamaliel. "Siempre fue muy arriesgado".
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Pese al levantamiento de la prohibición, Gamaliel dijo que venderá su plasma solo en caso de alguna emergencia financiera, pues sabe de los riesgos asociados con la donación frecuente de plasma.
Algunos donantes frecuentes, según ProPublica, estaban bajos de peso y mostraban niveles bajos de anticuerpos.
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En su sentencia, Chutkan señaló que había considerado los riesgos para la salud de los donantes y citó estudios que analizaban los posibles efectos negativos, a largo plazo, de las donaciones de plasma.