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Las dietas más populares ayudan a perder peso pero pueden no ser tan buenas para la salud del corazón

Por primera vez, la Asociación Estadounidense del Corazón clasifica a las dietas populares como la keto, paleo y mediterránea, en función de sus directrices de salud cardiovascular.

Por Linda Carroll - NBC News

Algunas de las dietas más populares pueden ayudar a perder peso, lo que puede reducir el riesgo de cardiopatías. Pero un plan de alimentación que incluya muchos aceites y grasas saturadas poco saludables también puede aumentar el riesgo de cardiopatías, aunque ayude a adelgazar.

Por eso, un comité de expertos de la Asociación Estadounidense del Corazón ha elaborado una clasificación de las 10 mejores dietas, puntuándolas según el grado de cumplimiento de las directrices para un corazón sano.

Es la primera vez que la asociación cardiaca clasifica a las dietas más populares. El listado, publicado este jueves en Circulation, otorgó las puntuaciones más bajas a las dietas paleo y ketogénica (apodada keto), por su dependencia de las grasas de origen animal, como la mantequilla y los lácteos, a la vez que restringe los carbohidratos.

La dieta mediterránea y los enfoques dietéticos para detener la hipertensión (también conocidos como dieta DASH), que se centran en los cereales integrales, las verduras y los lácteos bajos en grasa, obtuvieron la máxima puntuación. Las dietas pescetariana (comer pescado pero no carne roja) y vegetariana también obtuvieron buenas puntuaciones por sus beneficios para el corazón.

Según Christopher Gardner, presidente del comité y profesor de medicina en la Universidad de Stanford, no es que comer grasas en general sea malo para el corazón. Las grasas insaturadas (como los aceites vegetales, provenientes de la oliva o el girasol, o el pescado, el salmón, y las nueces) pueden reducir los niveles de colesterol malo y disminuir el riesgo de cardiopatías.

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Gardner y otros miembros del comité calificaron las dietas según su grado de cumplimiento de las directrices científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón que son:

  • Comer una amplia variedad de verduras y frutas.
  • Escoger alimentos que contengan principalmente cereales integrales en vez de refinados.
  • Elegir fuentes saludables de proteínas como plantas (legumbres y frutos secos), pescados y mariscos, y productos lácteos desnatados o bajos en grasa en vez de productos lácteos enteros.
  • Si se incluye carne, los cortes deben ser magros y deben evitarse las formas procesadas.
  • Usar aceites vegetales líquidos (oliva, cártamo, maíz) en lugar de grasas animales (mantequilla y manteca de cerdo) y aceites tropicales (coco, palmiste).
  • Consumir alimentos mínimamente procesados en lugar de ultraprocesados.
  • Limitar el consumo de bebidas y alimentos con azúcares añadidos.
  • Elegir y preparar alimentos con poca o ninguna sal.
  •  Evitar o limitar el consumo de alcohol.

En el nuevo informe, el comité dividió las dietas en cuatro niveles, en función de la puntuación otorgada a cada lineamiento.

Las dietas con mejor puntuación fueron:

  • La DASH (enfoques dietéticos para detener la hipertensión), por su apuesta por el pescado, la carne de ave, las legumbres, los frutos secos y los lácteos bajos en grasa.
  • Mediterránea, rica en mariscos, verduras, frutos secos y cereales integrales.
  • Vegetariana, que incluye huevos, lácteos o ambos.
  • Pescetariana, que se basa en el pescado como principal fuente de proteínas.

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Las dietas vegana y las bajas en grasas se situaron en segundo lugar. Ambas fomentan el consumo de legumbres y frutos secos, mientras limitan el alcohol y los alimentos y bebidas con azúcares añadidos.

Sin embargo, seguir una dieta vegana estricta podría contribuir a la deficiencia de vitamina B-12, según los expertos en cardiología. Las dietas bajas en grasas perdían puntos por tratar a todas las grasas por igual y porque la gente tendía a sustituir las grasas por carbohidratos o azúcares añadidos.

El tercer nivel incluye las dietas muy bajas en carbohidratos y muy bajas en grasas por ser pobres en fibra o por restringir las frutas, los frutos secos y las grasas saludables, como los aceites vegetales.

Las dietas keto y paleo también estaban en el cuarto nivel, en parte por las restricciones de frutas, cereales integrales y legumbres, que pueden reducir la ingesta de fibra, según Gardner.

Deepak Bhatt, director de Mount Sinai Heart y profesor de medicina cardiovascular en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, dijo: "Las recomendaciones no sólo concuerdan con la ciencia, sino que probablemente coinciden con lo que nuestras madres nos dijeron mientras crecíamos: come frutas y verduras".

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Las dietas mejor valoradas también hacen hincapié en los cereales integrales, que "no sólo reducen el riesgo cardiovascular, sino también el riesgo de cáncer y otras dolencias, como la diabetes", señaló Bhatt, que no participó en el nuevo informe.

Brooke Aggarwal, profesor asistente de ciencias médicas en la división de cardiología de la Universidad de Columbia, dijo que la asociación "ha hecho un gran trabajo al analizar las dietas populares y categorizarlas de acuerdo a cómo se alinean con sus directrices".

"Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, por lo que todos deberíamos preocuparnos por cómo prevenirlas", dijo Aggarwal.

Para las personas atraídas por las dietas keto y paleo, comer más grasas insaturadas podría ayudar. "Si se prefiere la carne roja, entonces debe ser magra", dijo Aggarwal.

La clave para reducir el riesgo de cardiopatía es aumentar el consumo de frutas y verduras, elegir fuentes saludables de proteínas y reducir al mínimo los alimentos procesados.

"Todo se reduce a lo que una persona puede cumplir y adaptar a su estilo de vida", afirma Aggarwal. "Controlar el peso es importante".