Por Alex Tabet - NBC News
Decenas de miles de personas no pasarán las vacaciones y celebraciones de fin de año con sus familias en Estados Unidos, sino que estarán encerradas en aislamiento después de contraer COVID-19, en medio de un aumento de casos en el país por la variante ómicron.
Científicos de la Universidad de California en San Francisco confirmaron el primer paciente infectado con la nueva variante en el país el pasado 1 de diciembre. Desde entonces, ómicron ha sido detectada en los 50 estados hasta esta semana y ha trastocado planes de reuniones de fin de año.
Ómicron ha disparado los casos de coronavirus en el país. Esta semana el país alcanzó un promedio de 167,683 casos cada siete días. No se había registrado un número similar de contagios desde el último pico provocado por la variante delta en septiembre.
“No habría ido a fiestas de Navidad o bares si lo hubiera sabido”, dijo Charlotte Wynn, de 24 años, consultora de los suburbios de Boston que recientemente dio positivo. “Esas cosas no tienen sentido si uno piensa en lo que es realmente importante: poder pasar la Navidad con la familia”, indicó.
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Emily Maldonado, de 27 años y residente de Nueva York, esperaba con ansias la visita de su madre desde Texas este fin de semana. Maldonado planeaba sorprenderla con boletos para ver Radio City Rockettes y celebrar juntos la festividad luego de una agotadora pandemia en la que perdieron a tres seres queridos debido al COVID-19. Pero Maldonado contrajo el virus y su madre tuvo que cancelar el viaje.
“Ha sido un año largo en general, y realmente necesitaba a mi mamá antes de que termine”, dijo Maldonado. “Y me preocupa que mi mamá se enferme por cómo se está transmitiendo ahora el virus”, señaló.
Albert R. Lee, de 45 años, profesor adjunto de música en la Universidad de Yale, dijo que está preocupado por la reunión familiar después de que dio positivo al COVID-19 el martes por la noche. No saldrá del aislamiento hasta después de Navidad, pero le preocupa que su madre se reúna con amigos que no estén vacunados.
“Mi mamá tiene más de 70 años y solo quiero mantenerla a salvo”, dijo Lee, quien agregó que planea tener una conversación con ella sobre limitar las reuniones de Navidad a personas vacunadas y que han recibido la dosis de refuerzo.
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James Nakajima, de 27 años, quien es originario del Reino Unido y vive en Nueva York, dijo que estaba agradecido de haber recibido la vacuna de refuerzo, en especial después de que él y su compañero de cuarto contrajeron coronavirus recientemente.
“Recibí la dosis antes de exponerme al virus y no he tenido síntomas”, dijo. “Eso fue un contraste con mi compañero de cuarto, que aún no había recibido el refuerzo, y estuvo bastante enfermo durante unos días. Eso es anecdótico, pero siento que me protege”, agregó.
Nakajima dijo que pospuso sus planes de viaje hasta que termine su período de aislamiento y que espera poder hacer sus actividades tradicionales navideñas un par de días después.
“Cuando pueda volar de regreso, podré dar agradables paseos familiares y comeremos juntos”, dijo. “Estoy tratando de mirar hacia adelante y no preocuparme demasiado por perderme el día de Navidad”, explicó.
Tri Tran, de 25 años, que emigró a Estados Unidos desde Vietnam cuando tenía 11 años y no celebraba la Navidad cuando era niño, estaba emocionado de vivir la celebración por primera vez. “No tengo ninguna tradición navideña, pero estaba planeando ir a St. Louis con mi pareja para celebrar la Navidad con su familia”, dijo. Pero después de que dio positivo al virus el sábado por la noche, Tran canceló sus planes de viaje.
Esta temporada navideña va camino a ser una decepción para muchos, pero Lee dijo que está tratando de mantenerse positivo. “Solo quiero seguir adelante y mantener una actitud positiva, esperanzada y en oración por aquellas personas que tal vez no están vacunadas y están lidiando con todo el peso del virus”, dijo.