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La FDA prohíbe la venta de cigarrillos electrónicos de Juul

Las autoridades sanitarias consideran que estos productos de vapeo “han desempeñado un papel desproporcionado en el alza del consumo de tabaco entre los jóvenes”.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) prohibió este jueves la venta de los cigarrillos electrónicos y otros productos de la empresa Juul, ordenando además la retirada de los que ya están en el mercado en EE.UU.

Los productos afectados incluyen el dispositivo electrónico de Juul, las cápsulas con sabor a tabaco de Virginia con concentraciones de nicotina de 5% y 3%; y las cápsulas con sabor a mentol con concentraciones de nicotina de 5% y 3%. 

La FDA considera que estos productos "han desempeñado un papel desproporcionado en el alza del consumo de tabaco de jóvenes".

“Es una muestra más en el compromiso de la FDA para garantizar que todos los productos de cigarrillos electrónicos y sistemas electrónicos de suministro de nicotina que se comercializan a los consumidores cumplan con nuestras normas de salud pública”, señaló el comisionado de la FDA, Robert M. Califf.

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La orden no impide a los consumidores poseer o utilizar productos Juul.

La compañía aseguró por su parte en un comunicado que está "respetuosamente en desacuerdo con las conclusiones y la decisión de la FDA".

"Seguimos creyendo que hemos proporcionado suficiente información y datos basados en investigaciones de alta calidad para abordar todas las cuestiones planteadas por la agencia", declaró Joe Murillo, director de Regulación de Juul Labs, y añadió que buscará apelar la decisión de la agencia.

Hasta ahora, la FDA no ha encontrado pruebas de que los cigarrillos electrónicos o las cápsulas supongan una amenaza inmediata para la salud. Sin embargo, la agencia dijo que había "datos insuficientes y contradictorios" sobre la toxicidad de los productos y sobre “sustancias químicas potencialmente dañinas que se filtran de las cápsulas de e-líquido patentadas de la compañía”.

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"La FDA tiene la tarea de garantizar que los productos del tabaco que se venden en este país cumplan con la norma establecida por la ley, pero la responsabilidad de demostrar que un producto cumple con esas normas recae en última instancia en los hombros de la empresa", dijo en un comunicado Michele Mital, directora en funciones del Centro de Productos del Tabaco de la FDA.

La medida forma parte de un amplio esfuerzo de la FDA para someter a un escrutinio científico a la multimillonaria industria del vapeo, tras años de retrasos en la regulación.

Padres, políticos y defensores de la lucha contra el tabaco querían que se prohibieran estos dispositivos, a los que muchos culpan del aumento del consumo de tabaco por parte de los menores. Sus partidarios afirman que pueden ayudar a los fumadores a reducir el consumo de cigarrillos normales.

Desde el pasado otoño, la agencia ha dado su visto bueno a los cigarrillos electrónicos con sabor a tabaco de R.J. Reynolds, Logic y otras empresas.

Pero los actores del sector y los defensores de la lucha contra el tabaco se han quejado de que esos productos representan sólo un pequeño porcentaje del mercado de los 6,000 millones de dólares de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos.

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Los reguladores han retrasado repetidamente la toma de decisiones sobre los dispositivos de los líderes del mercado, incluido Juul, que sigue siendo la marca de cigarrillos electrónicos más vendida, aunque sus ventas han disminuido.

El año pasado, la agencia rechazó las solicitudes de más de un millón de otros cigarrillos electrónicos y productos relacionados, principalmente debido a su potencial atractivo para los adolescentes menores de edad.

Para mantenerse en el mercado, las empresas deben demostrar que sus productos benefician a la salud pública. En la práctica, eso significa demostrar que los fumadores adultos que utilizan los productos tienen probabilidades de dejar o reducir su consumo de tabaco, mientras que es poco probable que los adolescentes se enganchen a ellos.

Los cigarrillos electrónicos aparecieron por primera vez en Estados Unidos hace más de una década con la promesa de ofrecer a los fumadores una alternativa menos dañina. Los dispositivos calientan una solución de nicotina para convertirla en un vapor que se inhala, evitando muchas de las sustancias químicas tóxicas producidas por la combustión del tabaco.

Pero los estudios han llegado a resultados contradictorios sobre si realmente ayudan a los fumadores a dejar de fumar. Además, los esfuerzos de la FDA por pronunciarse sobre los productos de vapeo y sus afirmaciones se han visto frenados en repetidas ocasiones por los grupos de presión de la industria y los intereses políticos contrapuestos.

Juul, lanzada por dos estudiantes de la Universidad de Stanford en 2015, se colocó en solo dos años en la cima del mercado de los cigarrillos. La compañía, que es parcialmente propiedad del gigante del tabaco Altria, sigue representando casi el 50% del mercado de cigarrillos electrónicos de EE.UU. Antes controlaba más del 75%.

El martes, la FDA también expuso sus planes para establecer un nivel máximo de nicotina para ciertos productos de tabaco con el fin de reducir su adicción. En ese anuncio, la agencia también señaló que ha invertido en una campaña de educación pública multimedia destinada a advertir a los jóvenes sobre los riesgos potenciales del uso de los cigarrillos electrónicos.

Con información de AP y NBC News.