La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó este viernes el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer para todos los niños de 5 a 11 años, lo que permitirá dentro de unos días, si obtiene el visto bueno definitivo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que 28 millones de niños sean protegidos del COVID-19
La autorización se basó en una evaluación exhaustiva de la FDA de los datos presentados por la farmacéutica y en los aportes de los expertos de un comité independiente, que recomendó la inyección para todos los menores.
La vacuna infantil de Pfizer contiene un tercio de la dosis para adultos, y se aplica en dos inyecciones con tres semanas de diferencia.
Un estudio realizado con estudiantes de educación primaria reveló además que tiene una eficacia de casi el 91% en la prevención de la infección sintomática. El ensayo, con 3,100 niños, concluyó también que es segura y tiene efectos secundarios mínimos.
El paso siguiente a la autorización de la FDA es que den el visto bueno los CDC, que tienen previsto reunirse la semana próxima. Esto permitiría que los niños empiecen a recibir las dosis tan pronto como el miércoles, indicaron fuentes familiarizadas con el plan al diario The New York Times.
Un estudio del CDC sugiere que el 42% de los niños de entre 5 y 11 años tienen anticuerpos contra el coronavirus que ya se ha contagiado con anterioridad, lo que llevó a algunos asesores de la FDA a preguntarse si los niños podrían necesitar sólo una dosis. Pero el uso de este estudio fue cuestionado por algunos científicos.
Los asesores de la agencia también analizaban si sólo deberían vacunarse las personas con condiciones médicas de alto riesgo, como la obesidad, ya que son las más vulnerables ante el COVID-19.
Pero los funcionarios de los CDC, que deben dar la recomendación final, han señalado que sería difícil restringir la elegibilidad. El panel de expertos de la FDA respaldó además la autorización para todos los niños de 5 a 11 años con 17 votos a favor y ninguno en contra, y una abstención.
Un alivio para la escuela y las vacaciones
El Gobierno de Joe Biden ha prometido que las vacunas infantiles podrán obtenerse con facilidad en las consultas de los pediatras, los centros de salud comunitarios, los hospitales infantiles y las farmacias. Ya se cuenta con 15 millones de dosis listas para ser enviadas inmediatamente. Los estados empezaron a pedir dosis la semana pasada en base a la cantidad de niños que residen en sus territorios dentro del grupo de edad.
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Expertos han indicado que las vacunas para niños pueden ayudar a mantener las escuelas abiertas. Las dosis llegarán además a tiempo para las vacaciones, trayendo tranquilidad a la familia para reuniones y eventos.
“Es una herramienta increíblemente importante para la vuelta a la normalidad”, dijo el doctor Larry Corey, virólogo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson y líder de la Red de Prevención de COVID-19 a The New York Times.
Es una herramienta increíblemente importante para la vuelta a la normalidad"
Larry Corey Red de Prevención de COVID-19
“Saber que tu hijo está protegido y que no va a enfermar gravemente por ir al colegio es un alivio psicológico increíble”, agregó.
Hasta esta semana, 8,300 niños de entre 5 y 11 años han sido hospitalizados con COVID-19 y al menos 94 han muerto, de los más de 3,2 millones de hospitalizaciones y 740,000 muertes en total, según el CDC.
Los niños negros e hispanos, en desventaja
Algunos expertos han advertido además que podrían darse las mismas desigualdades que plagaron el despliegue de la vacuna a comienzo de 2021 para los adultos en cuestiones de razas y etnias.
Los niños negros e hispanos ya tienen de por sí menos probabilidades de someterse a pruebas de detección del virus, pero más de infectarse, ser hospitalizados y morir por COVID-19 que los niños blancos, según Kaiser Family Foundation.
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A esto se suma que en el grupo de edad de 5 a 11 años, más de la mitad son niños de color y casi cuatro de cada 10 proceden de hogares con ingresos por debajo del índice federal de pobreza, según Kaiser.
Otro obstáculo puede ser el nivel de confianza de los padres en las vacunas. Una encuesta reveló el jueves que el 27% de los padres de niños de 5 a 11 años estaban dispuestos a vacunar a sus hijos de inmediato, pero que un tercio dijo que esperaría a ver cómo se desarrollaba la campaña de vacunación.