La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) informó este jueves que permitirá de forma permanente a los pacientes recibir píldoras abortivas por correo, en lugar de tener que retirarlas en persona, lo que amplía el acceso al aborto mientras la Corte Suprema analiza el futuro del fallo Roe v. Wade, que legalizó el procedimiento en el país.
Durante la pandemia, la FDA anuló de forma temporal una restricción sobre Mifeprex (mifepristona), uno de los medicamentos comúnmente recetados para abortos con medicamentos, para que los pacientes no tuvieran que retirarlos en persona en un hospital, clínica o consultorio médico.
Ahora, esa restricción se levanta de forma permanente por lo que las personas que requieran las pastillas pueden ahora pedir una receta a través de una consulta por videollamada con un proveedor de atención médica y luego recibirlas por correo cuando lo permita la ley estatal.
La mifepristona fue aprobada por la FDA en 2000 para lo que se conoce como aborto con medicamentos. Se utiliza con un segundo fármaco, misoprostol. Un medicamento bloquea la hormona progesterona, que es necesaria para el embarazo, y el otro vacía el útero. El tratamiento está aprobado como seguro y eficaz para interrumpir un embarazo de hasta 10 semanas de gestación. La FDA estima que 3,7 millones de mujeres tomaron el medicamento entre 2000 y 2018.
La decisión se produce en medio de una batalla sin precedentes por los derechos de salud reproductiva con iniciativas lideradas por gobiernos conservadores para limitar el acceso al aborto, como en el caso de Texas donde se ha aprobado recientemente la ley contra el aborto más restrictiva del país (prohibe el procedimiento a partir de las seis semanas de gestación). La Corte Suprema está analizando además una ley de Mississippi que viola un precedente clave establecido en Roe v. Wade, la decisión de 1973 que establece el aborto como un derecho fundamental protegido por la Constitución.
"Con Roe v. Wade colgando de un hilo, es especialmente urgente que el Gobierno federal haga todo lo que esté a su alcance para ampliar el acceso a este medicamento", dijo Julia Kaye, abogada de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) al periódico The Washington Post.
La especialista indicó que no hay motivos para que se tratara a la pastilla abortiva de un modo distinto a otros medicamentos que se envían por correo, y que la restricción de que se deba pedir en persona impone una carga adicional a las personas que las necesitan. “Las mujeres tienen que hacer arreglos para el transporte y el cuidado de los niños, salir del trabajo”, explicó.
Diecinueve estados han prohibido recibir estos medicamentos a través de citas médicas por videollamada, lo que hace que las nuevas reglas de la FDA no tengan efecto en lugares como Alabama, Arizona y Missouri. Algunos estados imponen además otras limitaciones al aborto con pastillas como exigir que las pacientes tomen las píldoras bajo la supervisión de un médico en lugar de hacerlo en casa.
En Texas, los legisladores tipificaron como delito proporcionar píldoras abortivas después de siete semanas de embarazo y prohibieron el envío de medicamentos por correo.
Las nuevas reglas tendrán un efecto desigual en el acceso al aborto, dependiendo de dónde vivan las pacientes, pero serán una ayuda, explican expertos. “El acceso al aborto seguirá siendo muy limitado en los estados del sur, las llanuras y el medio oeste, y más accesible en los estados de la costa oeste y el noreste", indicó a The Washington Post Elizabeth Nash, analista de políticas estatales del Guttmacher Institute, un centro de investigación sin fines de lucro.
Grupos que se oponen al aborto argumentan que las píldoras plantean problemas de seguridad por posibles complicaciones posteriores a la toma de las pastillas o debido ante el fallo en su efecto.
Sin embargo, la FDA, indica que el riesgo de infección es muy bajo y que los eventos adversos tras la toma de la pastilla son muy raros. Grupos como el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y la Asociación Médica Estadounidense han dicho además que es seguro eliminar las restricciones sobre el medicamento.