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"La gente está muriendo por cuestiones preventivas": la falta de seguro médico golpea a los adultos latinos en EE.UU.

Cerca de un millón de hispanos de entre 55 y 64 años no tienen cobertura en el país, lo cual limita su acceso a atención de problemas crónicos. Estos son los estados más afectados y las opciones para buscar ayuda.

Cerca de un millón de personas. Esa es la cantidad de adultos latinos, de entre 55 y 64 años, que no tienen seguro médico en Estados Unidos, según estimaciones de encuestas del Censo. En la práctica, esto implica un acceso limitado a controles de detección temprana y tratamientos, lo cual va minando su calidad y expectativa de vida. 

“La gente se está muriendo más joven de lo que debería por cuestiones totalmente prevenibles, enfermedades increíblemente comunes”, señala Laura Guerra-Cardus, quien ha trabajado por más de una década en campañas por el acceso a la salud en Texas, a Noticias Telemundo.

Los adultos latinos no sólo están desprotegidos ante un accidente grave inesperado, explica, sino que no pueden tratar de forma regular padecimientos como problemas de corazón y depresión, y prevenir complicaciones. Es el caso de Perla Camarena, una madre y abuela latina de Texas de 53 años, que no pudo comprar por dos años un medicamento para la presión alta ni hacer controles por no tener cobertura. Vive en una casa tráiler en Mercedes, un pueblo en el sur texano, y tiene a su cargo a tres de sus nietos. 

[Cinco claves para las familias latinas que necesitan cobertura médica en EE.UU.]

Perla Camarena (53), una abuela latina que lleva años sin poder hacer controles médicos por la falta de seguro en Texas, posa junto a uno de los nietos que tiene a cargo.
Perla Camarena posa junto a uno de sus nietos. Cortesía Familia Camarena

“Dos años sintiéndose mal, sin medicinas. Le causó mucho estrés”, contó a Noticias Telemundo la hermana de Perla, Graciela Camarena, de 51 años. 

Camarena es directora de difusión de acceso a la salud del Fondo de Defensa de los Niños (CDF, por sus siglas en inglés) en Texas. Pero pese a su experiencia en el tema y a que Perla es ciudadana, no pudo ayudarla a conseguir cobertura por lo intrincado que es el sistema de seguros médicos del país, que deja a un gran grupo de trabajadores, adultos mayores y jefes de familia sin atención médica. 

A esto se suma que las hermanas Camarena viven en el estado más restrictivo para el acceso a la salud: Texas reúne a un cuarto de los latinos adultos sin cobertura del país (263,000 de un total de más de 945,400). Y dentro de Texas, están en Hidalgo, el condado con el mayor porcentaje de personas sin seguro médico en todo Estados Unidos: 43.4%. 

Camarena sí pudo ayudar a su hermana a hallar una clínica comunitaria en el Valle del Río Grande para obtener atención primaria, pero eso no le ofrecía acceso a especialistas. 

La salud de Perla empeoró con el tiempo. “La última vez que fue al hospital, de emergencia porque se descompensó, descubrió que ahora tiene diabetes y colesterol alto”, dijo Graciela, quien es la que comparte la historia con Noticias Telemundo ya que Perla enfermó recientemente de COVID-19 y su estado se agravó. 

La familia buscó opciones sin cesar, aunque eso implicara abandonar su hogar en Texas para ir a otro estado donde haya trabajo con cobertura. “Tener seguro salva vidas”, explicó Camarera, “y yo quiero que mi hermana viva”. 

Miles de muertes evitables 

Las políticas gubernamentales pueden cambiar de forma significativa el acceso, indican expertos, y una muestra es las diferencias a nivel local. Texas, Tennessee, Georgia, Nebraska, Carolina del Norte y del Sur tienen las tasas más altas de falta de cobertura: alrededor del 30% de sus residentes latinos de entre 55 y 64 años no tienen seguro médico, según la estimación de las encuestas de hogares del Censo de 2019. Ninguno de estos estados habían adoptado o implementado hasta ese año la expansión de la cobertura federal de bajo costo llamada Medicaid. En California, que sí lo hizo y además tiene un plan médico estatal, 14% no tenía seguro. 

La expansión de Medicaid fue establecida por una disposición de la Ley de Cuidado de Salud Asequible del expresidente Barack Obama que pedía a los estados hacer elegibles para Medicaid a los adultos de bajos ingresos de menos de 65 años. Esto les permite acceder a atención médica para enfermedades cardíacas, diabetes, problemas de salud mental y otras afecciones crónicas, y evitar muertes prematuras, según muestran múltiples estudios

Un análisis del National Bureau of Economic Research (NBER) calcula que en los estados que adoptaron la expansión se pudieron salvar 19,200 vidas de personas entre 55 y 64 años desde 2014 a 2017. Por el contrario, se estima que 15,600 adultos fallecieron prematuramente en los estados que no la adoptaron. En Texas, fueron casi 3,000 personas.

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El 65% de los latinos dice que no puede cubrir los costos de sus facturas por atención médica en la Encuesta Nacional de Salud de Estados Unidos, lo cual afecta aún más el acceso a tratamientos y atención continua.
El 65% de los latinos dice que no puede cubrir los costos de sus facturas por atención médica en la Encuesta Nacional de Salud de Estados Unidos, lo cual afecta aún más el acceso a tratamientos y atención continua.Francine Orr / Los Angeles Times via Getty Imag

Muchos de los que se oponen, remarcan que debe usarse dinero de los contribuyentes para sostener este tipo de programas, y en ocasiones afectar el déficit presupuestario. Otros sostienen que Medicaid tiene pérdidas por pagos indebidos y requiere reformas. “Es posible que el programa derroche más de lo que se ha informado”, señala Dean Clancy, un investigador principal de políticas en Americans for Prosperity, en una columna para The Hill

Pero hay especialistas sobre terreno que tienen una mirada distinta. “Es una inversión en la calidad de vida de los mayores, y en la economía local y el sistema de salud. Todos salen ganando cuando hay acceso a algún tipo de cobertura”, dijo Adriana Cadena, directora de campaña en temas de salud del National Immigration Law Center, a Noticias Telemundo. 

Algo simple como una uña encarnada, señala, puede convertirse en un problema grave para un diabético, una posible infección y amputación, si no es atendida a tiempo, y en consecuencia, la necesidad de usar recursos del sistema y generar una deuda que el paciente no puede pagar. 

Cadena recomienda a los latinos con estatus legal que revisen si califican para Medicaid en su estado, que pueden solicitarlo todo el año, u otros programas locales.  

Texas, Florida, Georgia y otros nueve estados del país, en su mayoría en el sur y centro y de trayectoria republicana, no han extendido el programa a la fecha dejando a dos millones de ciudadanos en un limbo sanitario: ganan muy poco dinero para ser elegibles para planes de salud subsidiados de Obamacare y tampoco califican para Medicaid. 

Esto le impidió a Perla Camarera acceder al programa. “Es muy restrictivo. En Texas, tienes que ser un padre o madre, y tener muy bajos ingresos, menos de 320 dólares al mes”, explica Guerra-Cardus, quien es directora de Estrategia Estatal de Medicaid en la asociación Center on Budget and Policy Priorities (CBPP), y hasta el año pasado lideraba la coalición Sick Of It en Texas. 

Debemos ser un país donde a nadie se le niega el acceso a la salud, que es algo básico, que te salva la vida, que es un derecho humano"

Laura Guerra-Cardus activista por la salud

El presidente, Joe Biden, propuso en 2021 un paquete presupuestario que planeaba invertir miles de millones de dólares en cuidado infantil, atención médica y otros servicios. El proyecto de ley ofrecía además una opción de seguro de salud asequible a adultos de bajos ingresos en los 12 estados sin expansión de Medicaid. Pero la propuesta no logró avanzar.

Biden hizo ahora una modificación a Obamacare que daría acceso a cobertura a 200,000 personas a partir de 2023, y reduciría las primas para un millón más.

El debate de estas políticas aún está pendiente y vuelve a escena ahora con el presupuesto federal para 2023. Lo que está en juego es “qué país queremos ser”, indicó Guerra-Cardus. “Debemos ser un país donde a nadie se le niega el acceso a la salud, que es algo básico, que te salva la vida, que es un derecho humano”, remarcó. 

Tener que dejar el hogar

Perla Camarera y su marido han trabajado en bodegas, en las líneas de ensamble, en la construcción, entre otros oficios. “Trabajo duro y pesado”, describen. A veces consiguen un contrato por un proyecto o de medio tiempo, pero aunque obtienen beneficios, no es estable. Hacer un tratamiento implica contar con seguro médico de forma continua. 

La mayor tasa de falta de seguro en Estados Unidos ocurre precisamente en residentes como ellos que no tienen un trabajo a tiempo completo. Más de 7.7 millones de trabajadores de 19 y 64 años que tuvieron un empleo a tiempo parcial en 2019 dijeron no tener cobertura en las encuestas del Censo. Las mayores tasas se dan en estados del sur y centro del país, con Texas liderando la lista: un 31% de sus trabajadores de medio tiempo no tiene cobertura.

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Perla quedó a fines de 2021 al cuidado de sus tres nietos en Texas, mientras su hija, la madre de los niños, y su marido salieron a la búsqueda de un empleo en otros lugares donde tenían familiares y conocidos. Su esposo consiguió finalmente en febrero pasado un puesto en Oklahoma a tiempo completo con seguro para ambos, con el que Perla espera poder ir a especialistas y empezar a recuperarse.

“Eso es un gran cambio, una gran ayuda, y una bendición”, dijo Camarera. “Lo triste es que ahora él no está en casa. Tuvo que salir de Texas, de su hogar, para poder encontrar algo, un trabajo que le paguen justamente y que permita ir al doctor”, agregó.  

Alta tasa de mortalidad en inmigrantes 

En estados como Texas, se suma otro factor preocupante: una larga tradición de políticas antiinmigrantes que limita aún más políticas que pueden mejorar el acceso, explicó Cadena, quien trabaja como coordinadora estatal de The Reform Immigration for Texas Alliance. 

Esto preocupa porque de por sí la comunidad inmigrante es la más golpeada por la falta de seguro y sus consecuencias, en todas las edades. Una investigación reciente de la Universidad del Sur de California (USC) encontró que los latinos jóvenes que no son ciudadanos tienen una tasa de mortalidad un 40% más alta que sus pares nacidos en EE.UU.

“Sabemos que los no ciudadanos tienen más probabilidades de enfrentar pobreza, segregación y acceso inadecuado a la atención médica, mecanismos que afectan negativamente la salud”, explicó Jenny S. Guadamuz, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral de la USC en la Facultad de Farmacia y el Centro Leonard D. Schaeffer de Política y Economía de la Salud.

Latinos son además un grupo étnico que padece altas tasas de cáncer de estómago, de hígado y de mamas, de enfermedad hepática crónica, de diabetes, problemas del corazón y hepatitis viral, entre otras enfermedades, según datos el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

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“Si un migrante se enferma, tiene que usar remedios caseros o si es algo grave tiene que ir a emergencias, pero allí no tratan problemas más grandes o enfermedades crónicas”, explicó a Noticias Telemundo Jose Torres Casillas, líder del área de políticas y legislativa de la coalición Health Access en California

Lo necesario es lograr medicina preventiva, indicó, y por eso, se luchó por la cobertura completa para los adultos indocumentados. California expandirá en mayo el plan estatal MediCal a todos los residentes mayores de 50 años sin importar su situación migratoria. Los californianos ya pueden registrarse y ver si son elegibles.

Los adultos indocumentados no pueden comprar un seguro en el mercado ni pedir Medicaid pero expertos recomiendan buscar en los departamentos de salud y organizaciones a nivel local opciones asequibles o sin costo para tener cobertura y atención. Estos beneficios no afectan el estatus legal y no se debe temer a la regla de la carga pública del expresidente Donald Trump, remarcan múltiples especialistas. También hay clínicas y hospitales públicos a los que pueden asistir, y que están en un localizador online por estado.

Un problema político

“El problema que tenemos aquí es un problema político, no un problema de pólizas”, señaló Guerra-Cardus. “Los estados, los políticos, el Congreso, pueden hacer mucho más para mejorar el acceso a la salud, un derecho básico”, dijo. 

En California, por ejemplo, se han logrado avances históricos para indocumentados, pero tras años de campañas. Primero, en 2015, ofreció cobertura médica a niños de menos de 18 años, sin importar su estatus migratorio. Luego, en 2019, el estado incluyó también a jóvenes de hasta 25 años. El último avance llega para los adultos indocumentados latinos, que podrán tener la cobertura completa de MediCal en mayo.

La motivación es el beneficio para todos. “Ninguna comunidad está realmente sana y segura hasta que todos tengan acceso al cuidado de la salud”, indicó Iván Barragán, Coordinador de Políticas, Salud y Beneficios Públicos en el Centro de Políticas de Inmigrantes de California

Necesitamos acceso a la salud para poder ser productivos, cuidar a nuestra familia y poder vivir. Finalmente, de eso se trata"

Graciela cardenas trabajadora de difusión

“Y al final del día, todos somos californianos, sin importar el lugar donde nacimos”, agregó.

Una estrategia clave, coinciden activistas, es que las familias hagan llevar sus historias y la necesidad de mejorar el acceso a sus representantes y líderes, por teléfono, por correo, con la ayuda de organizaciones locales. En Texas, se hizo la campaña Sick of It Texas acercando testimonios y se lograron avances impensados décadas atrás en el estado como mejorar la cobertura de niños y dar seguro a madres después del parto.

Graciela Cardena, que ha estado en las calles de Texas por una década por acceso a la salud para su comunidad, remarca además que es un derecho de vida. “Necesitamos acceso a la salud para poder ser productivos, para cuidar a nuestra familia, y para poder vivir. Finalmente, de eso se trata”, indicó.