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Hospitales en EE.UU. registran un aumento de infecciones graves por estreptococo A en niños tras 15 muertes en Reino Unido

Le explicamos qué síntomas debe vigilar en sus hijos y qué consecuencias puede tener esta enfermedad, que los CDC relacionan con el incremento de casos de gripe, COVID-19 y VRS.

Por Aria Bendix — NBC News

Hospitales pediátricos de Arizona, Colorado, Texas y Washington han detectado un aumento de infecciones por estreptococos del grupo A, una enfermedad grave y a veces potencialmente mortal que se produce cuando las bacterias se propagan a zonas del cuerpo normalmente libres de gérmenes, como el torrente sanguíneo.

James Versalovic, patólogo jefe del Texas Children’s Hospital de Houston, indicó que su centro pediátrico, el más grande del país, ha registrado “un aumento de más del cuádruple” en infecciones en los últimos dos meses en comparación con el mismo período del año pasado. En octubre y noviembre se detectaron unos 60 casos.

En Reino Unido, al menos 15 niños han muerto por estreptococos invasivos del grupo A desde mediados de septiembre. La Agencia británica de Seguridad Sanitaria señaló en un comunicado la semana pasada que los casos tienden a aumentar bruscamente en el nuevo año, pero parecen haber repuntado antes de lo esperado.

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) indicaron que “algunos médicos han informado de un posible aumento de estas infecciones entre los niños de Estados Unidos”, y que están “en contacto con centros de vigilancia y hospitales de varios estados para obtener más información”.

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Los estreptococos del grupo A son las mismas bacterias que causan la faringitis estreptocócica, así como afecciones cutáneas como la escarlatina (una erupción roja que se siente como papel de lija y puede parecerse a una quemadura solar) y el impétigo (llagas rojas que pican con costras amarillas).

Algunas personas con estreptococos invasivos del grupo A también pueden desarrollar estas afecciones, pero en muchos casos el primer signo de estreptococos invasivos del grupo A es una infección secundaria, como neumonía o enfermedad carnívora.

“Se trata de casos que van más allá de una faringitis estreptocócica ordinaria”, afirma Versalovic.

Una infección invasiva puede desencadenar lo siguiente

  • Infecciones de las vías respiratorias bajas, como neumonía o enfisema, que se caracterizan por la presencia de bolsas de pus en el espacio lleno de líquido que rodea los pulmones. Los primeros signos de estas infecciones son fiebre, escalofríos, dificultad para respirar o dolor torácico.
  • Infecciones cutáneas como la celulitis o la fascitis necrotizante, también conocida como enfermedad carnívora. Ambas afecciones cursan con erupciones rojas, calientes, hinchadas o dolorosas. La fascitis necrotizante se propaga rápidamente y puede convertirse en úlceras, ampollas o manchas negras.
  • Síndrome de shock tóxico estreptocócico, una reacción inmunitaria que puede provocar un fallo orgánico. La afección suele comenzar con fiebre, escalofríos, dolores musculares, náuseas o vómitos y, a continuación, provoca taquicardia o respiración acelerada.

Cualquiera puede contraer el estreptococo A invasor, incluidos los adultos sanos, pero las personas mayores de 65 años y las que padecen enfermedades crónicas son más susceptibles. Aún no está claro por qué los hospitales están registrando un aumento de los casos, sobre todo entre los niños. Los CDC afirman que puede estar relacionado con el retroceso de las medidas de mitigación del COVID-19 y el aumento de virus respiratorios como la gripe y el VRS.

“A menudo, los niños que desarrollan infecciones graves por estreptococos del grupo A comienzan con una infección respiratoria vírica”, afirma Sam Domínguez, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Colorado y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.

En EE.UU. se registran cada año varios millones de casos de estreptococos del grupo A no invasivos, pero las infecciones invasivas son poco frecuentes, con unos 14,000 a 25,000 casos anuales, según los CDC. De 1,500 a 2,300 personas mueren al año.

Los CDC afirman haber observado un descenso de estas infecciones en todos los grupos de edad durante los dos últimos años.

En el Reino Unido, el último pico comparable en el número de casos fue de 2017 a 2018, cuando murieron 27 niños.

En el Hospital de Niños de Phoenix, el número de casos ha estado aumentando desde finales de octubre o principios de noviembre, según Wassim Ballan, jefe de enfermedades infecciosas. Pero dijo que la afección es poco común en comparación con el VSR o gripe.

“Aunque estamos viendo que se trata de un repunte de casos, el número absoluto en sí no es enorme”, dijo Ballan.

A diferencia del VSR y la gripe, que suelen suponer las amenazas más graves para los niños muy pequeños, los médicos afirman que están tratando a niños de todas las edades por estreptococos invasivos del grupo A en estos momentos.

"Hemos tratado a adolescentes, a niños pequeños y a todo tipo de niños”, afirmó Sara Vora, experta en enfermedades infecciosas del Seattle Children’s Hospital. “Tuvimos un adolescente bastante enfermo que llegó con una especie de presentación de sepsis y estuvo en la UCI con un ventilador durante unos días y luego tuvo una recuperación bastante rápida y está muy bien”, agregó Vora, “es probablemente el caso más grave que he visto”.

Hospitales infantiles de otros estados -como California, Nueva York, Illinois y Minnesota- dijeron que no han detectado ningún aumento de estreptococos invasivos del grupo A.

Los padres preocupados por la salud de sus hijos deben considerar la posibilidad de buscar atención médica de emergencia si sus hijos están más somnolientos o más letárgicos de lo normal, tienen problemas para comer o beber o están excesivamente deshidratados y no producen orina, afirmó Domínguez.

Vora sugirió que, como regla general, “si su hijo no se comporta bien, parece tener síntomas que son peores que un resfriado o que duran más de un par de días, entonces vale la pena que lo revisen”.

Es importante que los niños con estreptococos sean atendidos de inmediato para que puedan empezar a tomar antibióticos como la penicilina. Tras 24 horas con antibióticos, el paciente suele dejar de ser contagioso.

“Cuanto antes se ponga a alguien en tratamiento antibiótico adecuado, más rápido se recuperará”, advirtió Domínguez.