Por Linda Carroll — NBC News
Si bien la mayoría de los insectos muere en invierno, las garrapatas son relativamente inmunes a las temperaturas gélidas y, a medida que el planeta se calienta por la crisis climática, se están volviendo cada vez más activas en los meses fríos, advierten los expertos.
Estos diminutos y pestíferos chupasangres se esconden en los días fríos y esperan a que las temperaturas asciendan para salir a esperar una oportunidad para saltar sobre usted o sus amadas mascotas.
Los inviernos solían ser siempre más fríos, explica Rafal Tokarz, epidemiólogo del Centro de Infecciones e Inmunidad de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia.
“Ahora tenemos períodos de clima anormalmente cálido y [las garrapatas] aparecen con más frecuencia”, agrega.
Además, al ser los días invernales más agradables, la gente sale a pasear con sus perros o con su familia. “Las garrapatas estarán ahí”, dijo Tokarz, que advierte además que el incremento de picaduras "contribuye a un mayor número de casos de Lyme en el invierno".

Las visitas a salas de emergencia por picaduras de garrapatas, que estaban disminuyendo desde el pico en verano, están aumentando en algunas partes de Estados Unidos, especialmente en el Noreste, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Cambio climático ayuda a las garrapatas
Si bien se espera que las picaduras de garrapatas caigan a medida que lleguen las temperaturas bajo cero, la emergencia climática está empeorando las cosas.
El Gobierno federal publicó este martes su nuevo informe de Evaluación Nacional del Clima, en el que predice que la mayoría de áreas de Estados Unidos sufrirán aumentos de temperatura.
“Así, el riesgo de que una garrapata nos encuentre en invierno será mayor”, afirmó Richard Ostfeld, experto en estos insectos del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas en Millbrook, Nueva York.

Las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme pueden estar activas durante todo el invierno, afirmó. “Cuando vuelva el calor, en marzo y abril, se verá una segunda ola de actividad” entre las que aún no han encontrado a quién picar, añadió el experto.
Esto también se aplica a otras especies que preocupan en Estados Unidos, como las garrapatas de la estrella solitaria y las garrapatas de los perros, dijo Ostfeld, que pueden ambas infectar a personas con la fiebre de las Montañas Rocosas.
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Así, la gente debe preocuparse todo el año por la enfermedad de Lyme, que se transmite por la picadura de una garrapata de patas negras, advierten los expertos. La enfermedad de Lyme es el mal transmitido por garrapatas más común en Estados Unidos, con entre entre 30,000 y 500,000 casos cada año.
El alzan de las temperaturas debido a la crisis climática también ha causado que las garrapatas se propaguen a nuevas áreas geográficas.
Cuando llega el invierno y las temperaturas bajan, las garrapatas que comenzaron a aparecer en el otoño "se ponen cómodas bajo la hojarasca”, dijo Laura Goodman, investigadora de enfermedades infecciosas en la Universidad de Cornell.
"Dependiendo de lo bien aisladas que estén, pueden resistir perfectamente bien", dijo, y "tan pronto como haga más calor o un poco de sol volverán a aparecer”.
La gente debe ser consciente además de que, incluso cuando la temperatura es baja, puede haber lugares donde se sienta más calor, dijo Goodman. "Pensar en el pronóstico [meteorológico] general no ayuda mucho en esta situación", advierten
Las garrapatas son mucho más resistentes de lo que se podría pensar: “Las pusimos en el congelador del laboratorio y luego las sacamos y aún estaban vivas. Hay que congelarlas y secarlas para que mueran”, explica.
Infectadas por ratones o ciervos
Las garrapatas tienen un ciclo de vida de tres etapas, y en cada una de ellas solo toman una “ración de sangre”, dijo Tokarz.
La primera etapa, la larva, no es preocupante porque las garrapatas no han contraído la bacteria que causa la enfermedad de Lyme, oficialmente conocida como Borrelia burgdorferi. Las larvas se infectan cuando muerden a un ratón infectado con la bacteria.
Cuando se convierten en ninfas, su siguiente etapa, las garrapatas infectadas pueden transmitir la enfermedad a los humanos, sus mascotas y otros animales, que también pueden ser portadores de la bacteria.
Para cuando las garrapatas se vuelven adultas han tenido ya dos oportunidades de contraer Borrelia burgdorferi: de ratones infectados en su etapa larvaria y de animales infectados, a menudo ciervos, en su etapa de ninfa.
Las garrapatas en etapa de ninfa pueden ser difíciles de detectar porque son del tamaño de una semilla de amapola, dicen expertos. Los adultos son mucho más grandes y más fáciles de detectar.
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Los estudios con garrapatas de Topaz en Long Island, Nueva York, revelaron que entre el 15% y el 20% de las ninfas portaban la bacteria, frente a entre el 60% y el 75% de los adultos.
La mala noticia pues es que, si alguien es picado por una garrapata adulta en invierno, hay muchas más posibilidades de que se infecte y transmita la bacteria que una ninfa en primavera o inicios del verano.
La buena noticia es que, como las garrapatas adultas son mucho más grandes, son más fáciles de detectar y eliminar antes de que transmitan la bacteria que causa la enfermedad.
“Siempre que se elimine la garrapata rápidamente, las posibilidades de infección se reducen drásticamente”, expica Tokarz.
Si bien la mayoría de los casos de Lyme se reportan en la primavera y el verano, hay reportes todos los meses, agrega.
Cómo evitar las picaduras en climas más fríos
Los expertos sugieren varias medidas que las personas pueden tomar para evitar contraer Lyme en los meses de invierno:
- Cuando regrese de una caminata, o de cualquier otro lugar donde pueda haber cogido una garrapata, revise cuidadosamente.
- Utilice repelente de insectos.
- Use ropa más ligera si realiza una caminata para que las garrapatas puedan detectarse fácilmente.
- Si existe alguna posibilidad de que hayas cogido una garrapata, tira la ropa a la secadora antes que a la lavadora porque el calor seco la matará.
Si encuentra una garrapata adherida a su piel pero no desarrolla un sarpullido, no asuma que no tiene Lyme. Las pruebas pueden ser complicadas, pero las autoridades sanitarias recomiendan usar una combinación de pruebas de anticuerpos, incluida una prueba de inmunoensayo de anticuerpos como ELISA, seguida de una prueba de inmunotransferencia de anticuerpos como la prueba de transferencia Western.
En cuanto a las mascotas, también hay medidas para protegerlas, incluida una vacuna contra el Lyme para perros; y líquidos para gatos y perros que se pueden poner en el cuello del animal o pastillas para protegerlos. Revise además a sus mascotas con regularidad, durante todo el año, para detectar garrapatas.
“Nunca se puede bajar la guardia por completo”, dice Goodman.