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Este joven latino quedó en estado vegetativo tras una "sencilla" cirugía. Un jurado le otorgó $21 millones a su familia

Carlos David Castro Rojas tenía 27 años cuando se sometió a un procedimienrto para reparar una fractura de pierna, en un hospital de Texas. "Es sólo mi rodilla, y es una operación sencilla”, aseguró a su madre el día antes. Pero los médicos cometieron errores.

Un jurado de Texas concedió 21 millones de dólares a la familia de un joven latino que quedó en estado vegetativo tras una "sencilla" operación en una pierna.

La familia de Carlos David Castro Rojas, quien tenía 27 años en el momento de la cirugía y ahora tiene 32, recibirá la millonaria suma como indemnización, luego de que un jurado de Dallas determinara que una mala administración de la anestesia dejó al joven en estado vegetativo por el resto de su vida, informó la estación televisiva local de Fox News en esa ciudad.

Rojas, quien había emigrado de Venezuela, se rompió la pierna en 2017 tras caer de una escalera mientras trabajaba colgando las luces de un árbol de Navidad. Fue ingresado en el Centro Médico de la Universidad de Baylor para una cirugía que buscaba reparar una fractura de la tibia en la pierna izquierda.

“El día anterior me dijo: ‘No, mamá, es sólo mi rodilla, y es una operación sencilla”, dijo la madre de Rojas, Wilda, al jurado en un video, según reportó el medio citado.

Pero la cirugía, que debía durar solo dos horas, se complicó y Rojas no despertó después del procedimiento. Sufrió encefalopatía isquémica hipóxica, una lesión cerebral derivada de la falta de flujo sanguíneo y de oxígeno en el cerebro.

“Parece que sufrió una baja presión sanguínea durante el curso de su procedimiento, lo que cortó el oxígeno hacia su cerebro”, aseguró al medio citado Bruce Steckler, abogado de la familia Rojas. “Cuando no llega sangre al cerebro, éste muere”.

Según la demanda de la familia, el estado de Rojas empeoró mientras su médico supervisaba a cuatro enfermeras anestesistas registradas [CNRA] que estaban con otros pacientes al mismo tiempo.

“Creo que los pacientes deben ser informados de antemano de que pueden elegir entre un anestesista con cuatro años de estudios de medicina, tres años de formación y certificación por una junta, en lugar de una CRNA con un título de enfermería y un año más de formación”, añadió Steckler.

US Anesthesia Partners of Texas, la compañía que empleó al médico y a las enfermeras, defendió a su equipo en un comunicado. “Creemos firmemente que nuestros médicos proporcionaron al paciente una atención excelente”, dijo la empresa.

El historial quirúrgico del paciente, escrito a mano, no mostró problemas graves de presión arterial, a pesar de que dos enfermeras anestesistas administraron a Rojas múltiples dosis de medicamentos diseñados para aumentar la presión arterial, según la demanda.

De acuerdo con la abogada Charla Aldou, la presión arterial de Rojas bajó y los médicos no se ocuparon de ello con la suficiente rapidez para proteger su cerebro, según reportó la estación televisiva local NBC 11 News.

Se hizo un registro electrónico sobre la presión arterial del paciente, pero las pruebas del caso demostraron que el hospital no lo conservó.

La enfermera anestesista responsable de atenderlo tampoco monitorizó su actividad cerebral durante la operación. Los registros judiciales también muestran que la enfermera anestesista abandonó la sala de operaciones durante 12 minutos en medio del procedimiento.

La madre de Rojas dijo que, pese a que la han instado a desconectar del soporte vital a su hijo, ella se niega a hacerlo.

Su hijo necesita cuidados las 24 horas del día y así será durante el resto de su vida. Según los registros judiciales, Rojas quedó con la capacidad mental de un niño de 1 año.

Pese a ello, todavía expresa alegría cuando está con ella (su madre).  “Voy a cuidar de mi hijo”, dijo Wilda. "Él lo era todo para mí”.