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Esta joven decidió operarse los gluteos tras sufrir críticas en redes. Pero al volver a casa empezó a sufrir "el peor dolor" de su vida

Rachel Velasco llegó al hospital en California “gritando y cubierta de sangre” de madrugada. Se había sometido horas antes a un levantamiento brasileño de glúteos, pero tras pagar 9,000 dólares y volver a casa comenzó una pesadilla de la que ahora se arrepiente.

Por Kat Tenbarge — NBC News

Rachel Velasco recuerda que el año pasado entró en la sala de urgencias del hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles (California) “gritando y cubierta de sangre” a las 3 de la madrugada. Tenía entonces 23 años y sufría una “agonía indescriptible” en la parte donde le habían practicado una operación horas antes, según dijo.

“Nunca he tenido tanto dolor, siento que me estoy muriendo”, dijo la influencer de redes sociales en un video que grabó de camino al hospital y que luego compartió con la cadena de noticias NBC News. “Me arden todos los puntos. Sigo desmayándome, como entrando y saliendo de la conciencia. Tengo náuseas. Apenas puedo hablar. Necesito ir allí inmediatamente”, añadió.

Velasco llevaba más de un año deseando someterse a la operación, comúnmente conocida como levantamiento brasileño de glúteos (BBL, por sus siglas en inglés). 

Lily Lambie-Kiernan para NBC News

Esa operación para estrechar la cintura y rellenar los glúteos es cada vez más popular entre personajes en redes sociales como Velasco, que tiene más de 11,600 seguidores en Instagram y una cuenta en la red erótica OnlyFans. Velasco comercializa sus fotos en Instagram, con la esperanza de que se traduzca en más clientes de pago.

La joven dijo que quería verse como Kim Kardashian, que ha levantado negocios y recibido aclamaciones sobre su belleza. En 2019, la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética indicó que la operación conocida como BBL es la cirugía operación de más rápido crecimiento en todo el mundo.

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Pero la historia de Velasco, que describió a NBC News en detalle, muestra cómo las presiones en línea de las expectativas de belleza empujan a las personas a tratar de alterar sus cuerpos. Otro reporte de NBC News ya documentó las presiones a las que se enfrentan los influencers para someterse a la cirugía estética, incluidos los incentivos monetarios.

Velasco deseaba desesperadamente someterse a una BBL, ya que pensaba que podría ayudarla profesionalmente y obtener atención en internet. Pero esa desesperación le hizo pasar por alto los riesgos asociados a la cirugía y el dolor que puede provocar.

Decenas de pacientes de BBL en todo el mundo han muerto por complicaciones después de la cirugía, dijo la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos en un comunicado de 2018. Velasco no consideró necesariamente que su cirugía fuera un fracaso, más bien dijo que estaba sorprendida por el malestar y decepción que sufrió. 

La cirugía consiste en cortar y extraer grasa de una zona del cuerpo del paciente e inyectarla en las nalgas. Si la grasa entra accidentalmente en uno de los grandes vasos sanguíneos que se encuentran en esa región, un coágulo puede bloquear el flujo sanguíneo a parte del pulmón, provocando una embolia letal.

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La BBL tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los procedimientos cosméticos, según la Fundación de Educación e Investigación en Cirugía Estética, una organización de investigación sin ánimo de lucro compuesta por cirujanos plásticos certificados.

Otros pacientes, entre los que se encuentran algunos que han compartido sus historias con los periodistas, afirman que desarrollaron problemas cardíacos de por vida o que quedaron con traseros abultados y deformes.

Este peligro ha aumentado en los últimos años debido a una confluencia de factores, como la demanda impulsada por las redes sociales y una regulación ineficaz, como informó el servicio de noticias Bloomberg en julio. Ese marco normativo ha dejado a algunos pacientes sin saber qué esperar de sus procedimientos.

En el caso de Velasco, ella no tenía ni idea de que la licencia de su cirujana, la doctora Anna Gevorgyan, había sido puesta a prueba por la Junta Médica de California a finales de 2020. Según los registros revisados por NBC News, la junta dijo que “cometió repetidos actos de negligencia en su cuidado y tratamiento de uno o más pacientes” —ninguno involucrado en BBL—, pero le permitió seguir realizando cirugías en pacientes.

Gevorgyan no está obligada a revelar su estado de prueba a los pacientes, y Velasco no alegó negligencia contra ella, pero dijo que desearía haber sabido antes que estaba a prueba.

Rachel Velasco.
Rachel Velasco. @rachelmvelasco vía Instagram

De acuerdo con Velasco, Gevorgyan sí le explicó algunos aspectos de su cirugía pero no esperaba la gravedad de los efectos secundarios que experimentaría más tarde, aseguró.

Otra mujer que recibió un tratamiento de liposucción de Gevorgyan en 2020 dijo a NBC News que también desearía haber sabido sobre la libertad condicional de Gevorgyan antes de su procedimiento. 

La cirujana puede seguir ejerciendo legalmente hasta la fecha. El sistema de libertad condicional del estado permite a algunos médicos que se han enfrentado a acusaciones de negligencia médica seguir atendiendo a nuevos pacientes siempre que cumplan ciertos requisitos, que en el caso de Gevorgyan incluían un curso de educación, un curso de mantenimiento de registros médicos, un programa de profesionalidad, un monitor que entrega informes trimestrales a la junta médica y declaraciones trimestrales a la junta, según el acuerdo entre Gevorgyan y la junta médica. Gevorgyan no respondió a las múltiples peticiones de comentarios. 

La presión de parecer 'perfecta'

En abril de 2021, Velasco quería hacer un cambio, y rápido. Su trasero era plano, aseguró. Recortó todas sus fotos de Instagram por encima de la cintura. 

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Esas publicaciones recibían diversos comentarios, muchos de ellos abusivos. Uno decía que parecía “mal hecha”. Otra persona la acusó de engañar en internet a otros con fotos falsas o alteradas. Velasco dijo que los comentarios sacaron a relucir sus inseguridades.

“Tenía mucha sed de hacerme una BBL”, afirmó Velasco, “sabía que no podía cambiar nada de esos comentarios, pero sabía que podía cambiar mi cuerpo”. 

Sólo había un problema. Todos los cirujanos plásticos en los que Velasco estaba interesada estaban ocupados por un año o más. 

Como alternativa, la joven recurrió a un conocido spa médico de Los Ángeles llamado 7Q Spa que atiende a algunas de las mayores estrellas de las redes sociales de la ciudad. 

Un med spa es un centro médico diseñado con la facilidad de un spa de día. Suelen ofrecer procedimientos mínimamente invasivos o no invasivos —tratamientos faciales, microneedling, rellenos, botox y depilación láser— que pueden ser realizados por un asistente médico o una enfermera bajo la supervisión de un médico. 

Velasco quería acudir a un cirujano conocido por operar a celebridades de la lista A, pero 7Q Spa también tenía una clientela impresionante. Tana Mongeau, que cuenta con más de 5 millones de suscriptores en YouTube, se ha sometido a procedimientos en 7Q Spa y los ha anunciado en las redes sociales, incluso a través de un sorteo asociado de relleno de labios gratuito. Mongeau no respondió a una solicitud de comentarios.

La influencer dijo que descubrió que 7Q Spa estaba anunciando BBLs en su cuenta de Instagram, con más de 80,000 seguidores. 7Q Spa también tiene críticas positivas en Yelp y Google, donde tiene una calificación media de 4.5 estrellas. Velasco dijo que no tenía ni idea de que 7Q Spa ofreciera procedimientos quirúrgicos antes de ver las publicaciones, ya que solo había visto a los influencers —como Mongeau— anunciar inyectables. Velasco dijo que se impresionó con las fotos del antes y después en la cuenta del spa.

“Hacen el trabajo de mucha gente allí, y parecía bastante sólido, así que confié en ellos”, afirmó.

La joven fue al spa médico para una consulta, y le dijeron que podía obtener un procedimiento BBL casi inmediatamente. “Me dije: Estupendo, una semana y media, nos vemos allí”, contó.

Cuando Velasco consultó por primera vez a 7Q Spa, dijo que los trabajadores le dijeron que el procedimiento se llevaría a cabo en un “estudio hermano” situado al lado. Desde que NBC News se puso en contacto con 7Q Spa para pedirle comentarios, diferentes representantes de 7Q Spa han indicado que Gevorgyan realmente trabaja en ese estudio hermano. NBC News descubrió tras una visita a 7Q Spa que el spa médico y el estudio hermano, Vitality Medical Center, ocupan unidades contiguas en un centro comercial.

La puerta principal de 7Q Spa está al lado de Vitality Medical Center, que, según los documentos de registro de empresas de California, tiene el mismo director general que 7Q Spa. Los servicios de Gevorgyan se anuncian a través de las cuentas de redes sociales de 7Q Spa. Velasco dijo que sus citas se concertaron con 7Q Spa y que las dos unidades están conectadas por dentro, lo que le permitió pasar por 7Q Spa hasta el centro médico de la cirugía.

Un abogado que representa a 7Q Spa declinó hacer comentarios para el reportaje de NBC News, pero dijo en un correo electrónico que 7Q Spa mantiene que “han cumplido con todas las políticas, procedimientos y obligaciones con todos sus clientes”.

Steven Williams, un cirujano plástico certificado que ejerce en la zona de la bahía y que realiza BBLs y es propietario de un spa médico en la zona de la bahía de San Francisco, dijo que el procedimiento potencialmente “peligroso” debería realizarse en una clínica de cirugía. 

7Q Spa y Vitality Medical Center no figuraban en una base de datos de centros de cirugía ambulatoria acreditados en California, según una búsqueda realizada por NBC News.

De acuerdo con la Junta Médica de California, si un procedimiento quirúrgico utiliza anestesia “en dosis que tienen la probabilidad de colocar a un paciente en riesgo de pérdida de los reflejos protectores de preservación de la vida del paciente”, debe tener lugar en un centro de cirugía acreditado, con licencia o certificado. Si un procedimiento utiliza anestesia local, no tiene que tener lugar en un centro acreditado. 

"El peor dolor de mi vida"

Velasco dijo que su consulta fue con Gevorgyan, quien, según dijo, se hace llamar “Doctora G”. 

Gevorgyan no es una cirujana plástica certificada. Según su número de identificación único para los proveedores de atención médica estadounidenses está autorizada en California con una especialidad en obstetricia y ginecología. Según un folleto que Vitality Medical Center publicó en Instagram, Gevorgyan dice que se ha especializado en cirugía reconstructiva y cosmética desde 2009 y recibió formación adicional en cirugía estética.

Velasco dijo que le dijeron que Gevorgyan era gineco-obstetra antes de su cirugía, y que el personal de 7Q Spa le aseguró que Gevorgyan estaba calificada para realizar el procedimiento BBL. 

Williams, que es presidente electo de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, dijo que los tratamientos inyectables deben ser realizados por un cirujano plástico o un dermatólogo. “Esa no es siempre la situación, porque otros profesionales se han dado cuenta de que se puede ganar dinero”, dijo.

Gevorgyan dijo que le realizaría la BBL mientras ella estaba despierta, con anestesia local —lo que significa que no estaría inconsciente durante el procedimiento—, aseguró Velasco y que hablaría con ella durante todo el procedimiento para que Velasco pudiera comunicarse si algo iba mal.

Williams dijo que para un procedimiento completo de injerto de grasa BBL, en el que la liposucción se realiza en una zona del cuerpo antes de un trasplante de grasa, la anestesia local podría realmente hacer la cirugía más difícil. 

“Estamos tratando de mover volúmenes relativamente grandes de grasa y eso puede ser muy, muy difícil bajo anestesia local”, señaló Williams. “Cuanto más amplia sea la zona que se está tratando, más anestesia local se aplica, y puede haber complicaciones. El dolor postoperatorio puede ser más difícil porque lo has hecho con anestesia local”, añadió.

Williams no ha visto a Velasco ni ha revisado específicamente su caso. Según un artículo de diciembre de 2018 en la revista Journal of the American Society of Plastic Surgeons, en un estudio de 32 pacientes que recibieron BBL con anestesia local, no hubo muertes ni complicaciones.

“Estuve totalmente despierta durante la BBL, lo cual es una locura”, dijo Velasco. “Si reviso mi rollo de cámara, estaba drogada con gas hilarante, hablando por Snapchat con mis amigos. En el fondo, escuchas cómo me inyectan grasa en el trasero”. La joven pagó 9,100 dólares en efectivo por la cirugía. Facilitó a NBC News una foto de su recibo. 

Después de la operación, Velasco dijo que se sentía muy bien y que, al principio, no podía sentir los puntos de sutura en absoluto. Dijo que le pusieron una prenda médica parecida a un leotardo y le dieron Tylenol con codeína. Velasco dijo que Gevorgyan le dijo que la vería en su cita a la mañana siguiente y le dio su número de celular personal en caso de complicaciones.

Velasco dijo que recordaba que le habían dicho: “Toma un poco de Tylenol, te veremos mañana”.

“Llegué a casa y me quedé dormida durante unas tres horas”, dijo. “Alrededor de las 9 o 10 de la noche, empecé a sentir el peor dolor de toda mi vida”.

"Muchas cosas pueden salir mal"

Mientras sentía dolor, Velasco dijo que empezó a leer sobre las experiencias de otros pacientes de BBL y se sintió preocupada por el nivel de dolor que tenía.

“Empecé a ponerme súper paranoica, mi ansiedad empezó a afectarme, estaba como, ‘literalmente me estoy muriendo, esto no es normal, tengo mucho dolor”, relató, “estaba en mi apartamento sola, no estaba con suero ni nada”.

Velasco dijo que le rogó a su hermano que la llevara a la sala de urgencias, donde los médicos la calmaron. Los registros del hospital muestran que el Cedars-Sinai le administró una prueba de orina y un análisis de sangre. Velasco dijo que los médicos también le dieron analgésicos. A las 7:30 de la mañana, el Cedars-Sinai le dio el alta porque los médicos dijeron que lo mejor para Velasco sería consultar con su cirujano, dijo Velasco.

“[Gevorgyan] estaba muy enojada [conmigo] por haber ido al hospital”, aseguró Velasco, “me dijo: ‘¿Por qué has ido allí? Te dije que me llamaras”.

Cuatro días después, Velasco dijo que dejó de sentir dolor por la cirugía, pero las consecuencias de la BBL no habían terminado. El procedimiento le dejó una cicatriz fruncida de cuatro pulgadas en el estómago, que según ella no ha desaparecido. Cuando le contó a Gevorgyan sus preocupaciones, la doctora le recomendó nuevos servicios: más masajes linfáticos de Gevorgyan. Esos tampoco redujeron la cicatriz, dijo Velasco. 

Alex, una antigua clienta de 7Q Spa que dejó una reseña negativa en internet, dijo que desconocía el estado de la licencia de Gevorgyan cuando la operó y que, de haberlo sabido, no habría procedido a la cirugía. 

“Le dije: ‘¿Puede enseñarme sus acreditaciones? Ella se mostró muy turbia al respecto, en plan: ‘¿Cómo te atreves a cuestionarme?”, contó Alex, cuyo apellido NBC News aceptó retener para proteger su privacidad. “Fue muy mala conmigo”, agregó.

El 29 de octubre de 2020, Alex llegó a la oficina de Gevorgyan para su cita de liposucción. Quería quitarse la grasa de la parte interior de los muslos y de las axilas para reponerse durante la cuarentena. 

Alex, que ahora tiene 36 años, dijo que no está contenta con los resultados de su cirugía, que según ella hizo que la parte posterior de sus piernas se viera deformada y que la liposucción de las axilas no hizo “nada”. Alex dijo que cuando volvió a Gevorgyan con sus quejas, el médico le aconsejó que comprara masajes linfáticos para reducir la hinchazón del procedimiento.

Alex finalmente consultó con otro cirujano sobre las zonas de su cuerpo que habían sido operadas por Gevorgyan. “Las cicatrices siguen siendo horribles”, dijo. “Tuvo que volver a hacerme los muslos, pero no quiere tocar partes de mí, por el tejido cicatricial”. 

Un sistema turbio

La Junta Médica de California tiene la tarea de supervisar a los profesionales médicos y las instalaciones médicas en el estado. La junta alegó en una queja del 18 de marzo de 2020 que Gevorgyan no había “proporcionado un examen físico apropiado y una autorización por escrito” para un procedimiento de cirugía estética electiva, “empleó, directa o indirectamente, ayudó, o instigó a una o más personas sin licencia para participar en la práctica de la medicina”, y “se involucró en una conducta que viola las reglas o el código ético de la profesión médica.” Gevorgyan aceptó un acuerdo con la junta el 2 de octubre de 2020, menos de un mes antes de la operación de Alex.

Al aceptar los términos de su libertad condicional, que durará hasta la fecha prevista de finalización en septiembre de 2023, Gevorgyan no admitió haber actuado mal, pero renunció a su derecho a impugnar las acusaciones presentadas contra ella. 

En la misma denuncia que condujo al acuerdo de 2020, la junta también puso en duda la conducta de Gevorgyan durante un tratamiento de liposucción en una clínica de la que era propietaria. En concreto, la denuncia alegaba que Gevorgyan premedicó a un paciente con Xanax, Tylenol y una combinación de óxido nitroso y oxígeno administrada durante el procedimiento. 

La Junta Médica de California revocó su licencia como parte del acuerdo, pero suspendió la revocación y le concedió una libertad condicional de 35 meses. En una declaración enviada a NBC News, la junta dijo que el código estatal exige que se realicen esfuerzos de rehabilitación “siempre que sea posible” cuando se tomen medidas contra la licencia de un médico. 

La libertad condicional limita la forma en que Gevorgyan puede supervisar la práctica de la medicina, incluida su capacidad para supervisar a los asistentes médicos y poseer negocios que ofrecen cirugías cosméticas electivas, y el nivel de supervisión que puede esperar de la Junta Médica de California.

Pero los registros estatales indican que Gevorgyan codirigió el negocio contiguo a 7Q Spa en enero de 2021, que estaba registrado en ese momento en la Secretaría de Estado de California como Glenoaks Surgical Center. Desde entonces ha sido rebautizado como Vitality Medical Center. 

Alex proporcionó a NBC News una factura por su procedimiento que estaba impresa en el membrete de 7Q Spa con Gevorgyan como su cirujana.

Las experiencias de Velasco y Alex ponen de manifiesto que los consumidores que desean someterse a una intervención quirúrgica en un spa pueden tener problemas para saber exactamente a qué se comprometen. Velasco y Alex dijeron que entendían que había un centro médico conectado a 7Q Spa, pero no se dieron cuenta de que era una empresa independiente.

Desde su cirugía, Velasco dijo que ha vuelto a usar la popular aplicación de edición de fotos Facetune para difuminar su cicatriz. 

“No lo habría hecho si hubiera sabido que iba a tener una cicatriz y que iba a ser un gran alboroto”, dijo Velasco. Pero lo peor de todo es que cuando Velasco pidió sus fotos del antes y el después a 7Q Spa, dijo que la BBL apenas había cambiado el aspecto de su cuerpo. 

“¿Me han abierto el cuerpo para qué?”, cuestionó Velasco. 

En diciembre de 2020, después de que la licencia de Gevorgyan fuera puesta en libertad condicional en California, su antiguo estado de práctica tomó medidas permanentes contra ella. El Departamento de Regulación Financiera y Profesional de Illinois colocó a Gevorgyan, que solía ejercer en Evanston, en la “categoría de rechazo a la renovación” de la licencia médica en base a los hallazgos del CMB. 

Sin incluir su factura del hospital, Velasco dijo que ha pagado más de 13,000 dólares por su procedimiento BBL, su prenda médica y sus masajes linfáticos.