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¿Es seguro que las embarazadas se vacunen contra el COVID-19? Esto es lo que sabemos

El embarazo aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19 y aunque los científicos dicen que las vacunas probablemente no tengan ningún efecto negativo en el feto, pero aún no lo saben con certeza.
/ Source: Telemundo

Por Samatha Putterman - Politifact

A medida que la elegibilidad para las vacunas contra el coronavirus se amplía en Estados Unidos, más mujeres embarazadas se enfrentan a la decisión de vacunarse o no.

Algunas publicaciones alarmantes en las redes sociales advierten que las mujeres embarazadas que fueron vacunadas han experimentado abortos espontáneos o podrían enfrentar infertilidad. Se trata de historias anecdóticas que pueden aumentar la ansiedad de los futuros padres en un clima ya plagado de desinformación.

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PolitiFact examinó estos temas y encontró dos cuestiones importantes que las mujeres embarazadas deben considerar: 

Lo que sí saben hasta ahora se basa, en gran medida, en el seguimiento de las mujeres embarazadas que han sido vacunadas y parece confirmar que las vacunas son seguras. El doctor Anthony Fauci, jefe de enfermedades infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud, dijo recientemente que, hasta el momento, los investigadores no han visto "señales de alerta" en las 20,000 mujeres embarazadas que participan en un estudio federal.

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Pero todavía hay mucho que no sabemos. Y los expertos no están completamente alineados sobre cómo equilibrar los riesgos potenciales de la vacuna para las mujeres embarazadas con los riesgos conocidos de COVID-19.

Recomendaciones para embarazadas

Las dos vacunas de ARNm contra el COVID-19 autorizadas en EE. UU. deben ofrecerse a mujeres embarazadas y lactantes que sean elegibles para la vacunación, según lo recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y varias organizaciones de salud reproductiva, incluido el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal. La guía se basa en los riesgos teóricos que plantean las vacunas en comparación con los riesgos conocidos que el COVID-19 puede representar para las personas embarazadas.

Todos estos grupos recomiendan que las mujeres embarazadas, o aquellas que planean quedar embarazadas, deben hablar con sus médicos para sopesar los riesgos y beneficios.

Otros son más cautelosos

La Organización Mundial de la Salud recomienda no usar ninguna de las vacunas de ARNm en mujeres embarazadas a menos que el beneficio para la persona supere los posibles riesgos de la vacuna. Aconseja a las mujeres que hablen con sus médicos para averiguarlo.

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De manera similar, el Reino Unido dice que hasta que haya más información disponible, las mujeres embarazadas no deberían recibir las vacunas de ARNm de manera rutinaria. Los funcionarios destacaron los beneficios de la vacunación para las mujeres embarazadas que corren un alto riesgo de infectarse (por ejemplo, las mujeres que trabajan en hospitales) o aquellas con problemas de salud que las ponen en riesgo de sufrir complicaciones graves. También recomiendan que las mujeres consulten primero a sus médicos.

¿Por qué hay consejos contradictorios?  Porque los ensayos clínicos para las nuevas vacunas del COVID-19 no incluyeron mujeres embarazadas, y no hay suficientes datos concluyentes disponibles para que los científicos puedan decir con certeza que las inyecciones son seguras para ellas.

La doctora Abbe Kordik, profesora asistente de obstetricia y ginecología del Centro Médico de la Universidad de Chicago, dijo que los datos son escasos porque las vacunas son muy nuevas. "Pero según cómo funciona, no he visto ninguna evidencia que demuestre que habría un mayor riesgo para una persona embarazada o un feto", dijo.

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Las mujeres embarazadas que optan por esperar pueden tomar otras medidas para limitar su riesgo, como "el uso constante de mascarillas, el lavado de manos y la limitación de actividades", dijo la doctora Shruthi Mahalingaiah, profesora asistente de salud ambiental, reproductiva y de la mujer en la escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

Las mujeres embarazadas corren el riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19

Los CDC han designado a las personas embarazadas como un grupo con mayor riesgo de contraer COVID-19 grave.

Se estima que las pacientes con COVID-19 que están embarazadas tienen cinco veces más probabilidades de necesitar cuidados intensivos o un ventilador que las que no lo están. Las mujeres embarazadas tienen más probabilidades de morir de COVID-19 que las mujeres de la misma edad no embarazadas que tienen la enfermedad. Para aquellas con comorbilidades, el riesgo es aún mayor.

El COVID-19 severo, a su vez, aumenta otros riesgos del embarazo, como el parto prematuro, el parto por cesárea, los trastornos hipertensivos y la hemorragia posparto, según datos recientes de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH)

En un estudio publicado en JAMA Internal Medicine en enero, los investigadores evaluaron a más de 406,000 mujeres que dieron a luz entre abril y noviembre de 2020 y encontraron que aquellas con COVID-19 tenían una tasa significativamente más alta de complicaciones graves, incluidos parto prematuro, preeclampsia, eventos trombóticos y muerte.

Mujeres embarazadas y vacunas

No es inusual que las mujeres embarazadas sean excluidas de los primeros ensayos clínicos de vacunas, dicen los expertos, ya que los investigadores deben considerar los riesgos potenciales tanto para la madre como para el feto.

Las vacunas que contienen virus vivos no se recomiendan para mujeres embarazadas, pero otras que usan organismos inactivos sí lo son, como la vacuna contra la influenza y la Tdap, que protege a los recién nacidos contra el tétanos, la difteria y la tos ferina.

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Las vacunas de Pfizer y Moderna no contienen el virus vivo. Usan un fragmento de material genético, llamado ARN mensajero, que instruye a las células a construir la proteína de "pico" que se encuentra en la superficie del virus y que el sistema inmunológico aprende a combatir. Las vacunas no pueden causar infección.

Por su parte, las nuevas vacunas de Johnson & Johnson y AstraZeneca usan ADN de doble hebra y provienen de décadas de investigación sobre vacunas basadas en adenovirus.

"La razón por la que podría haber alguna inclinación hacia estas vacunas es simplemente porque hemos tenido experiencia con las vacunas adenovirales antes con el ébola", dijo la doctora Geeta Swamy, vicepresidenta asociada de investigación en la Universidad de Duke y miembro de equipos de expertos en COVID- 19 e inmunización  del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.

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"Pero no hay ninguna razón científica para esperar que las vacunas basadas en ARNm tengan un mayor riesgo de daño" para la mujer o el feto, agregó Swamy.

Mientras tanto, existe evidencia prometedora de que los anticuerpos protectores activados por la vacuna atraviesan la placenta, lo que significa que el bebé recibe cierta protección contra el virus.

Desinformación sobre las vacunas y el embarazo

Los relatos anecdóticos de los eventos adversos de las vacunas suelen difundirse en línea como supuesta evidencia de que las vacunas no son seguras. Pero los expertos advierten que no se pueden hacer suposiciones sobre cualquier evento sin conocer el historial médico de la persona.

Un caso notable involucró a una trabajadora de la salud en Wisconsin, quien dijo en las redes sociales que recibió su vacuna a las 14 semanas de embarazo. Unos días después, anunció que había abortado. En cuestión de horas, las capturas de pantalla de sus publicaciones se difundieron en línea, y las personas advirtieron sin evidencia de que esto era el resultado de la vacunación.

Los expertos advierten contra sacar ese tipo de conclusiones de informes individuales. Sin más estudios, dicen, no hay forma de determinar si un evento adverso determinado estaba relacionado con la vacuna.

Alrededor del 20% al 30% de todas las concepciones terminan en aborto espontáneo, dijo Swamy, y la tasa aumenta con la edad de la madre. Cualquiera que haya experimentado un aborto espontáneo después de la vacunación "debe buscar atención médica para ser evaluado sobre las causas y no intentar asumir que un evento o exposición en particular fue causal", dijo.

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Otra información errónea incluyó afirmaciones falsas que decían que las vacunas de ARNm causarían infertilidad en las mujeres. Los expertos rechazaron el razonamiento científico detrás de esas afirmaciones.

Estudios y datos de observación

Varios fabricantes de vacunas han realizado estudios de toxicidad en animales preñados. Ninguno ha sugerido problemas de seguridad, pero los resultados no necesariamente se aplican directamente a los seres humanos.

Se están preparando otros estudios, y los datos de observación sobre las personas embarazadas que se han vacunado parecen tranquilizadores hasta ahora.

Un gran ensayo clínico evaluará y hará un seguimiento de las mujeres embarazadas vacunadas y sus bebés mayores de 21 meses. Y un próximo ensayo de investigación clínica espera inscribir a 4.000 participantes embarazadas que recibieron la vacuna Pfizer.

Moderna también creó un registro para rastrear a las receptoras de vacunas embarazadas, y los CDC y la FDA están monitoreando a las personas embarazadas que se inscriben en su aplicación de rastreo, V-Safe, después de la vacunación.

Pueden pasar varios meses antes de que haya información más concluyente. Aún así, los investigadores dicen que los estudios son un buen punto de partida, especialmente en combinación con los datos de seguridad de otros ensayos y los datos de observación del lanzamiento de la vacuna hasta el momento.