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En la lucha contra el COVID-19 los hispanos "pueden salvar vidas", asegura este científico cubanoestadounidense

El doctor Arturo Casadevall lidera los esfuerzos por incentivar la donación de plasma de personas que se han recuperado del COVID-19, porque, asegura, es un tratamiento probado que puede salvar vidas. Estos son sus consejos para mantenerse seguro.
/ Source: Telemundo

WASHINGTON.— Los hispanos figuran entre quienes se han llevado el peor golpe de la pandemia del COVID-19, pero precisamente por eso pueden ayudar a “salvar vidas” al donar su plasma, afirmó este jueves un prominente médico y científico cubanoamericano que lidera investigaciones sobre ese tratamiento.

En entrevista con Noticias Telemundo, el doctor Arturo Casadevall, presidente del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de la Universidad de Johns Hopkins, afirmó que el plasma de convalecientes es la forma más fácil, segura y eficaz de tratar a personas contagiadas con el COVID-19.

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“En Estados Unidos se están usando miles de unidades de plasma todos los días, lo que quiere decir que es muy importante que si una persona ha tenido el COVID-19, que por favor done su plasma”, argumentó, "los hispanos pueden “ayudar a salvar vidas".

“Ese plasma puede ayudar a familiares y a extraños, es una manera de dar vida a otros”, enfatizó.

El doctor cubanoamericano, Arturo Casadevall, lidera investigaciones en la Universidad de Johns Hopkins sobre el uso de plasma de convalecientes y otros tratamientos contra enfermedades mortíferas
El doctor cubanoamericano, Arturo Casadevall, lidera investigaciones en la Universidad de Johns Hopkins sobre el uso de plasma de convalecientes en pacientes con COVID-19, y sobre tratamientos contra otras enfermedades mortíferas.Foto cortesía de Arturo Casadevall / Noticias Telemundo

Este tratamiento, que se ha usado durante más de un siglo para combatir pandemias y obtuvo el primer Premio Nobel de Medicina en 1901, implica extraer de la sangre los anticuerpos de personas que se han recuperado de una enfermedad. Se usó, por ejemplo, en la lucha contra la difteria, la gripe de 1918, el sarampión, y el ébola. 

Los datos apuntan a que los hispanos figuran entre los más golpeados por la pandemia del COVID-19, en parte por la falta de seguro médico, o por tener poco acceso a cuidados médicos, entre otras razones. También trabajan en sectores de la economía, como la construcción, restaurantes y hoteles, manufactura y tiendas de minoreo, que no les permiten laborar desde casa. 

Solo en el condado de Los Angeles, en California, los hispanos tienen una tasa de infección con el coronavirus que es más del doble que la de los blancos, según datos del Departamento de Salud Pública del estado.

A mediados del mes pasado, la tasa de hospitalizaciones semanales entre los hispanos del Condado de Los Angeles sonó las alarmas: la tasa por cada 100,000 habitantes internados fue de 24 entre los hispanos, 15 entre afroamericanos, y 9 entre los blancos.  

Buscan donantes para combatir la pandemia

De 63 años, Casadevall es miembro del comité directivo de la campaña La solución está en nosotros, una iniciativa de coaliciones médicas, laboratorios y grupos cívicos, que incluye a la Universidad de Johns Hopkins y a la Clínica Mayo, para incentivar la donación de plasma de convalecientes en todo el país.

La campaña cuenta con un anuncio de servicio público en español grabado por el doctor Eliseo Pérez Stable, director del Instituto Nacional de Salud de las Minorías, bajo el paraguas de los Institutos Nacionales de Salud. 

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Según Casadevall, el proceso de donar plasma es fácil y “muy seguro”, no conlleva riesgos ni requiere hospitalización, y sólo se realiza mediante un procedimiento intravenoso. Lo recomendable es que los donantes esperen cuatro semanas después de presentar los primeros síntomas.

El proceso de donación tampoco causa anemia, desmayos u otras complicaciones de salud, y basta con acudir a la Cruz Roja o algún banco de sangre, agregó el experto.

Sin embargo, el tratamiento de plasma de convalecientes sólo puede administrarse a pacientes que son hospitalizados, y funciona mejor en las primeras etapas del COVID-19, es decir, “si una persona está muy enferma, el plasma no ayuda tanto”, explicó.

Volver a la normalidad

Casadevall concedió la entrevista en unos momentos en que las autoridades trabajan contrarreloj para la aprobación y distribución de millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19.

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La vacuna es segura y “es la única manera en que vamos a tener el mundo que teníamos antes, el mundo de poder ir a los restaurantes, y poder viajar.  Es muy importante vacunarse”, subrayó Casadevall, quien piensa vacunarse en cuanto esté disponible.

El peligro del COVID es mucho más grande que algún peligro de la vacuna", inisistió, "la vacuna va a terminar con esta pandemia".

Casadevall advirtió sobre la “peligrosa” desinformación en las redes sociales sobre las vacunas contra el COVID-19, y se comprometió a hacer lo posible por convencer al público a que se deje vacunar para “poner fin” a la pandemia.

Cuestionó además la actitud de personas que no obedecen los consejos sobre el uso de mascarillas, la distancia social, y el evitar el hacinamiento en sitios encerrados,  porque eso sigue siendo la mejor forma de evitar el contagio.

“Esta enfermedad es impredecible: una persona puede estar en buena salud, y de repente estar muy enferma”, observó.

Casadevall emigró de Cuba a Estados Unidos a los 11 años y, desde la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore (Maryland), se ha destacado por sus investigaciones sobre por qué los microbios causan enfermedades y cómo se puede proteger a los humanos de éstos.

A lo largo de su exitosa carrera como catedrático e investigador, Casadevall ha cosechado unos 54 premios, honores y becas de prestigiosas instituciones.

Su laboratorio produjo un anticuerpo a la melanina fúngica que podría utilizarse para tratar el melanoma, un tipo de cáncer de piel que, aunque poco frecuente, es más mortífero si no se detecta a tiempo.