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El peligro de contratar un seguro médico con deducible alto para ahorrar dinero: se dispara el precio de algunos fármacos

La familia Neri pasó de pagar 120 dólares al año a 2,400 por un medicamento que le puede salvar la vida a sus dos hijos con alergias alimentarias. "Muchas familias no pueden permitirse" un pago así, advierten.

Por Erika Edwards, Tonya Bauer y Anne Thompson - NBC News

Durante años, Meghan Neri pagó 30 dólares por cada paquete de autoinyectores de epinefrina para sus dos hijos adolescentes con alergias alimentarias. El precio de cuatro paquetes de este medicamento que salva vidas era de unos asequibles 120 dólares al año.

Así que Neri, de 42 años, oriunda de Scituate (Massachusetts), se sorprendió cuando, en 2019, su farmacéutico de cabecera le dijo que a partir de entonces cada paquete costaría 600 dólares. Su presupuesto anual se disparó a 2,400 dólares.

El precio de las inyecciones de epinefrina en sí no había subido. El problema era que los Neris se habían cambiado a un nuevo plan de seguro médico con deducible alto para ahorrar dinero. Los pagos mensuales son más bajos con los programas de deducible alto, pero las familias deben pagar miles de dólares cada año antes de que muchos costos -que suelen incluir los autoinyectores de epinefrina- estén cubiertos. 

La familia Neri tiene dos hijos alérgicos a distintos alimentos, lo que les obliga a llevar siempre encima autoinyectores de epinefrina.
La familia Neri tiene dos hijos alérgicos a distintos alimentos, lo que les obliga a llevar siempre encima autoinyectores de epinefrina.vía NBC News

Al igual que a los Neris, a muchas familias les toma desprevenidas el aumento del precio de ciertos fármacos. Algunas se ven obligadas a racionar los autoinyectores o a prescindir de ellos.

“Muchas familias han optado por no recoger sus EpiPens porque no pueden permitírselo”, afirma sobre el medicamento la doctora Purvi Parikh, alergóloga e inmunóloga del centro NYU Langone Health en Nueva York. “Se están arriesgando a que, Dios no lo quiera, ocurra una desgracia”.

Parikh dice que las familias han tenido que asumir más y más responsabilidades financieras en la última década, particularmente a medida que los planes de seguro con deducibles altos se han vuelto más comunes. 

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La Ley de Asistencia Sanitaria Asequible de 2010 amplió el acceso a los seguros de salud, por lo que las compañías tuvieron que cubrir a más personas que nunca. Para compensar, las aseguradoras “no solo aumentaron lo que cuesta estar cubierto, sino que han trasladado más de eso al paciente en forma de planes con deducibles altos”, explicó Parikh. “Lo hemos visto todos los años durante al menos los últimos siete o 10 años”.

Las aseguradoras “no solo aumentaron lo que cuesta estar cubierto, sino que han trasladado más de eso al paciente en forma de planes con deducibles altos”

dRA Purvi Parikh, INMUNÓLOGA, NYU LANGONE

Un análisis de Kaiser Family Foundation (KFF, por sus siglas en inglés) reveló que en 2009 el 17% de los trabajadores estaban inscritos en un plan de salud con un deducible anual de al menos 1,000 dólares. En 2021, será el 50%.

“El deducible medio en los seguros de salud basados en el empleador es ahora de más de 1,700 dólares por persona”, explica Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de la KFF. En algunos planes familiares, los deducibles pueden superar los 3,000 dólares.

“Lo que esto significa es que, aunque uno esté asegurado, puede no estar protegido frente a costos de salud potencialmente catastróficos”, advierte Levitt.

Recetas médicas que antes no costaban más de 30 dólares -un copago básico- ahora se pagan a precio completo, lo que puede suponer cientos de dólares. 

Algunos medicamentos, como los destinados a controlar la hipertensión, están cubiertos incluso antes de alcanzar el deducible. Pero los autoinyectores de epinefrina -que administran una inyección de epinefrina y son el único medicamento de urgencia disponible para reacciones alérgicas potencialmente mortales- no suelen estarlo.

Una paquete de autoinyectores de epinefrina dela marca EpiPen.
Una paquete de autoinyectores de epinefrina dela marca EpiPen.Joe Raedle / Getty Images

Pocos fármacos o dispositivos de prescripción simbolizan mejor lo fuera de control que están los costos de salud que el EpiPen.

Entre 2008 y 2016, la farmacéutica Mylan subió el precio de sus autoinyectores más de un 400%, lo que provocó la indignación pública y el escrutinio del Congreso.

Pronto surgieron otros productos dispensadores de epinefrina, como Adrenaclick y Auvi-Q, junto con genéricos con la esperanza de ofrecer precios que más gente pudiera asumir. Hasta cierto punto, funcionó. 

Esto no es una decisión. Nada de esto es una decisión

Meghan Neri  madre de dos hijos con alergias

“La cantidad que los pacientes con seguro privado tenían que pagar de su bolsillo disminuyó”, señala el Dr. Kao-Ping Chua, profesor adjunto de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan y del Centro Susan B. Meister de Evaluación e Investigación de la Salud Infantil de Ann Arbor (Michigan).

Pero después de cambiar a un plan de deducible alto, algunos pacientes como los Neris descubrieron que se les cobraba casi el precio completo de los autoinyectores de epinefrina.

La hija de Neri, Shea, de 14 años, es alérgica a la leche, y su hijo, Thomas, de 12, es alérgico a la leche, los cacahuetes y los frutos secos. No salen de casa sin los dispositivos metidos en una pequeña riñonera que llevan siempre encima, por si se produce una exposición.

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“Uno espera que no se desperdicien medicamentos ni energía”, reconoce Neri.

Los inyectores sólo duran un año de media. La familia Neri debe comprar cada año cuatro paquetes para los dos niños, para tenerlos en casa y en el colegio. Shea y Thomas han tenido que utilizar cada uno las inyecciones de epinefrina de emergencia.

Cuando el farmacéutico le comunicó a Neri el nuevo precio de los recambios, se sintió desolada y ese día no pagó los 2,400 dólares.

“Me dio un poco de vergüenza decir: ‘Ahora mismo no puedo”, explica.

El objetivo de los deducibles es desincentivar el uso indebido de la atención médica y el abuso de medicamentos con receta, argumenta Levitt. Pero los autoinyectores de epinefrina salvan vidas. “Nadie los utiliza de forma inadecuada”, apunta.

Los medicamentos vitales de alto valor no deberían costar nada"

Dr.Kao-Ping Chua profesor de pediatría

De hecho, Neri dice que los autoinyectores son herramientas necesarias para proteger a sus hijos. “Esto no es una decisión. Nada de esto es una decisión”, asegura.

La epinefrina es la primera línea de defensa cuando una persona sufre una reacción alérgica grave, denominada anafilaxia. Cuando esto ocurre, la presión arterial cae en picado. Las vías respiratorias se estrechan, dificultando la respiración. Una inyección de epinefrina, o adrenalina, puede revertir lo que de otro modo podría ser mortal.

“Los medicamentos vitales de alto valor no deberían costar nada”, reclama Chua, de la Universidad de Michigan. 

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Chua lleva años estudiando cuánto pagan las familias por la epinefrina de urgencia. Dirigió un estudio publicado en julio pasado según el cual uno de cada 13 pacientes pagaba más de 200 dólares al año por sus autoinyectores de epinefrina.

La mayoría eran niños, en parte porque las alergias son más frecuentes en menores que en adultos, pero también porque necesitan varios autoinyectores para guardarlos en casa, en el colegio y durante las actividades extraescolares.

La mayoría de las familias que pagaban más de 200 dólares al año en el estudio de Chua -el 62.5%- estaban inscritas en planes de salud con deducible alto. 

“En mi opinión, se trata sobre todo de un problema de diseño de las prestaciones del seguro”, subraya Chua. “La gente no espera pagar tanto cuando tiene seguro médico porque asume que el seguro cubrirá la medicación”.

Los pacientes pueden cuestionar los altos precios

“Suele depender de las aseguradoras -y de los empleadores en el caso de las prestaciones sanitarias en el lugar de trabajo- si algunos servicios sanitarios y medicamentos están exentos de la franquicia”, dice Levitt.

Las compañías de seguros médicos podrían eximir a los autoinyectores de epinefrina de sus elevadas franquicias. UnitedHealthcare anunció que, a partir del año que viene, en algunos de sus planes no habrá copago ni otros gastos de bolsillo para la epinefrina.

Es la única gran aseguradora que cubre la epinefrina hasta ahora, pero “cada vez vemos más una tendencia a que las aseguradoras eximan a los pacientes de los gastos de bolsillo por medicamentos que salvan vidas”, cuenta Levitt.

Chua recalca que sería una buena política pública limitar también el costo de otros medicamentos que salvan vidas, como la insulina para la diabetes y la naloxona para revertir las sobredosis de opiáceos.

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Pero AHIP (anteriormente conocido como America’s Health Insurance Plans), un grupo que representa a estas empresas, dijo que los fabricantes de medicamentos son los culpables. 

“Animamos a las Grandes farmacéuticas a poner fin a sus tácticas de manipulación de precios y a bajar sus costos fuera de control para los pacientes”, dijo el grupo en una declaración a NBC News. “Los pacientes necesitan sus medicamentos que salvan vidas, por lo que la falta de opciones de medicamentos significa que las Grandes farmacéuticas no tiene incentivos para acordar precios más bajos”.

En última instancia, navegar los planes de salud y buscar la manera de pagar los medicamentos caros queda en manos de los pacientes. 

“Lo más importante que deben saber es si tienen o no que pagar un deducible por los medicamentos antes de que el seguro los cubra”, afirma Chua.

Después de aquel día en la farmacia, Neri examinó detenidamente el plan de seguro médico de su familia y se puso en contacto con su médico para hablar de otras opciones.

Cambiaron a otra marca de epinefrina de emergencia y ahora pagan 25 dólares por envase. 

“Íbamos a gastar lo que fuera necesario para mantenerlos a salvo”, dice Neri. “Pero es útil tener suficiente información para tomar una decisión educada y no sentir que estás botando el dinero innecesariamente”.

Levitt señala que los pacientes deben sentirse capacitados para cuestionar los precios elevados. “Es mucho trabajo”, asegura, pero “si se enfrenta a una denegación de reclamación, si se enfrenta a un costo elevado, luche contra ello. Peles con tu proveedor de atención sanitaria, pelee con su compañía de seguros”.

“'No' casi nunca significa 'no' en los seguros de salud”, señala. “A menudo se puede ganar”.