Cómo prevenir la muerte de un niño por calor en un auto. Puede pasarle incluso "al cuidador más amoroso", dicen expertos

Unos 38 niños mueren en promedio cada año en Estados Unidos al ser dejados solos en un vehículo por períodos prolongados y con altas temperaturas, en incidentes en todo el país, según las bases de datos de NoHeatStroke.org y KidsAndCarsSafety. La mayoría de ellos tienen 3 años o menos. 

Este año no ha sido la excepción. En mayo, una bebé de 10 meses falleció luego de permanecer varias horas dentro de un automóvil en Houston, Texas. La madre contó que olvidó la bebé con el carro apagado. Cuando se dio cuenta, volvió corriendo y la encontró inconsciente. Houston registró ese día hasta 91 grados Fahrenheit. Poco después volvió a ocurrir, pero en Tallahassee, Florida. Un bebé de 11 meses murió en julio en un vehículo estacionado frente a un centro de cuidados paliativos. Durante la brutal ola de calor de mitad de agosto, los casos siguieron con al menos cuatro niños que murieron en esas circunstancias en una semana. 

“El error más peligroso que puede cometer un padre o un cuidador es pensar que dejar a un niño solo en un vehículo nunca les sucederá a ellos ni a su familia”, indica un informe de Kids And Cars Safety. En la mayoría de las muertes, señalan los datos, los cuidadores dejan a los niños sin saberlo o sin querer.

Le ha pasado a personas de distintas profesiones: educadores, dentistas, trabajadores sociales, policías, enfermeras, clérigos, soldados e incluso científicos espaciales, detalla. 

El doctor David Diamond, un especialista que ha estudiado tragedias de este tipo por más de una década ha develado una posible causa: una falla temporal en la memoria. “Incluso el padre más amoroso y responsable puede olvidar que el niño está en el automóvil”, señala Diamond. Entre otros factores, puede ocurrir por cambios en la rutina diaria, la falta de sueño, el estrés, la fatiga y las distracciones, algo por los que todos los cuidadores pasan. 

Qué es la muerte por golpe de calor 

Un niño que se deja dentro de un vehículo caliente, o que se sube a un automóvil​ que no está cerrado sin que nadie lo note, puede morir de insolación o calor extremo en muy corto tiempo. Se trata de un accidente común: es la causa principal de las muertes relacionadas con vehículos en niños menores de 15 años, excluyendo a choques.

Cuando un niño queda solo en un automóvil, los órganos principales del niño empiezan a colapsar cuando su temperatura llega a 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius). Puede morir cuando su temperatura llega a los 107 grados F (41,6 grados C).

Cinco cosas que debe saber

• Incluso en poco tiempo. Los autos se calientan rápidamente: la temperatura puede subir más de 20 grados Fahrenheit en sólo 10 minutos. Y el cuerpo de un niño se calienta de tres a cinco veces más rápidamente que el de los adultos, indican expertos de la American Academy of Pediatrics (AAP). Es peligroso que esté en un vehículo encerrado también cuando es por un corto período. 
• Airear no ayuda. Dejar el aire acondicionado prendido o la ventana entreabierta cuando el auto está apagado NO ayuda mucho para mantenerlo fresco, indica la AAP. 
• Pasa a temperaturas más bajas. El golpe de calor puede suceder incluso cuando la temperatura exterior es de 57 grados F (13.8 grados C), señalan expertos. 
• Cada vez es más posible. Debido a la emergencia climática, se espera que haya más días de mucho más calor a lo largo del año. 
• Más estrés, mayor riesgo. El riesgo es mayor cuando se está más ocupado que de costumbre o hay un cambio en la rutina diaria, coinciden expertos. 

Hábitos simples para prevenirlo

“La mayoría de las personas se niegan a tomar medidas de precaución porque creen que esto nunca podría sucederles, un error potencialmente fatal”, indicó Diamond en un informe para The Conversation. Estas son algunas recomendaciones de la AAP para evitar que el niño quede solo y se sofoque: 

• Revise siempre el asiento de atrás para cerciorarse de que todos los niños están fuera del automóvil antes de cerrarlo con seguro y alejarse. Puede poner su teléfono, bolsa o cartera en el asiento trasero, así usted se asegura de revisarlo al llegar a destino. 
• Evite distracciones mientras conduce, especialmente el uso del teléfono celular.
• Manténgase más alerta cuando hay un cambio en su rutina como cuando otra persona está llevando a su hijo o usted toma una ruta diferente para ir al trabajo o a la guardería. 
• Cerciórese siempre de que el niño ha llegado a su destino con seguridad. Puede pedirle al proveedor de cuidado infantil que lo llame si el pequeño se retrasa por más de 10 minutos.

• Asegúrese de que sus niños no tengan acceso fácil a las llaves de su automóvil. Y mantenga los asientos plegables posteriores cerrados para evitar que un niño se cuele en el maletero desde el interior del auto.
• Enséñeles a los niños que los automóviles no son lugares seguros para jugar. Recuérdeles que los vehículos, especialmente los maleteros, no se deben usar como lugar de escondite.

Los asientos para niños que miran hacia atrás (la parte posterior del vehículo), pueden ser riesgosos ya que no se ve si está ocupado y los bebés suelen dormirse convirtiéndose en viajeros silenciosos, agrega un informe de Kids and Care Safety.

Cómo actuar si ve a un niño solo en un auto

• Si el niño no reacciona o siente dolor. Llame al 911 de inmediato. Saque al niño fuera del automóvil y rocíelo con agua fresca no con agua fría (tampoco un baño de hielo).
• Si reacciona o responde a su llamado. Permanezca a su lado hasta que llegue la ayuda. Pídale a otra persona que busque al conductor. 

Por qué puede pasarle hasta el padre más amoroso

“He estado estudiando el cerebro y la memoria desde 1980. He hablado con muchos padres que han perdido a sus hijos. Escuché las desgarradoras llamadas al 911 que hicieron después de que su hijo fuera encontrado muerto. Me he dado cuenta de que, en la gran mayoría de los casos, este no fue el acto de padres indiferentes o negligentes”, indica el doctor Diamond en The Conversation. 

Diamond es un especialista en neurociencia que ofrece en sus investigaciones la siguiente explicación: los padres o cuidadores pueden olvidar a sus hijos porque sufren una falla en la memoria entre dos sistemas: “la memoria de hábitos” (acciones repetidas que se hacen rutinariamente como manejar) y la “memoria prospectiva” (la de planes a futuro, como buscar a los niños en la escuela). Hay muchas situaciones cotidianas en las que uno suprime al otro, como cuando nos olvidamos de interrumpir un viaje de vuelta a casa (rutina) para detenernos en la tienda para comprar comestibles (un plan).