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Cada vez más estudios apuntan a los peligros de ingerir endulzantes artificiales

Nueva evidencia sugiere que pueden elevar el azúcar en la sangre y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares. Los edulcorantes sin calorías ni nutrientes están en los refrescos y otros productos procesados ​​como yogur o cereales.

Por Aria Bendix - NBC News

Una nueva investigación encontró más evidencia de que los edulcorantes artificiales pueden ser perjudiciales para la salud.

Un estudio publicado el miércoles en el British Journal of Medicine, en el que participaron más de 100,000 adultos en Francia, halló un posible vínculo entre el consumo de edulcorantes artificiales y las enfermedades cardíacas.

Los participantes que consumieron grandes cantidades de aspartamo —una sustancia presente en edulcorantes como Equal y NutraSweet, así como en cereales, yogur, dulces y refrescos dietéticos— mostraron un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que aquellos participantes que no consumieron el edulcorante.

Igualmente, quienes consumieron grandes cantidades de sucralosa —presente en los edulcorantes Splenda, así como en productos horneados, helados, frutas enlatadas, yogures y jarabes saborizados— y acesulfamo de potasio —presente en los llamados refrescos “sin azúcar”—, mostraron mayor riesgo de padecer enfermedades coronarias o del corazón.

“Puede que los edulcorantes artificiales no sean una alternativa segura para reemplazar el azúcar”, dijo Mathilde Touvier, autora del estudio y directora de investigación del Instituto Nacional de Investigación Médica y de Salud de Francia.

El mes pasado, un estudio más pequeño encontró que consumir edulcorantes no nutritivos —sustitutos del azúcar que contienen pocas calorías o nutrientes— podría alterar la flora intestinal de una persona y potencialmente elevar los niveles de azúcar en la sangre.

Un alto nivel de azúcar en la sangre puede aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas o infartos.

“Puede que los edulcorantes artificiales no sean una alternativa segura para reemplazar el azúcar”, dijo Mathilde Touvier, autora de un nuevo estudio sobre los peligros de consumir sustitutos del azúcar.
“Puede que los edulcorantes artificiales no sean una alternativa segura para reemplazar el azúcar”, dijo Mathilde Touvier, autora de un nuevo estudio sobre los peligros de consumir sustitutos del azúcar. Getty Images

Y antes de ese estudio, un experimento de laboratorio realizado en junio encontró que los edulcorantes artificiales provocaron que las bacterias intestinales invadieran las células de la pared del intestino, lo que en última instancia podría aumentar el riesgo de infección o fallo de órganos.

Otra investigación más antigua ya había establecido un vínculo entre los edulcorantes artificiales y la obesidad, la presión arterial alta, la diabetes y también un mayor riesgo de cáncer.

“Mientras sigan apareciendo datos sobre sus efectos adversos, alentaremos menos a las personas a que cambien el azúcar agregada por los edulcorantes no nutritivos”, dijo la doctora Katie Page, profesora asociada de Medicina en la Universidad del Sur de California.

Sin embargo, dijo Page, lo más saludable tampoco es continuar con el consumo de azúcar regular en grandes cantidades.

“Realmente necesitamos alentar a las personas a comer azúcar con más moderación y tratar de disminuir su consumo”, dijo. “Y la forma de hacerlo no es consumiendo más edulcorantes no nutritivos”.

Algunos edulcorantes considerados "naturales" tampoco son una opción saludable, según la experta.

“Definitivamente no sustituiría al azúcar por al agave”, dijo. “Sé que la gente piensa que es saludable, pero en realidad tiene un contenido de fructosa muy alto”.

Los edulcorantes y las enfermedades cardíacas

Los edulcorantes artificiales son aditivos bajos en calorías o sin calorías que a menudo están presentes en refrescos y otros alimentos altamente procesados ​​como yogur, barras de granola, cereales o comidas para microondas.

También son populares como edulcorantes de mesa, siendo los más usados Equal, Splenda, Sweet ‘N Low y Truvia.

Los edulcorantes emergieron originalmente como un reemplazo más saludable para el azúcar, el cual es conocido por promover la obesidad y la diabetes y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca si se consume en exceso.

Touvier dijo que su estudio es el primero en evaluar directamente cómo el consumo de edulcorantes artificiales afecta el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca. Los estudios anteriores analizaron principalmente el impacto de las bebidas endulzadas artificialmente.

Su equipo determinó que una ingesta diaria promedio de 77 miligramos de edulcorante es una cantidad grande, la cual equivale a poco menos de dos paquetes de edulcorante de mesa.

Más de la mitad del consumo de edulcorantes artificiales de los participantes provino de refrescos, mientras que el 30 % provino de edulcorantes de mesa. Otro 8% provino de productos lácteos endulzados como yogur o requesón con cobertura de frutas.

La sucralosa es el edulcorante artificial más consumido en todo el mundo, dijo Page, mientras que “el aspartamo ha perdido popularidad, por lo que la gente no lo consume tanto”.

La experta dijo que las gaseosas son la mayor fuente de edulcorantes artificiales en nuestro suministro de alimentos, aunque “muchos de los edulcorantes no nutritivos que la gente consume provienen de alimentos que se podría considerar saludables”.

Dos buenos ejemplos: los yogures saborizados y las bebidas energéticas

La mejor alternativa a los alimentos azucarados, recomendó Page, son las frutas, que contienen azúcar natural.

Los edulcorantes pueden alterar el metabolismo y elevar el nivel de azúcar en la sangre

Cada vez más investigaciones sugieren que los edulcorantes artificiales pueden alterar la capacidad del cuerpo para metabolizar adecuadamente la glucosa, lo que puede ser un factor de riesgo para la diabetes y los problemas de salud cardiovascular.

Para el estudio publicado el mes pasado, un grupo de investigadores israelíes le pidieron a 120 personas que consumieran cuatro edulcorantes artificiales (aspartamo, sacarina, stevia y sucralosa) durante dos semanas.

Los participantes consumieron seis sobres de edulcorante por día, lo cual es considerado una cantidad aceptable por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

Los investigadores observaron cambios en la composición y función de los microbios intestinales de los participantes, que ayudan a descomponer los alimentos y protegerse de las bacterias que causan enfermedades. Esos cambios no se observaron en las personas que no consumieron edulcorantes artificiales.

“Los cuatro edulcorantes cambiaron el microbioma, cada uno a su manera”, dijo Eran Elinav, autor del estudio e investigador del Instituto de Ciencias Weizmann.

Dos edulcorantes en particular, la sucralosa y la sacarina (que están presentes en los edulcorantes Sweet ‘N Low), alteraron la capacidad de algunas personas para procesar la glucosa.

“Se trata de buena evidencia que sugiere que [los edulcorantes artificiales] tienen algún tipo de efecto sobre el metabolismo y el microbioma intestinal”, dijo Page.

La experta adelantó que su equipo ahora estudia cómo los edulcorantes artificiales afectan el riesgo de que los niños desarrollen enfermedades metabólicas como la diabetes.

“Ha habido muy, muy pocos estudios en niños y hay datos que muestran que el aumento en el consumo de edulcorantes no nutritivos es incluso mayor entre los niños y adolescentes”, explicó.