IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Roban millones en ayudas de desempleo, causando daño a quienes esperan beneficios. Algunos fraudes se hacen desde la cárcel

“Es una fruta bastante fácil”, lamentan las autoridades, “los malos no necesariamente quieren trabajar duro”. Y “cada dólar que obtiene uno de estos delincuentes es un dólar menos disponible para una familia legítimamente necesitada”.

Por Ezra Kaplan y Jo Ling Kent - NBC News

Más de 1,000 millones de dólares en ayuda por desempleo han sido estafados al Gobierno federal en operaciones fraudulentas que van desde mentir sobre los ingresos personales hasta delitos cibernéticos sofisticados, dijeron funcionarios estatales y federales a nuestra cadena hermana NBC News. El objetivo de ataque principal de los estafadores es el dinero destinado a la Asistencia por Desempleo por la Pandemia.

El fraude se ha extendido y está plagando los sistemas de desempleo en todo el país, causando más obstáculos a los esfuerzos de los estados para llevar el dinero a las manos adecuadas. El Servicio Secreto ha iniciado más de 500 investigaciones en 40 estados como parte de un esfuerzo de múltiples agencias para proteger el dinero de los contribuyentes.

"(El fraude) es muy rampante", dijo en una entrevista David Smith, el agente a cargo de la investigación, “los criminales sabían que la prioridad era llevar ese dinero a manos de los estadounidenses más temprano que tarde. Así que simplemente aprovecharon la oportunidad".

[Al borde de la desesperación decenas de miles de trabajadores que aún no reciben los beneficios de desempleo]

En Colorado, los ciberdelincuentes se aprovecharon del sistema de desempleo de manera tan agresiva que, en el transcurso de un mes, el 75% de las solicitudes fueron declaradas fraudulentas. En Pennsylvania, miles de reclusos solicitaron y calificaron para recibir beneficios antes de ser descubiertos. En California, los funcionarios sospechan que detrás de las más de 100,000 aplicaciones adicionales se esconden intentos de fraude.

El programa de Asistencia por Desempleo por la Pandemia se creó como parte de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica para el Coronavirus, o Ley CARES, introducida por el Congreso en marzo. Esta legislación proporciona beneficios de desempleo a los trabajadores autónomos o los que, en circunstancias típicas, no calificarían.

El programa utiliza dinero federal, pero es administrado por los estados. Con casi siete millones de personas sin trabajo al comienzo de la pandemia, muchos estados se vieron inundados con un número récord de solicitudes de desempleo, todo mientras dependían de sistemas informáticos defectuosos con décadas de antigüedad.

El programa de asistencia es particularmente vulnerable porque, dado que es específicamente para trabajadores por cuenta propia o contratistas independientes, no existe un empleador que verifique los ingresos del solicitante. Si bien la Ley CARES solicita a los aplicantes que presenten documentos para demostrar sus ingresos, también permite que las personas reciban el pago mínimo de beneficios de 172 dólares semanales sin ningún papeleo de respaldo.

[El desgaste de solicitar los beneficios por desempleo: los problemas técnicos complican el proceso]

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley le dijeron a NBC News que sabían desde el principio que habría fraude. Al igual que cuando FEMA distribuye grandes cantidades de dinero durante desastres, estos fondos tienden a atraer elementos criminales, dijeron.

El 26 de mayo, solo dos meses después de la firma de la Ley CARES, la Oficina del Inspector General del Departamento de Trabajo advirtió que existía un riesgo significativo de fraude, y señaló que los programas de seguro de desempleo históricamente enfrentan algunos de los niveles más altos de fraude contra el gobierno federal.

“Consideramos que es una fruta bastante fácil”, dijo Smith, “los malos no necesariamente quieren trabajar duro. No es necesario trabajar duro para explotar la gran cantidad de fondos que existen".

El Servicio Secreto ha trabajado con varias otras agencias federales y estatales para abordar el fraude a medida que continúan registrando intentos.

En Colorado, las autoridades descubrieron planes muy avanzados tecnológicamente que amenazaba con el robo de más de 1,000 millones de dólares en ayuda por desempleo.

Los funcionarios del Departamento de Trabajo y Empleo de ese estado comenzaron a sospechar en julio cuando vieron un aumento en las peticiones de PUA, a pesar de que hubo una disminución en las aplicaciones regulares por desempleo. A fines de agosto, descubrieron un abundante fraude de identidad.

[Telemundo y la Cámara de Comercio Hispana apoyan a las empresas latinas para resistir a la crisis del coronavirus]

“Estos no son individuos que están presentando una o dos peticiones. Estos son personas que han descubierto formas de ingresar al sistema y anular los mecanismos de seguridad que existen”, dijo Joe Barela, director ejecutivo del Departamento de Trabajo y Empleo de Colorado.

En solo un mes, los estafadores representaron más de las tres cuartas partes de todas las aplicaciones al PUA. Después de instalar una nueva función de seguridad, el estado todavía detectó 50,000 intentos de peticiones fraudulentas por un total de hasta 1,000 millones. Los funcionarios estatales estiman que 40 millones del dinero federal se perdió antes de que se dieran cuenta de lo que estaba pasando.

En California, una de las primeras señales de alerta se detectó en agosto cuando las peticiones de PUA se duplicaron en el lapso de solo dos semanas. Para la semana que terminó el 29 de agosto, la cantidad de peticiones en California representó más de la mitad de todos los reclamos de PUA presentados en todo el país.

“Sospechamos que una gran parte del inusual aumento reciente en las reclamaciones de PUA está relacionado con el fraude”, dijo en un correo electrónico Loree Levy, subdirectora de asuntos públicos del Departamento de Desarrollo de Empleo de California.

Su departamento, que procesa y paga peticiones, describe los ataques como "sin escrúpulos", alegando que los ciberdelincuentes están utilizando identidades robadas durante anteriores filtraciones de datos para hacerse pasar por solicitantes legítimos. California ahora se está asociando con la policía federal para investigar.

Si bien el estado se negó a comentar sobre el tamaño o el alcance del problema, California ha dejado de actualizar automáticamente las peticiones de PUA y limitará múltiples pagos a la misma dirección cuando se detecte una actividad sospechosa.

Fraude desde la cárcel

En Pennsylvania, las autoridades descubrieron un plan organizado que involucraba a 10,000 reclusos que solicitaron los beneficios de PUA. Los reclusos usaron su identificación personal para solicitar y calificar para los beneficios y luego enviaron el dinero a contactos en el exterior.

El plan fue descubierto en julio cuando los funcionarios monitoreaban las llamadas telefónicas de los reclusos en la cárcel del condado de Allegheny. En total, las autoridades dicen que los crímenes en este caso involucraron más de 100 millones.

"El alcance sin precedentes y la audacia de este fraude de compensación por desempleo por parte de reclusos es espantoso", dijo Scott Brady, el fiscal federal del Distrito Oeste de Pennsylvania, quien está procesando estos casos junto con el Fiscal General de ese estado, Josh Shapiro.

“Cada dólar que obtiene uno de estos delincuentes es un dólar menos disponible para una familia legítimamente necesitada”, dijo Shapiro en una entrevista.

A nivel nacional, el fraude también está desviando recursos de las oficinas estatales de desempleo que pasan dificultades por pagar los beneficios a los solicitantes legítimos. Millones de trabajadores despedidos tienen que esperar semanas o incluso meses para recibir sus pagos por desempleo, y algunos incluso corren el riesgo de perder su hogar debido a los retrasos.

“La pandemia no generó nuevos criminales. Simplemente creó un entorno para que los delincuentes la explotaran”, dijo Smith.

"Las mismas personas que estuvieron involucradas en estafas románticas y estafas laborales hace seis meses, ocho meses, dos años, ahora están usando la pandemia como una oportunidad para victimizar a los estadounidenses".